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Federalismo ¡a tiempo!
El reclamo de vigencia del sistema federal suele tener lugar cuando hay intereses muy concretos que favorecen a diversos grupos dentro de una jurisdicción provincial o a la misma provincia. Por lo general estos reclamos están relacionados a asuntos económicos. Nosotros llamamos federalismo a lo que en otros lugares se está denominando autonomismo regional. Se trata en realidad, muchas veces, de un subterfugio para impedir al estado una política redistributiva que considere que cualquier posibilidad de mejores ingresos no provenientes del trabajo solamente sino de riquezas naturales, no puede quedar encerrada en un grupo o región. También suele hablarse de federalismo cuando el poder central hace valer sus influencias para desacreditar a los gobiernos provinciales de distinto partido político o para privarlos de ayudas o subsidios especiales.
Hay una ley nacional, la 24.051 cuyos anexos prohiben la explotación minera con sustancias químicas contaminantes. El federalismo invocado por gobiernos provinciales en cuya jurisdicción existen depósitos metalíferos ha prescindido de esta legislación y al sur y al norte de la Argentina se están explotando minerales metalíferos a cielo abierto a pesar de numerosos reclamos y denuncias. Las autorizaciones provienen de los gobiernos provinciales y a veces hasta de los intendentes comunales. Federalismo, porque se trata de dar trabajo a la gente desocupada y de remediar las carencias de los habitantes del lugar, aprovechando las ofertas de las empresas que disponen de tecnología y capital.
En Córdoba, la legislatura acaba de dar un signo ejemplar de federalismo, prohibiendo en absoluto con una ley aprobada el 24 de Septiembre (día de la Virgen de la Merced, como para contrarrestar tantas “mercedes” y concesiones injustas), la explotación a cielo abierto y con uso de los productos químicos enumerados expresamente porque se usan en la actualidad y otros posibles, de yacimientos mineros metalíferos. La prohibición alcanza los procesos de prospección, cateo, exploración, explotación, extracción, almacenamiento o industrialización. E incluye en la misma prohibición a los minerales nucleares como el uranio y el torio. Las concesiones anteriores quedan anuladas y las minas deberán cerrar aun en caso de estar trabajando. Esta ley, con el número 9526, ha salvado nuestras hermosas sierras cordobesas de los planes contaminantes que ya se estaban dando a publicidad de excavaciones para búsqueda de uranio.
Una exclamación entusiasta de aprobación brota espontáneamente. ¡Muy bien, legisladores cordobeses! Su enfoque, en esta aprobación unánime, constituye una consigna para quienes legislan: Mirar hacia el futuro y prever beneficios y daños. No atender sólo a necesidades urgentes del momento, acudiendo a cualquier recurso para emparcharlas, ni resignarse a buscar tardíamente soluciones para los daños causados por errores, corrupción o falta de responsabilidad. |
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