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Declaración de líderes religiosos del mundo a propósito del décimo aniversario del Año Internacional de la Familia
El 6 de diciembre de 2004, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas celebrará el décimo aniversario del Año Internacional de la Familia, que fue proclamado para crear conciencia sobre la familia y promover políticas que mejoraran su bienestar. Como líderes religiosos y tradicionales del mundo entero, celebramos y respaldamos a la familia en su diversidad de formas. En reconocimiento del Año Internacional de la Familia, hacemos un llamado a líderes de todo el mundo a resguardar los derechos humanos de todos los y las integrantes de la familia humana. Recordamos la Resolución de 2003 adoptada por la Asamblea General durante los preparativos para la celebración y observancia del décimo aniversario del Año Internacional de la Familia. Reconocemos y afirmamos que los principales instrumentos de derechos humanos de Naciones Unidas, así como sus planes y programas de acción globales, reclaman la más amplia protección y la mayor asistencia posibles a las familias. Suscribimos la idea de que en los diferentes sistemas culturales, políticos y sociales existen familias de diversa estructura y apariencia. Afirmamos que la equidad entre mujeres y hombres y el respeto a los derechos humanos de todas las personas son esenciales para el bienestar de la familia y de la sociedad en general. Al referirnos a la importancia de la familia en el mundo, celebramos las funciones fundamentales y trascendentales que las familias desempeñan en las sociedades: las familias se ocupan del cuidado de los niños, los ancianos y los enfermos. Las familias pueden proporcionar seguridad y estabilidad. En el mejor de los casos, las familias suministran un espacio seguro para el desarrollo de relaciones humanas justas, íntimas, saludables y sagradas, así como para experimentar la bendición de la ayuda mutua. Las familias hacen promesas y las cumplen, también albergan los valores centrales de la caridad y del perdón. Las familias son indispensables para la creación de comunidades cuyos integrantes vean los unos por los otros y se apoyen mutuamente. Sean nucleares o extensas, estén encabezadas por madres y padres, por parejas del mismo sexo o por un solo padre o madre, estén formadas por parejas sin hijos o tengan una prole abundante, las familias aportan cualidades de enorme valor a las comunidades en las que viven. Todas las familias, tanto las ortodoxas como las heterodoxas, deben ser protegidas y apoyadas por los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y los líderes tradicionales y religiosos. A medida que nuestra comprensión de la familia y de la persona humana ha evolucionado con el transcurso del tiempo, se ha ido enriqueciendo con la teoría moderna de los derechos humanos, la cual reconoce los derechos humanos individuales de todas las personas, particularmente los de mujeres, niñas y niños. Consideramos los derechos civiles y legales individuales como un componente esencial de la promoción de familias saludables. El reconocimiento de los derechos individuales contribuye al respeto de cada uno de los miembros de la familia independientemente de su sexo o edad, y permite a las familias estructurarse en formas creativas y dinámicas para enfrentar sus propias e irrepetibles circunstancias y necesidades. Estas libertades favorecen la satisfacción de las necesidades y el mejoramiento de la situación de niñas, niños y adolescentes, personas ancianas, desempleadas, discapacitadas, enfermas, débiles y solteras en todas las etapas de su vida, así como de las personas y parejas que no tienen hijos. Algunos integrantes de nuestra diversa familia religiosa consideran que Dios ha establecido una única estructura familiar. En esa estructura, los varones deben ejercer la autoridad y las mujeres así como los niños y niñas deben someterse a sus órdenes. Muchos de quienes suscriben ese modelo se relacionan amorosa y respetuosamente con todos los miembros de la familia. Sin embargo, ni ésa ni ninguna otra estructura garantiza la justicia en el seno familiar. Con ocasión de este décimo aniversario del Año Internacional de la Familia, deseamos reconocer y celebrar que ese modelo no corresponde a la única estructura ni a la única composición válida y moralmente legítima de la familia, ni debería ser promovido como tal. A medida que comenzamos a celebrar este décimo aniversario, deseamos también recordar que muchos destacados líderes de las religiones del mundo fueron integrantes de diferentes estructuras familiares, muy poco parecidas a las que promueven numerosos líderes religiosos contemporáneos: Abraham tenía una concubina; el príncipe Siddhartha (que se convirtió en el Buda) abandonó a su familia para seguir su propio camino espiritual; Jesús eligió no casarse; Lao-tze, fundador del taoísmo, no tuvo hijos; y Mahoma tuvo más de una esposa. En la actualidad, muchas familias se parecen más a las de esos líderes religiosos legendarios que a las que se estructuran en torno a la autoridad del varón. Este último modelo está más arraigado en la tradición victoriana anglosajona tardía que en cualquier tradición religiosa. Como personas de fe y compasión, estamos llamados a no exagerar ni denigrar la idea e importancia de la familia sino, por el contrario, a aceptar con misericordia y gratitud la diversidad y complejidad que caracterizan a nuestras más íntimas relaciones sociales. Celebramos la existencia de movimientos sociales que ofrecen respaldo a las familias, entre los cuales se encuentran las teologías de la liberación, los movimientos a favor de los derechos humanos, y los que promueven la justicia social, comunitaria y feminista. Agradecemos a aquellas personas cuyos esfuerzos contribuyen a modificar las actitudes de la sociedad para favorecer el mejoramiento de la familia, así como el realce y la ampliación de los papeles que desempeñan mujeres, hombres y niños, promoviendo la igualdad de derechos para las mujeres y la vigencia de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Al trascender el modelo según el cual los hombres deben desempeñarse en la esfera pública y las mujeres en la familia, hemos liberado tanto a hombres como a mujeres para que puedan ser ellos mismos. La labor de ese tipo de movimientos a favor de la eliminación de la violencia y la discriminación contra las mujeres y en la promoción de leyes equitativas que permiten tanto a las mujeres como a los hombres solicitar licencias de maternidad o de paternidad, ha fortalecido a la familia. Valoramos la contribución de los movimientos que estimulan a los varones a realizar pacíficamente tareas relacionadas con el cuidado de los niños y a asumir responsabilidades iguales en la crianza de los hijos y en la formación de valores en ellos. Mientras celebramos la diversidad de las familias y de sus funciones fundamentales, expresamos también nuestra preocupación por la carencia de protección y apoyo que sufren las familias y sus integrantes en la actualidad. Los miembros de familias extensas, las amigas y amigos, las comunidades y los líderes religiosos y tradicionales son, todos ellos, fuentes potenciales de orientación moral para niñas, niños y adolescentes. Especialmente cuando la autoridad de los padres está ausente o es abusiva, nuestras redes de apoyo, auxiliadas por los gobiernos y la sociedad civil, deben asegurar que los niños, niñas y adolescentes reciban orientación y cuidado, puesto que ellos también merecen una estructura “familiar” en la que puedan desarrollarse como personas saludables, informadas y éticas. Por lo tanto, · Hacemos un llamado a los gobiernos para que instrumenten políticas y leyes que mejoren el apoyo a las familias, tomando en cuenta la pluralidad de sus formas y el número creciente de familias monoparentales. · Demandamos el alivio de la deuda de los países pobres, de modo que el desarrollo económico y social puedan ser sostenidos y las familias puedan recibir apoyo por parte de sus gobiernos. · Llamamos a poner fin a las guerras de agresión y a la degradación del ambiente, puesto que ambos fenómenos dañan a las familias. · Demandamos la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres y los hombres, las niñas y los niños, así como la supresión de los matrimonios infantiles y la mutilación genital femenina. · Hacemos un llamado a la equidad de género para niñas y mujeres y al acceso universal a una amplia gama de servicios e información reproductivos y sexuales. · Apelamos a nuestros compañeros líderes religiosos de todos los credos y convicciones para que reconozcan y ofrezcan apoyo moral a las familias en todas sus diversas formas de composición, estructura y funciones.
En conclusión, defendemos el reconocimiento, la afirmación y la protección universales y permanentes de los derechos humanos básicos de todos los integrantes de la familia en sus identidades individuales y colectivas; aplaudimos los esfuerzos de los adultos responsables que construyen diversas estructuras familiares capaces de honrar y proteger a las y los niños, especialmente aquéllos que son vulnerables, y afirmamos la igualdad de derechos de mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños, puesto que es una condición esencial para la paz y la vigencia de los derechos humanos, la democracia, el desarrollo económico sustentable y el progreso general de la humanidad.
Firmas: Las organizaciones se enlistan exclusivamente para su identificación.
Prof. Denise Ackermann, D.Th. Anglican Church Faculty of Theology, University of Stellenbosch South Africa
Prof. Dr. Pedro L. Arias Catholic Universidad del País Vasco Spain
Marsha Atkind
President, National
Council of Jewish Women
Dorothée Bauschke Roman Catholic Biblist Belgium
Dallas A. Blanchard, Ph.D.
Sheila Briggs, M.A. Roman Catholic Professor, University of Southern California USA
F. Peter Brinkman Associate Director International Committee for the Peace Council USA
Fr. Julián Cruzalta, O.P. Roman Catholic Executive Director, Comunidad Magdala Mexico
Sharon Danner, M.Ed Roman Catholic Board of Directors, Call to Action of Northern Virginia USA
Edd Doerr Unitarian Universalist Humanist Immediate past president, American Humanist Association USA
Rev. Marvin M. Ellison, Ph.D. Presbyterian Church (U.S.A.) Bangor Theological Seminary USA
Farid Esack Muslim Besl Professor and Ethics, Religion and Society Chair Xavier University South Africa, resident in USA
Susan A. Farrell, Ph.D. Roman Catholic Professor of Behavioral Sciences & Women's Studies Kingsborough Community College USA
Rev. Roger D. Grow Parish Minister, Congregational United Church of Christ USA
Prof. Paul H. Gundani, Ph.D. Roman Catholic Department of Church History University of South Africa Zimbabwe, resident in South Africa
Mary E. Hunt, Ph.D. Roman Catholic Co-director, WATER (Women's Alliance for Theology, Ethics and Ritual) USA
Pinar Ilkkaracan
Founding Director, Women for Women's Human Rights (WWHR)- NEW
WAYS
Rabbi Steven Jacobs Temple Kol Tikvah USA
Catherine Keller United Methodist Professor of Theology Drew University, The Theological School USA
Ouyporn Khuankaew, International Women's Partnership for Peace and Justice(IWP) Chiang Mai, Thailand
Professor Tony Coady, Roman Catholic Professorial Fellow in Applied Philosophy Centre for Applied Philosophy and Public Ethics University of Melbourne Australia
Rev. James Martin-Schramm, Ph.D.
Evangelical Lutheran Church of America USA
Prof. Pilar de Miguel Teóloga católica Bilbao Spain
Rev. Barbara Eaton Molfese Unitarian Universalist Chaplain, Boulder Valley Women's Health Center Boulder, Colorado USA
Rosemary Radford Ruether, Ph.D. Roman Catholic Professor of Theology, Pacific School of Religion USA
Gotzone Sagardui Roman Catholic Arnasatu, Basque Country University Basque Country Spain
Ulla Sandbaek Lutheran Minister Former Member of the European Parliament Denmark
Prof. Suwanna Satha-Anand, Ph.D. Buddhist Chulalongkorn University Thailand
Arvind Sharma, Ph.D., M.Th. Hindu Birks Professor of Comparative Religion McGill University Canada
Emilie M. Townes American Baptist Churches USA Carolyn Williams Beaird Professor of Christian Ethics Union Theological Seminary, New York USA
Ven. Karma Lekshe Tsomo, Ph.D. Buddhist Assistant Professor Theology and Religious Studies University of San Diego USA
Dr. Lonnie Valentine Religious Society of Friends (Quaker) Professor of Peace & Justice Studies Earlham School of Religion
Ana Vicente Roman Catholic Researcher and Author Portugal
Rev. C. Joshua Villines The Alliance of Baptists/UCC Associate Pastor The Virginia-Highland Church (Baptist/UCC) USA
Gretta Vosper United Church Chair, Canadian Centre for Progressive Christianity Canada
Sara Winkowski Jewish President of the International Council of Jewish Women Uruguay
Les pedimos que por favor difundan
esta declaración entre lideres
religios@s.
Quien desee apoyar la declaración con su firma debe enviarme un mensaje a mí,
Joe Sandillo, a
jsandillo@catholicsforchoice.org , incluyendo: nombre, religión
o tradición, y cargo y organización (sólo para identificarse). |
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