La Cripta
Virtual: Un espacio para hablar
Sin Tapujos
"Donde la
Iglesia no engendre una fe liberadora, sino que difunda opresión, sea
esta moral, política o religiosa, habrá que oponerle resistencia por
amor a Cristo".
Jürgen Moltmann
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30 de Junio del 2010. Desde el 1 de Julio hemos iniciado una nueva etapa
con mucho material que puede encontrar haciendo clic acá:
www.sintapujos.org El contenido
anterior seguirá aquí como archivo.
Denuncias y quejas
Hubo un tiempo exigente de denuncias
clima de dictaduras y de miedos
en que bravos soldados de derecha
optaron por cegueras y silencios.
Ellos llevaron a sus parabrisas
la alternativa “ámelo o déjelo”
porque la represión los protegía
y empujaba a los otros al destierro.
La denuncia fue entonces valentía
y muy contados los que se atrevieron
mientras muchos miraban a otro lado
diciendo no saber de los excesos.
Hoy, avanzada ya la democracia
laderos y patrón sin privilegios
conspiran por la vuelta y el desquite
sin reparos ni escrúpulos de medios.
La soja está infiltrada de maleza
y el gusano se arrastra por el suelo
mientras Monsanto adiestra sus cuarteles
para enviarnos misiles de remedio.
desde el cambiante precio de la soja
hasta la seca y el calor intenso
desde las penas a los genocidas
a la distribución más justa del ingreso
desde las leyes de difícil trámite
hasta las decisiones por decreto
desde la ropa de primera línea
a los bajos salarios en aumento
desde el discurso bien fundamentado
hasta las góndolas con precios nuevos
todo es materia de chismografía
y la queja es la moda del momento.
“Ya todo está podrido y nada sirve”
dictamina cualquiera sin respeto
ni al otro, ni al gobierno, ni a sí mismo
que sin querer se incluye en el concepto.
Si alguien descubre logros obtenidos
y los presenta con candor ingenuo
es descalificado de inmediato
porque la moda es criticar sin término.
Los chismes son sabrosa comidilla
y la queja descarga en bolso ajeno
el peso de las culpas personales
dejándonos tranquilos y contentos.
Nubes de humo abundantes y compactas
velan así el peligro verdadero
de quienes destruyendo las defensas
pretenden apropiarse de lo nuestro.
“¡Pará la mano!” dicen los que saben
lo peligroso de este juego ingenuo
porque ya no son sólo los de afuera
¡nos están devorando los de adentro!