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El cristal con que se mira
La prensa mundial mira a Cuba. Finalmente Fidel renuncia a la presidencia. Es elegido su hermano. Las previsiones de la prensa pro yanqui (pocos medios hay que no lo sean) lanzaron con carácter de globo de ensayo el anuncio de que se venía un cambio en ese régimen tan especial, con tantas objeciones y tantos logros que no puede dejar de producir picazón y molestia. El discurso de asunción de Raúl Castro ahuyentó los augurios de cambio que siempre fueron más la expresión de un deseo y un proyecto de imponer ese criterio como presión internacional sobre la “isla misteriosa”. Desde ese momento se multiplicaron las críticas, el rechazo del pasado y el presente cubano Alguno que otro prefirió no dejarse arrastrar por la corriente periodística homogeneizada y se atrevió a referirse a los hechos objetivamente y a optar por un compás de espera para saber hacia dónde se orientará la marcha. En el proceso hacia las elecciones de la “gran democracia estadounidense” nadie comenta el tremendo efecto destructor en lo nacional y lo internacional que ha tenido la dictadura bushiana. Todos son capaces de recordar vivamente el “paredón” de Fidel y los miles de presos políticos en Cuba sin que a nadie le moleste la invasión a Irak, las amenazas al mundo, las infernales torturas de Guantánamo, la cantidad de soldados norteamericanos, con un gran porcentaje de latinos, que son enviados a la muerte en sus expediciones democratizantes. Pero lo más notable es que de ese pequeño trozo del mundo y de la historia que es Cuba, una especie de pequeño manual para que muchos aprendan muchísimas cosas, lo único que se prevé es que la economía no podrá avanzar mientas se mantenga la actual instrumentación de recursos y relaciones, y que muchos cubanos seguirán deseando vivir en Miami seducidos por las fábulas que les hablan de mayor libertad, de mejores entradas, de mayor felicidad. Y, por otra parte, se dejan de lado todas las conquistas. Todo lo que cada nación civilizada debiera tener como objetivo de la acción de sus gobernantes. Cómo han podido conseguirse una tasa de alfabetización del 99,8%, un índice de mortalidad infantil del 5.3 por mil, casi un millón de diplomados en sus 67 universidades, una expansión de médicos y profesionales en más de 100 países gozando de un prestigio absolutamente superior, lo que se sabe de la poco conocida “operación milagro” para curar gratuitamente las enfermedades oculares y tantos otros logros que enorgullecerían a cualquier nación del primer mundo ya que ninguna ha podido conseguir estos triunfos para el pueblo. El pequeño espacio y la larga historia cubana tienen mucho que mostrar y mucho que enseñar. Tanto que no se tiene en cuenta porque se trata de un desafío para muchos insuperable. El problema de las migraciones desde los países pobres ¿no es uno de los más graves que se viven ahora política y económicamente en los países adelantados? ¿Y la solución no sería que cada uno en cada país aún con relativa austeridad pudiera vivir con salud y educación suficientes sin las ofertas desmesuradas del consumismo? ¿Qué es preferible, vivir sin que alcance para todo o tener que confesar que ya nada alcanza para vivir? Algo de esto nos está pasando a nosotros. En el IDH 2007 Brasil figuró en el puesto 70 calificando su calidad de vida. Cuba figuró en el puesto 21.- Señores! No pierdan tiempo en criticar lo que uds. no pueden reformar, utilícenlo para aprender lo que uds. tendrían que lograr! José Guillermo Mariani (pbro) |
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