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Palos en la rueda  

Una vez más la intervención de una organización de reconocida tendencia conservadora católica, con pretensiones de suplir las deficiencias eclesiásticas en el juicio condenatorio de las conductas morales y éticas, ha logrado la decisión de un tribunal civil que desautoriza una política de estado encaminada a disminuir los abortos con su doble consecuencia de muertes de embriones y de embarazadas. El principio sustentado es que el placer sexual es ilegítimo y antinatural si no está ligado directamente con la generación de la vida. No importa que científicamente no se pueda establecer que algunos métodos llamados anticonceptivos son realmente microabortivos. No importa que haya argumentos muy serios en pro y en contra de esa posición. Ellos la convierten en dogma. No importa que una concepción no querida o resultado de violación pongan en situación y voluntad de abortar a quien la vive, ni que realmente haya estadísticas sobre la multiplicación de estos casos. “Si hubo placer, hay que aguantárselas” es la afirmación irrefutable.

Lo curioso es que se anticipan a la intervención de la iglesia oficial atribuyéndose la potestad de reemplazarla. Cuando, aún supuesto un pronunciamiento definitivo y claro por parte de las máximas autoridades eclesiásticas, como esto pertenece al orden científico y no religioso o de la revelación cristiana, nunca puede llegar a confundirse con un dogma o una verdad indiscutible.

Con respecto a la afirmación condenatoria de la píldora del día después que ha motivado la decisión del tribunal, junto a opiniones científicas muy respetables que ya han sido publicadas, me permito transcribir literalmente la de quien fue durante 25 años Director del departamento de bioética del Instituto de Ciencia de la Vida en la Universidad Católica de Sofía (Japón) y ha dirigido la cátedra de Bioética en la Universidad de Comillas (España) del 2004 al 2006.

A la pregunta ¿hasta qué punto es correcto moralmente informar sobre métodos que puedan provocar la interrupción de una vida, por ejemplo, la píldora del día después?

Responde: No sólo es correcto sino recomendable para prevenir el aborto, aunque esta recomendación ha de ir acompañada por las informaciones correctas sobre el punto de vista médico, psicológico… etc. La píldora del día siguiente, los dispositivos intrauterinos y los procedimientos (lavado, etc.) a los que se recurre después de una violación por ejemplo, no son abortivos sino interceptivos. Interrumpir responsablemente, con razones justificadas un proceso encaminado a constituir una vida humana individual y personal (pero que aún no se ha constituido) no es lo mismo que abortar esa vida una vez constituida. *

En una cuestión que tiene que ver directamente, como fundamento ético válido para todos, no puede descartarse la visión científica. Si no debería justificarse la opinión de Santo Tomás de Aquino que influenciado por la visión aristotélica sostenía que la materia del óvulo fecundado no tenía forma humana no podía considerarse como ser humano o la de quienes veían en el espermatozoide un homúnculo y condenaban por eso la eyaculación voluntaria. Si la ciencia no ha podido pronunciarse con certeza, la autoridad civil responsabilizada del bien común no tiene por qué dejarse influenciar por posiciones religiosas basadas en principios discutibles.

Por ahora el pronunciamiento del tribunal cordobés por dos votos contra uno, ha producido el efecto buscado por los demandantes. Sin defender los intereses descomunales que todos reconocen en la industria farmacéutica, y la propaganda publicitaria que afirma la inocuidad y eficacia para la salud, de todas las nuevas drogas, aunque después de un tiempo deban ser reconocidas como peligrosas o directamente venenosas, no hay por qué descartar una cantidad de casos concretos que no pueden abarcarse con una medida general en cuestiones absolutamente personales. La ética impuesta, en estos casos, no es ética humana, a mi parecer..

 

José Guillermo Mariani (pbro)

* Tertulias de bioética p.80.-Juan Masiá Clavel, SJ


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Última modificación: 30 de July de 2010