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"Donde la Iglesia no engendre una fe liberadora, sino que difunda opresión, sea esta moral, política o religiosa, habrá que oponerle resistencia por amor a Cristo".
Jürgen Moltmann

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Miopía política 

Este defecto de visión tiene a mi entender dos aspectos. El primero adentrarse hasta quedar encajado en los acontecimientos inmediatos. El segundo, quitar visibilidad al panorama general y caer en las redes de los más astutos que manejan disimuladamente los hilos.

Miopía política es, por ejemplo, instalarse en la crítica del gobierno haciendo inventario de los trajes y los viajes de la sra. presidenta. Lo es también señalar comportamientos autoritarios frente a decisiones que si no se tomaran en un momento determinado nunca se adoptarían Como también es miopía no distinguir en las tácticas de la oposición lo que es reclamo de lo que es desestabilización. O no descubrir las vinculaciones que ciertas conductas tienen con determinadas clases o estamentos sociales.(“si el chancho alaba, peor”), resentimiento de los militares (estilo C. Pando), resistencia a perder privilegios por parte de las clases dominantes (cacerolazo de teflón) derechas impulsadas por E.E.U.U. con la seguridad (como la brindada personalmente por Bush a Uribe) de que en los momentos difíciles recibirán su apoyo incondicional y completo, no resignación al rechazo de los tratados de libre comercio (como el ALCA) que sólo favorecen a los beneficiados por el esclavizante capitalismo internacional

Miopía es dedicarse a investigar si vuelven y cómo los fondos girados al exterior por N. Kirchner como gobernador de Río Negro, provocando una tempestad periodística. Miopía es querer hacer creer que Alberto Fernández envió fogoneros a las islas del Delta para que provocaran la humareda asfixiante que afectó al litoral. Y asegurar que la multiplicación de los accidentes de tránsito se debe a la administración corrupta del actual gobierno nacional. Miopía es, sobre todo deleitarse en el debilitamiento del Estado como en una actividad inocente, cuando es el único que puede resultar defensa de los débiles y los pobres. Miopía es en suma, empantanarse en el pequeño charco que nos salpica y no medir la avalancha que tenemos o se nos está viniendo encima.

Miopía es no tener como presupuesto de juicio y acción el panorama grande del Sur, de Latinoamérica, que no tiene otro recurso, en este preciso momento histórico, que buscar y lograr la alianza fortaleciente entre las naciones que han dado el paso importantísimo de elegir gobernantes con mentalidad popular. No valorar los esfuerzos de Venezuela, Brasil, Ecuador, Chile, Bolivia el tambaleante Uruguay y últimamente Paraguay para reconquistar la autonomía de decisiones que permita disminuir la pobreza, frenar la expoliación, resistir la contaminación y el agotamiento de nuestras riquezas naturales.

Los  gestos en aras de ese gran proyecto, que significa el único camino de salvación frente a la voracidad del capitalismo neoliberal, (que a pesar de los estertores tiene aliento para rato), son calificados como banales por esa miopía que identifica a Chávez como el nuevo dictador de América; a Uribe como el salvador de Colombia  y triunfador sobre la guerrilla; a Correa como el mimado para compartir proyectos y recibir de regalo capitales argentinos; a Morales como el indio empecinado en echarse encima a los blancos del este; a los productores agro exportadores de la Argentina, como los cruzados que mantienen al país y tienen derecho a gobernarlo desde sus intereses, y con sus demostraciones de fuerza.

Se trata de una miopía que no sólo desfigura la realidad sino que se desvive por imponer su visión. Y cuenta con la complicidad de muchos medios.  

La “cinchada” está fuerte y clara. Es la tensión entre dos proyectos absolutamente contrapuestos. Quizás resulte dura pero no desacertada la expresión de Evo Morales en la inauguración del VII Foro indígena de la ONU. Si se quiere salvar el planeta hay que erradicar el modelo capitalista, exigir al Norte que pague su deuda ecológica en vez de exigir a los países del Sur y del mundo que paguen su deuda externa.

José Guillermo Mariani (pbro)


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Última modificación: 30 de July de 2010