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Cinco contra cinco
No se trata de un partido de fútbol. Aunque para muchos, ése ha sido el enfoque del conflicto de las “retenciones” Dos adversarios, con distintas camisetas, que disputan un trofeo. Lo importante es ganar y ganar. Los hinchas de un lado perdonan y disminuyen los errores de los jugadores de su cuadro y aumentan, agrandándolos con insultos, los del cuadro rival. Ya se han expuesto hasta el cansancio los argumentos de una y otra parte. Lo han hecho los protagonistas y todos los espectadores, animados cada uno por distintas motivaciones. Yo solamente quiero hacer un análisis de marketing. De algunos aciertos y errores de cada parte en la presentación de sus razones (no de las razones mismas). Lo cual puede explicar parcialmente la variedad de opiniones difundidas y defendidas. He procurado reducirlas a cinco de cada lado. No deja de ser interesante este análisis diríamos “superficial”. Aciertos marquetineros lockoutarios: 1ro) La elección del cartel de presentación “CAMPO”. Esa palabra que sugiere inmediatamente la amplitud y la generosidad de la tierra, el trabajo esforzado de los labradores, las inclemencias del tiempo, la incertidumbre de las cosechas, el trabajo de sol a sol, el heroísmo de los inmigrantes, la austeridad y la hospitalidad de las familias campesina. Fue un recurso tan genial como el la Junta militar revolviendo la conciencia patriótica cuando se produjo con fines muy distintos, el asalto a Las Malvinas. 2do) El “machismo” cuidadosamente disimulado en los dirigentes, pero fomentado en las manifestaciones de los seguidores hasta llegar a la procacidad de palabras y gestos frente a las complacientes cámaras de TV. Las expresiones machistas, lo admitamos o no, conquistan a los argentinos, y muchos repitieron y repiten la misma conducta. 3ro) El corte con desabastecimiento. Fue indudablemente un guiño eficaz para asociar a la causa, a las grandes Empresas proveedoras de alimentos, que inmediatamente aprovecharon para levantar los precios y mantenerlos a buen nivel. 4) El recurso sugerido por los constitucionalistas adheridos, de proclamar la inconstitucionalidad, desconociendo que el 27 de Marzo Diputados había rechazado por absoluta mayoría la derogación del 125. Esta fue una maniobra que conquistó a mucha gente democrática. 5) Los cacerolazos organizados para aprovechar todas las críticas merecidas por el gobierno, aunque nada tuvieran que ver con el asunto, y los callados resentimientos de los perdedores en las elecciones, con el añadido de presentarse como víctimas. A estos cinco aciertos, correspondieron cinco errores del Gobierno central 1ro) Enfocar el desafío del “campo” como un “todo” sin reconocer que envolvía a pequeños propietarios que tenían suficientes motivos para reclamar, e incluirlos inicialmente en el rechazo de sus demandas. 2do) El poco cuidado de la Sra. presidenta en la austeridad de su presentación personal en los discursos, con el añadido de un análisis frío aunque impecable del problema y el comprensible pero irritante calificativo de “piquetes de la abundancia” 3ro) El ataque expreso a los medios de prensa más importantes que, si bien se conoce a qué intereses responden, tienen poderosa influencia en la formación de opinión popular. 4to)El argumento de que el dinero de las retenciones se iba a aplicar a fines benéficos, olvidando que las disponibilidades en los presupuestos de salud y educación nunca alcanzan y dando pie al argumento remanido de la clase media: “aquí los que son pobres es porque son vagos” 5to) la presentación de las concentraciones en la Plaza que no lograron superar la impresión de que se trataba del “partido” más que del pueblo, a pesar de las constantes alusiones a todos los argentinos y argentinas. Quedarían por inventariar los aciertos marquetineros del Gobierno y los errores de los llamados ruralistas, que quizás puedan dar para otra columna. Aunque todo esto no haga a la sustancia de la cosa, puede hacer más explicable la amplitud o la reticencia de muchas actitudes. |
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