Por una
Iglesia consecuente con la defensa de los Derechos Humanos (manifiesto de 10
puntos de Somos Iglesia)
Desde la Fe en el Evangelio trabajamos cada día para que
nuestra Iglesia se entregue plenamente a la defensa de la dignidad humana, pero
en ella todavía existen Instituciones, normas y comportamientos que contradicen
tal compromiso.
A esta celebración queremos aportar un decidido esfuerzo por seguir construyendo
una Iglesia consecuente con la defensa de los Derechos Humanos. Por tanto, como
cristianos y cristianas nos comprometemos a seguir construyendo:
1. Una Iglesia
solidaria y testimonialmente pobre, seguidora del mensaje de Jesús y
comprometida con la liberación de los empobrecidos, oprimidos y excluidos del
mundo.
2. Una Iglesia
de hermanos y hermanas, en la que mujeres y hombres tendremos la posibilidad de
acceder en igualdad de derechos a cualquier ministerio al servicio de las
comunidades.
3. Una Iglesia
participativa y democrática en la que todos y todas, a través de las Iglesias
locales, podemos participar en la elección de nuestros ministros y ministras.
4. Una Iglesia
en la que el celibato será fruto de la libre elección personal. Sin que
constituya norma de obligado cumplimiento para nada ni nadie.
5. Una Iglesia
en la que la
sexualidad se valorará de forma positiva, como una
dimensión más del ser humano, abierta en sus posibilidades y expresiones, sean
heterosexuales u homosexuales; y que reconozca la capacidad de decisión sobre la
base de la conciencia personal.
6. Una Iglesia
que no amenaza ni excluye a nadie, acogedora y comprensiva con un mensaje basado
en el Amor de Dios a sus hijos e hijas y en la gran llamada a vivir en comunidad
y construir fraternidad.
7. Comprometida
con la defensa de la Naturaleza –Creación de Dios- y el respeto al medio
ambiente.
8. Una Iglesia
multicultural e inculturada en la diversidad de imágenes, lenguajes y
expresiones de la Fe nos enriquecerán y ayudarán a encontrar nuevos caminos para
acercarnos a Dios.
9. Una Iglesia
comprometida con el ecumenismo y en un proceso de encuentro con otras religiones
a través de las que también se nos revela Dios.
10. Una Iglesia
abierta a trabajar codo con codo con personas y grupos sociales, que aún
partiendo de concepciones diversas, nos encontramos sinceramente en la lucha por
la justicia social, la paz, la libertad y la felicidad para todos los seres
humano
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