|
|
Las caras inocentes del odioEl diario La Nación dio excepcional importancia a la concentración frente a la basílica de Luján en que usaron de la palabra laicos y obispos junto al cardenal Bergoglio. La alocución de este último abogó por una desaparición de los odios y rencores porque la gente está cansada de crispaciones- Justo Carbajales representante de los laicos se refirió al manifiesto elaborado por su grupo comprometiéndose a la honestidad y llamando a la participación para descalificar a los políticos que no defiendan los valores familiares y transiten el clima de las coimas y los robos. Expresó así el criterio de las máximas autoridades de la iglesia local, escudado por ese pedido de unión dejando de lado odios y rencores a que aludió el cardenal primado, al referirse como es sabido, a la corrupción de los altos niveles y al aumento de la pobreza, para enmarcar su discurso en un ámbito de misericordia y solidaridad. No resulta demasiado complicado leer entre líneas estos discurso envueltos en la tradicional devoción por la virgen del Luján de la que el cardenal afirmó que es la madre de los argentinos en quien hay que poner la esperanza del futuro. El Dr. Carbajales calificó como amargante y colmado de individualismos,el clima con que llegamos al bicentenario. Frente al Santuario elegido por el Gobierno para celebrar la acción de gracias por el bicentenario, las indirectas descalificantes lanzadas sobre el mismo, pusieron sobre la mesa una clase de odio, al parecer inocente, pero que demuestra el fuerte sentido corporativo de la iglesia frente a la posibilidad de aprobación de leyes que se oponen a sus criterios tradicionales de moralidad en las costumbres. La media aprobación en Diputados de la ley de matrimonio civil de los gays, lleva a esgrimir el arma de convencimiento y presión sobre los senadores, lanzando con estas públicas manifestaciones los argumentos de autoridad que todavía emocionan a un grupo bastante grande de gente de todos los niveles, entre nosotros. Si se quieren evitar enfrentamientos y crispaciones lo lógico es que se respete el trabajo y la representatividad de las instituciones, sin esta asociación corporativa que reúne una cantidad de poderes de diversos sectores para impedir que esas leyes lleguen a tener vigencia. Si calladamente, hablando de la corrupción de los de arriba, se olvida o se silencia la deshonestidad de las evasiones de impuestos por parte de los más ricos y las maniobras políticas basadas en falsas denuncias, o los insultos descarados que se aplican, se está sembrando descalificación y odio aunque se proclame la necesidad de unirse bajo la protección de María o de un programa de gobierno que asegure para el futuro la inclusión de todos y en especial de los más desamparados y golpeados por la pobreza. Es un ideal muy claro y seductor el que llama a suprimir los odios y rencores. Pero hay que recordar que, en nuestra sociedad, a no ser por la violencia de intereses políticos que llegan al asesinato y los cortes de desabastecimiento, los odios y resentimientos se manifiestan de manera disimulada, con distintas caras que en ambiente de ingenuidad llevan a convencerse de que realmente los que proclaman estos ideales están haciendo lo posible por conseguirlos. Cuando en realidad están sólo defendiendo sus propios intereses contrapuestos a los de muchos sectores. Si se ha dicho que la verdad puede llegar a tener mil caras, mucho más se
puede afirmar de los odios y rencores que obstaculizan la reconciliación social,
aun revestidos de la pulcritud que los presenta con caras de inocentes e
ingenuos. |
Número de visitas desde la Pascua del 2001
Enviar correo electrónico a
raul@sintapujos.org
con preguntas o comentarios sobre este sitio Web. |