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Los Errores se pagan. “Papita pa´l loro”Los errores se pagan. Si esto, en general, es bastante cierto, lo es más aun en política y más todavía en tiempos electorales. No olvidamos aquel encendido discurso del peronista Herminio Iglesias cuando casi en el fin de campaña, “al conmigo o sinmigo” añadió la quemazón de un ataúd con las iniciales de la U.C.R aludiendo a su rival Alfonsín. Los errores suelen producirse por una excesiva confianza en sí mismo, o en las encuestas favorables o en la asesoría entusiasta y halagadora que suele tarde o temprano constituirse en el cerco más temible de los poderosos. El mismo personalismo autoritario que permitió al presidente Kirchner tomar ventaja absoluta sobre sus predecesores en las decisiones de empezar a saldar una deuda pendiente y a curar heridas que hacían imposible toda reconciliación o entendimiento entre los argentinos, le jugó una mala pasada en el caso de Misiones con resonancia nacional, y ahora con los episodios patagónicos. Visto desde afuera, el panorama neuquino y santacruceño apareció como muy importante desde el comienzo. Los reclamos gremiales, a los que se sumaron los de los docentes, en situación salarial deplorable, no dejaron dudas de que se trataba de aspiraciones absolutamente justas. La represión policial y la muerte del maestro Fuentealba levantaron las llamas hasta el incendio. El presidente que se califica a sí mismo como “pingüino”, y conoce su región, no pudo pensar, con un análisis medianamente objetivo, que se trataba sólo de una maniobra desestabilizante por parte de la oposición. Desde luego que la oposición, que hasta ahora no tiene propuestas superadoras y convincentes, ha optado por una táctica de denuncias hurgando el pasado del presidente con el origen de sus propiedades y todos los detalles reprobables de su administración como gobernador, sirviéndose de todas estas circunstancias para afirmar el descrédito de su persona y su gestión presidencial. En criollo diríamos “papita pa´l loro”. Pero el conflicto, muy especial, por la región en que se desarrolla, tan ligada a la carrera política de Kirchner debió, y al parecer, pudo solucionarse con mayor diligencia e inmediatez, ya que es un secreto a voces que el presidente maneja los hilos decisorios en la administración de esas provincias. La sorpresa de Alicia Kirchner ante la agresión sufrida en las calles de “su” ciudad es explicable como parte de una convicción de que todo estaba resuelto con el cambio de gobernador. La pertenencia a su ciudad, se ha vuelto ahora exigencia de su ciudad. Una manifestación más, de que los errores se pagan. ¿Cómo se las arreglará el Gobierno para acallar las protestas sureñas que, en este clima, llegan fácilmente hasta la violencia y la represión? ¿Logrará hacer retornar la calma necesaria para evitar repercusiones electorales adversas? Y juega todavía un elemento más. Aunque la casi totalidad del clero santacruceño (medio centenar) recibe sueldo oficial como capellanes de distintas reparticiones de las fuerzas de seguridad, capitaneado por el obispo Romaní y sin desaprobación de Bergoglio, se ha pronunciado en bloque contra del gobierno, constituyendo así un valioso refuerzo para la oposición política. En el ambiente de disimulada tensión Gobierno-Iglesia, los acontecimientos patagónicos pueden calificarse, también en este caso, como “papita pa´l loro” José Guillermo Mariani (pbro) |
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