Contra el olvido
(un juicio histórico)
Se olvidaron…
de que la vieja Historia
a pesar de sus años
conserva la memoria.
Se olvidaron...
de que, una vez nacida,
la vida siempre es grito,
aun desaparecida.
Se olvidaron...
de que los hombres dioses
terminan en mendigos
de sus aduladores.
Se olvidaron de que quien roba al pobre
y llena sus bolsillos,
está sembrando surcos
con poder explosivo
Se olvidaron de que la Augusta Dama
de los ojos vendados,
que cierra muchas veces
sus labios con candados,
deja los Tribunales
de solemnes rituales
y se hospeda en humildes
construcciones barriales
para emitir sentencias
con juicios imparciales
que no aplasten al pobre
ni absuelvan a culpables.
Se olvidaron...
de que el amor es fuego
y el viento de injusticia
lo convierte en incendio.
Se olvidaron... y ahora
reclaman que la Historia no sangre sus heridas
lamentan que los buitres revuelvan su carroña
y exigen que se acallen los gritos de la vida.
Pero un día allá lejos
transida de recuerdos
y urgida por la sangre
de todos los afectos
hijos, madres y abuelas,
la Historia en un momento
se encarnó en la Memoria
y con juicio sereno
pronunció la sentencia
que hervía en sus entrañas de hace tiempo
Y encerró entre las rejas
fraguadas por los gritos de las víctimas
el huracán de todos los orgullos,
regalando al futuro la brisa elemental de la
justicia.
PORQUE AUNQUE ELLOS SE OLVIDEN
EL AMOR NUNCA OLVIDA!
José Guillermo Mariani (pbro)
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