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Un nuevo Concilio...LLAMAMIENTO A FAVOR DE UN PROCESO CONCILIAR, CON LA PARTICIPACIÓN ACTIVA DEL PUEBLO DE DIOS.Los grupos cristianos firmantes queremos manifestar nuestra voluntad de
impulsar en la Iglesia Católica un PROCESO CONCILIAR para expresar libremente,
como parte del Pueblo de Dios, qué Iglesia queremos, escuchando con humildad y
entrañas de misericordia lo que el Espíritu nos pide -a través de la sociedad
y de los signos de los tiempos- a los/as seguidores/as de Jesús. La Opinión Pública se ve sacudida a menudo por noticias que ponen de relieve las graves contradicciones que aquejan a nuestra Iglesia. Mientras que en la sociedad avanza la defensa de los Derechos Humanos, en la Iglesia se mantienen estructuras autoritarias, elitistas y patriarcales que desacreditan la labor evangelizadora y humanizadora de muchos de sus miembros. Precisamente, a lo largo de este año, se han producido sucesos que hacen referencia a la contradictoria posición del Vaticano respecto al diálogo ecuménico, a su irresponsable y desencarnada política sobre medios anticonceptivos, al comportamiento sexual indigno de algunos miembros del clero, al oscuro manejo de las donaciones de los fieles o las conversaciones con grupos fundamentalistas para su reintegración en la Iglesia. Por estas y otras muchas razones, nos sentimos en la necesidad de expresar en voz alta, una vez más, el dolor y el descontento con el que intentamos mantenernos en la Iglesia, fieles a Jesús, millones de personas católicas de todo el mundo. Proclamamos nuestra voluntad de impulsar un PROCESO CONCILIAR, libre y participativo, al que desde este momento invitamos a todos nuestros hermanos y hermanas en la Fe del Cristo Resucitado. Dicho proceso irá convergiendo en los próximos meses con las iniciativas que, en el mismo sentido, están poniendo en marcha otras redes y organizaciones católicas y ecuménicas de todo el mundo, que trabajan a favor del cambio social y eclesial. OBJETIVOS Nos anima el deseo de que la Iglesia Universal evolucione en sus estructuras y planteamientos, para hacerla más coherente y profética, como humilde portadora del mensaje que comunica Jesús. Queremos que el camino a recorrer sea fuente de experiencias y aprendizajes; que los esfuerzos por servir a Dios y a la Humanidad, interpretando los signos de los tiempos, nos abran a nuevas perspectivas y posibilidades. Buscamos que los cambios que hayan de venir sean ampliamente debatidos y acordados por toda la comunidad cristiana, dejando un amplio margen para la coexistencia de una pluralidad de perspectivas y experiencias, nucleadas en torno al Evangelio como fuente de Sabiduría y Esperanza. Apostamos por un debate fraterno, sereno y respetuoso en el que todos y todas, clérigos y laicos podamos decir nuestra palabra sin ser amenazados o excluidos. Sentimos la necesidad de cambiar también nuestras actitudes, reconociendo el papel de todos aquellos hombres y mujeres que, con honestidad y buen corazón, trabajan, desde diversas instancias de la Iglesia, para construir el Reino. TEMAS Los miembros de la Iglesia debemos poder pronunciarnos libremente sobre las
cuestiones que nos preocupan; esa agenda deberá construirse teniendo en cuenta
la pluralidad de perspectivas teológicas y eclesiológicas que coexisten en
nuestra Iglesia. A lo largo de los últimos años, un gran número de personas y
organizaciones eclesiales venimos resaltando la necesidad de debatir, entre
otros temas, los siguientes:
MÉTODO El PROCESO CONCILIAR debería expresar la pluralidad de situaciones y
sensibilidades que coexisten dentro de la Iglesia; por esta razón, llamamos a
un desarrollo de la creatividad para encontrar fórmulas adaptadas a cada
contexto. Sugerimos que se tengan en cuenta los siguientes criterios: Buscar la máxima participación posible, tanto en términos cuantitativos como cualitativos, valorando positivamente la diversidad y pluralidad de perspectivas. Garantizar el respeto y el reconocimiento que merecen todas las personas, sea cual fuere su papel en la Iglesia y su opinión acerca de cómo ésta debe evolucionar. Facilitar que se escuche la voz de todos los hombres y mujeres laicos, pobres, inmigrantes, gays y lesbianas, divorciados, teólogos y clérigos disidentes y de cuantos han sido injustamente represaliados o excluidos. Escuchar también la voz de quienes no se sienten miembros de la Iglesia Católica, pero que pueden ofrecer una visión enriquecedora acerca de sus planteamientos, de sus prácticas y, en general, del papel de la Iglesia y de sus miembros en la sociedad. Dialogar de forma serena y transparente, dando publicidad a las diferentes ideas y a los debates, ofreciendo cauces diversos de participación en ellos. Hacer llegar la información a nuestros obispos, a las diferentes comunidades eclesiales, a las organizaciones sociales y a los Medios de Comunicación, compartiendo visiones y conocimientos. «El vino nuevo no puede contenerse en odres viejos» Las organizaciones eclesiales que suscribimos este llamamiento somos conscientes de la dificultad que un PROCESO CONCILIAR como el que proponemos puede encontrar en las actuales estructuras de la Iglesia, pero como cristianos y cristianas que amamos a nuestra Iglesia y nos sentimos corresponsables de ella, sabemos que el vino nuevo no puede contenerse en odres viejos, por eso queremos tomar la iniciativa, de una forma práctica y decidida, para hacer así nuestro aporte a su regeneración y renovación. Quizás nuestros obispos puedan algún día hacerse eco de la llamada que desde este momento les hacemos para impulsar activamente este proceso; incluso cabe la posibilidad de que, algún día, el sucesor de Pedro convoque un nuevo Concilio Ecuménico. Si es así, nuestro deseo es que dicho Concilio no deje al Pueblo de Dios en una posición de espectador pasivo, contemplando lo que sus ministros hablen y decidan por él. Llegado ese momento, deseamos que el PROCESO CONCILIAR haya abierto, aunque sea de forma modesta, caminos a la participación. En cualquier caso, esperamos que contribuya proféticamente a alentar la llama del cambio y, sobre todo, a potenciar una mayor capacidad reflexiva y autonomía evangélica en las Bases de la Iglesia. A fecha 4 de abril de 2001 (*), suscribimos este llamamiento las siguientes
redes y colectivos: ÁGORA, DEBATES DESDE LA FE (La Rioja - España) |
Número de visitas desde la Pascua del 2001
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