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Mujeres en la cumbre
Han sido 58, desde el siglo pasado, coincidiendo con el auge del movimiento feminista. A pesar de todo, la proporción ideal del 30 por ciento de mujeres en cargos de responsabilidad de conducción o legislación, está muy lejos de ser cumplida. Las estadísticas a nivel mundial oscilan entre el 13 y el 17 por ciento. Hoy, 13 mujeres, presidentas o primeras ministras, están a cargo de sus países. La última en asumir, Cristina Fernández. A diferencia de las anteriores, ella ocupa ahora un lugar al que la condujo el voto popular. Eva Perón a quien seguramente el pueblo habría consagrado de tener oportunidad, no llegó a ocupar el cargo, pero influenció en el gobierno de su esposo lo necesario para darle un ritmo y un acento revolucionario en favor de una sociedad más justa. Isabel, no logró superar su incapacidad ni con el afecto de su marido, ni con el asesoramiento de López Rega, ni con el apoyo eclesiástico y militar. Las semejanzas de un cargo por herencia aducidas por la oposición, no son realmente serias en el caso de Cristina. Su personalidad e itinerario político podrían haberla llevado a la presidencia aunque su esposo no hubiera sido elegido en aquellas circunstancias tan especiales que lo favorecieron. No es raro que aparezcan descalificaciones machistas, como una que circula por Internet en que enumera algunos casos de mujeres prostitutas, entronizadas por relaciones comprometedoras con los grandes, focos de corrupción, para desacreditarlas a todas. No pude menos de hacer relación al leer este comentario, con un detalle que pocos conocen. En la genealogía de Jesús (árbol genealógico) que San Mateo, el evangelista del ciclo litúrgico de este año, coloca sólo 5 mujeres, todas ellas están en situación irregular: una seductora, otra prostituta, una tercera extranjera, y la cuarta, esposa de David, adúltera. La quinta es María embarazada antes de convivir con su esposo. Todas ellas sin embargo salvadoras del pueblo. Es simplemente una coincidencia bíblica, que hace ver lo ridículo de un machismo ancestral que siempre le busca cinco patas al gato. Las características femeninas que permiten esperar mejores resultados y a veces han sido testimoniadas con cambios no logrados por los varones son principalmente: la facultad de negociación a pesar de la firmeza de sus objetivos; la disponibilidad para soportar adversidades sin abandonar sus proyectos; la sensibilidad frente a los más desamparados especialmente en salud y educación; (fue conmovedor escuchar en “Otro tema” el testimonio de la madre de Ingrid Betancourt) y la constancia sostenida sin vacilaciones por el amor, enfrentando intereses económicos e ideológicos. A las descalificaciones machistas, sin embargo, se añaden las de una oposición que ya ha dogmatizado el fracaso económico y político de Cristina. Esa previsión responde no sólo a sus propios intereses sino también a los de personeros de quienes necesitan que el Estado se debilite, mientras persisten libres de toda acusación y más aún como acusadores, los empresarios, economistas, instituciones privadas y capitales radicados para robarnos. Creo que aun la postura más crítica, si quiere ser honesta y patriota, debe tratar de fortalecer el proyecto de la actual gestión, a pesar de las justificadas críticas que pueden hacerse a su cumplimiento concreto en el pasado. No es novedad que nuestros gobiernos son hábilmente manipulados por intereses extranacionales y que incluso esos intereses toleran ciertos desplantes de independencia y soberanía. Pero, aun cuando se trate sólo de desplantes, resulta infantil ponerse en contra de los gestos que, al menos mantienen viva la esperanza de que alguna vez esas aspiraciones puedan convertirse en realidad. La reunión de los siete presidentes para el plan de constitución el Banco del Sur es ya un antecedente muy positivo. Creamos y queramos una marcha hacia delante, con libertad y mayor justicia distributiva. (José Guillermo Mariani pbro.) |
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