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Mercaderes y ganaderos, Miércoles 14 de Diciembre de 2005
Por el Pbro. José Guillermo Mariani
Los dos grupos tan poderosos que tienen capacidad para jaquear a los gobiernos que no los favorecen o pretenden controlar sus actividades para bien de país, han sido tradicionalmente los grandes comerciantes ligados a cadenas extranjeras y los poseedores de las grandes riquezas argentinas de productos agrícolas y ganaderos. No es muy desacertado pensar que impulsados por manejos políticas fueron los supermercados víctimas de los asaltos los que lograron hacer inmanejable el país en el gobierno alfonsinista. No hace falta enumerar los gobiernos que cayeron gracias a la oligarquía agrícolo-ganadera. De lo que se trata es de que frente a decisiones económicas que exigen, para no favorecer la inflación que termina devorando todas las seguridades y logros, acuerdos para detener el alza de precios y amoldarse a las necesidades reales de gran parte de la población, las trampas ocultas pero con resultados muy visibles, pretenden con ayuda de los juicios inmediatamente difundidos por la prensa. de muchos “economistas” ligados a sus intereses, calificar como ridículas y persecutorias las medidas adoptadas para beneficiar a los consumidores o impedir la carrera ya desatada con el precio de la carne, mediante el freno que significaría la suba de las retenciones. Quizás las lecciones de la historia puedan presentar a estos señores como imbatibles. Tarde o temprano, se calcula, lograrán complicidades internas y externas que fortalecerán sus aparentemente inofensivos reclamos y resistencias de hoy. Pero, como el gobierno nacional ya ha obtenido victorias, aunque modestas, en ciertos aspectos en los que ellos habían predicho, deseado y hasta preparado el fracaso, es de esperar que tampoco en este asunto tenga que dar el brazo a torcer. ¿Llegaría acaso el hambre a tocar las puertas de los mercadistas por la baja de 250 productos de consumo masivo y que satisfacen necesidades elementales?¿Ocasionaría pérdidas muy notables a los pocos dueños del mercado agrícola-ganadero una renuncia a subir los precios de la carne? ¿Que nunca tuvo éxito el control de precios? ¿Que las medidas represivas nunca alcanzan? ¿Que las reglas de la economía no pueden violarse impunemente y hay que resignarse a los controles naturales de la oferta y la demanda? Es bueno recordar que también esos argumentos los hemos escuchado siempre. La conclusión es que sería bueno que hubiera nuevos y mejores argumentos y que las iniciativas oficiales que merecen ser fomentadas, no se hicieran humo y perdiera apoyo, al primer ataque de los mercaderes y ganaderos. José Guillermo Mariani (pbro) |
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