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Conspiración
Resultan incontables los resortes de que disponen lo poderosos y los grandes, para acabar con la resistencia o reclamos de los más pequeños y débiles. Los taimados recursos para impedir que se fortalezcan uniéndose y haciendo causa común, se van recreando constantemente. Manejan el descrédito, la ridiculización, las amenazas, la publicidad, la venalidad de los cómplices internos, el idioma de los técnicos que pontifican con el mayor descaro sus diagnósticos de momento para engañar y aprovecharse de los que todavía les creen.
Y esto está sucediendo. Las esperanzas brotadas de un intento de gobernantes conscientes de su misión de proveer al bien común, de unirse para vencer la vergonzosa dependencia económica, política y cultural están siendo bombardeadas astutamente desde múltiples ángulos. Les quedó sangre en el ojo cuando en una Asamblea casi completamente sumisa, un grupo pequeño de presidentes rechazó sin vueltas el ALCA. Y cuando desde algunos brotó la iniciativa de pagar la deuda al Fondo dejando de enriquecer a los que regodeaban con los intereses. Y cuando se habló de un F.M.Latinoamericano o de un gasoducto internacional para el Sur . . . y tantos otros gestos. El rechazo abarca a todos. Es al populismo de Chávez y Morales, al autoritarismo de Kirchner, al socialismo abierto de Bachelet, a todo lo que la propaganda imperialista sabe utilizar para desacreditar las actitudes que no les favorecen. Les interesa además, provocar y propiciar todas las divergencias. La conducta de la multinacional Botnia no accediendo a quitar su presión sobre el gobierno uruguayo y buscando asesoramiento técnico internacional para justificar la continuación de las obras después del acuerdo logrado por Vázquez y Kirchner en Chile es una prueba de esa especie de conspiración que busca vengarse de los intentos de insubordinación latinoamericanos de manera ejemplarizante, aunque con una dosis de moderación y clandestinidad para no perder crédito ante los otros países menos atrevidos y desafiantes. La conspiración está en marcha y no va a detenerse. Ojala el pueblo y el gobierno de cada país, aun defendiendo bravamente sus intereses nacionales, cobren conciencia de que hay que superar las diferencias y mantener la orientación hacia un bloque de resistencia que es la única posibilidad seria de progreso e independencia. José Guillermo Mariani (pbro). |
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