María en los Documentos de la Iglesia
(P. Horacio Saravia)
Pensando cómo podía encarar el tema de María en los documentos de la Iglesia,
y sabiendo que Uds. habían primero considerado ese tema tan fuerte de María
peregrinando en la Biblia y el otro de María en la devoción popular, la Virgen
acompañando al pueblo en momentos tan importantes de su historia, para
encontrar un hilo conductor se me ocurrió pensar en los dogmas marianos tan
discutidos, producto de fuertes divergencias antes de llegar a la declaración
dogmática. Algunos, con fuerte fundamento
bíblico, otros mucho menos. Pero, viéndolo de modo positivo, todos señalando
el impacto de la figura de la Virgen dentro de la Iglesia.
Creo
que aun los hermanos evangélicos con quienes en este aspecto tenemos graves
diferencias, acordamos en que siendo marianos somos cristianos porque
María ha sido la mejor discípula de Jesús.
Hablar
de María en todos los Documentos sería demasiado extenso. Con mayor brevedad y
de modo más certero, las definiciones dogmáticas nos van a acercar a esa
historia de la Virgen influyendo a través de estos dos mil años en la historia
de la Iglesia.
Maternidad divina
Decimos, con toda claridad que María es madre de Dios. Lo
dice el evangelio. No hace falta buscar muchos argumentos.
Sí
es importante entender qué significa eso de ser “madre de Dios”.
Lo
primero es que María es “madre”, madre
de Jesús. Pero también es “madre de Dios”.
Y
es aquí en donde encontramos las primeras fuertes discusiones en el seno de la
Iglesia. Un Arzobispo de Constantinopla, ex monje antioqueno, en el 428 afirmaba
que María no es la madre de Dios. Era muy buen orador y decía “me
escandalizo de ver a Dios envuelto en pañales o muerto en una cruz” “Me
escandaliza que la eternidad pueda tener un comienzo temporal.”
María
no es la madre de Dios, es la madre del hombre Jesús. En última instancia, es
la madre del Cristo. Pero nunca la madre de Dios. Así se armó también. Estaba
tocando un principio que se había
ido consolidando a través de tres siglos. La cuestión fue tan grave que fue
llevada a un Concilio, el de Efeso, en donde se discutió con toda dureza.
¿Cómo
llegaban Nestorio y sus discípulos, entre otros, Teodoro de Mopsuest, a esa
conclusión?
Las
dos naturaleza están unidas accidentalmente. El hombre, la humanidad de Jesús
está en la divinidad como en un Templo. Por lo tanto María ha sido madre
solamente del hombre que estuvo en el Templo de Dios.
Ya
el Concilio de Nicea había dicho en el Credo : “nació de María la
virgen”. Pero ¿quién nació? El hombre que fue artesano, carpintero o ¿el
Dios llamado Jesús?
La
discusión se explica también por otros motivos. Nestorio y sus seguidores eran
de la escuela de Antioquía. Y los que defendían la maternidad divina eran de
la escuela de Alejandría. Los de Antioquía estaban más allá de las
fronteras. Y, cuando se está en el límite, se piensa con más libertad. Se está
más lejos de los organismos de control. Por eso también la escuela antioquena
ha sido más racionalista. El pensamiento en cambio, de la escuela alejandrina
fue siempre más respetuoso de la tradición y la disciplina, y más censurado
de cerca. No había malas intenciones, había intento de profundización con
libertad de pensamiento. Todo esto se volcó en Efeso. Finalmente, el pueblo de
Efeso, en donde se decía que María había vivido muchos años con Juan, elaboró
esa segunda parte del Ave María que nosotros rezamos añadiéndola a las
palabras de la Anunciación : Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Esta parte del Ave María es de
origen popular.
Una
gran lección: en el debate y en la expresión de las ideas está el secreto de
llegar a la verdad considerándola en todos sus aspectos. Ni todos los herejes
son malos, ni todos los ortodoxos son buenos. A veces se da todo lo contrario.
La Inmaculada Concepción
También éste dogma ha sido producto de una discusión al
menos centenaria. Porque no tiene claras raíces bíblicas.
¿Qué
se entiende por Inmaculada Concepción?
Cuando
en Lourdes Bernardita ve a María, ella le dice “Yo soy la inmaculada concepción”.
No tiene que haber entendido nada Bernardita. Como muchos de nuestros católicos
que festejan la Inmaculada Concepción pero no saben qué es.
La
Iglesia entiende que María fue inmaculadamente concebida, es decir que fue
preservada de cualquier pecado y concupiscencia desde su nacimiento. Mirando la
Patrología, ningún Padre habló de la Inmaculada Concepción. Sí hablaron de
una mujer “sin pecado” como culpa nacida de una opción de su libertad.
Hacia
el siglo VII apareció en Constantinopla en la devoción popular. Recién en el
siglo X prendió en Occidente trasladada por unos monjes británicos y aquí se
fue expandiendo con el escándalo de los principales teólogos de Occidente.
Recién
en el siglo XII se introduce en la Europa continental. Los monjes son expertos
para suscitar devociones populares. Es una característica de ellos casi hasta
el Renacimiento.
Teólogos
archirespetados por la Iglesia, se escandalizan de esa devoción. El primero que
lo niega fue San Bernardo de Claraval. San Alberto Magno, San Buenaventura, y el
mismo Doctor Angélico Santo Tomás de Aquino estuvo en contra de este
privilegio mariano.
Durante
la edad media y la alta escolástica esta afirmación de la Virgen
inmaculadamente concebida fue más bien de devoción popular consolidada por la
predicación monástica. Hasta que un teólogo (yo le tengo una gran simpatía)
Duns Scoto , un franciscano que, mientras Santo Tomás y la escuela dominicana
ponían gran insistencia en la fe, él se
apoyaba en el amor que brotaba de la devoción popular. Todo va orientado a la
redención de Jesús y entonces todo aquello que se relaciona a Jesús es tocado
por esa redención, y por tanto María es preservada del pecado original. Ya el
Concilio de Basilea (1429) habla de la Inmaculada Concepción. Pero el problema
de este Concilio es que todas las conclusiones de este Concilio fueron anuladas
por el Papa Eugenio IV que se peleó con los Padres conciliares.
Luego
el Concilio de Trento al hablar del pecado original aclara, al afirmar que todos
lo heredamos, que "no hablamos de María la Virgen"
San
Pío V le baja la caña a un tal
Bayo que decía que, después de Cristo, todo el mundo tenía pecado original.
(San Pío V es creador de la Diócesis de Córdoba). Este Bayo fundó
después un movimiento que llamó “jansenista” que sostenía que
Cristo redimió a muchos, pero no a todos.
Y
finalmente, el 8 de diciembre de 1854 Pío IX, previa consulta al episcopado
universal, contando con una cuasi unanimidad, dogmatiza la afirmación de que
María ha sido concebida sin pecado original.
La virginidad de María
También este aspecto fue muy discutido. El “antes”,
“durante” y “después” del parto fijaron puntos muy polémicos.
Creo que, a pesar de haber engolosinado a tantos teólogos, esta discusión
resulta inútil. Lo importante es que María dio a luz a Jesús. ¿en qué
consiste la virginidad en el parto? Afirmarla supone un estar al día
perfectamente en que consiste esto. Un médico lo explicaría seguramente mejor
que yo.
Lo de después del parto es la discusión más insoluble.
¿Tuvo otros hijos? La Biblia habla de hermanos. No llega a afirmar que son
hijos de María. ¿Es esto necesario?
La Iglesia , oficialmente, sostiene la virginidad antes,
durante y después del parto. Repito que la cuestión no puede dirimirse sin
acordar qué se entiende por “virginidad”.
La Asunción en cuerpo y alma a los cielos
Primero, hay que establecer si la Virgen murió o no murió.
La discusión está en que tradicionalmente se habló de la “durmición”.
Pero esta palabra significaba en la antigüedad, el sueño de la muerte. No,
como quiso interpretarlo una corriente exageradamente espiritualista que quiso
preservar a María de lo que ni el mismo Jesús había sido preservado.
Esto no es una herejía ni siquiera afirmación
vanguardista. Es lo que la Iglesia sostiene.
Ser llevado en cuerpo y alma significa que no hay una
separación de partes constituyentes del ser humano sino que es la persona
completa la que es glorificada. “Llevada” con el sentido de transporte no ha
de ser entendido materialmente. Ella participa ya del reino de Dios en plenitud.
Dogma promulgado el 1ro. de Noviembre de 1954 por Pío XII
que, llevó desde la devoción popular y la tradición eclesial a calidad de
dogma de fe este hecho producido con María.-
La mediación universal
El fervor mariano alimentado hoy por las corrientes más
conservadoras en la Iglesia, habla de la posibilidad de definición de un nuevo
dogma. La mediación universal de María. Humildemente creo que, al menos
resultaría tremendamente inoportuno por las discusiones que originaría y por
la barrera que levantaría contra el ecumenismo.
Habría que justificar teológicamente ésta que puede
considerarse devoción popular pero que, al parecer está sobreponiéndose a la
Unica Mediación, la de Cristo.
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