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Proyecto Pastoral Diocesano: “El Rostro de la Iglesia”(Trabajo realizado en base a lo tratado en la reunión de Catequistas Auxiliares y Animadores acerca del tema del Proyecto Pastoral Diocesano) Por M. Cecilia Nazar – animadora 1° Ciclo.
Como miembros de una Parroquia que desde hace ya muchos años vive “comprometida y animada” por el espíritu del Congreso Vaticano II, en constante crecimiento y aprendizaje, no podemos menos que manifestar nuestra alegría esperanzada ante esta “nueva” propuesta de la Iglesia que, desde sus ministros, pregunta “nuevamente “ a sus miembros:¿Cuál es la Iglesia que queremos?. Y otra vez como en Puebla, como en Medellín, como en el Concilio V. II, el Pueblo, el verdadero Cuerpo de la Iglesia se sentará a revisar, planificar, crear estrategias, proyectos, etc. Y como tantas otras veces llegaremos a la conclusión de que lo que queremos, es “vivir” la propuesta de Cristo. Tan simple y tan clara como Él la enseñaba, sin palabras rebuscadas que solo unos pocos privilegiados entiendan. (Jesús hablaba en parábolas para que hasta los niños de su época y los de cualquier otra época, la comprendieran y pudieran hacerla vida). Queremos que “el cristianismo” sea “una forma de vivir”, menos: “miedo”, “culpa” y “magia” y más “Amor” y “Obras”. En la que sean los padres los principales “catequistas”, que transmitan esta forma de vida a sus hijos. Sabemos que la punta de este ovillo está en la familia. (“Que mis palabras sean para ti como una señal atada a tu mano, una marca colocada en medio de tu frente. Enséñalas a tus hijos. Transmítelas ya sea que estés sentado o de pié, acostado o levantado, en tu casa o de viaje.”). Claro que para esto, será necesario que los adultos revisemos, con sensatez, nuestra propia formación cristiana con “ojos de hijos”. De hijos de un Padre que, además de Todopoderoso, es Todo Amor. Creemos que solo creando un “lazo real y afectivo” con El Padre, dejaremos de actuar “negociando nuestra eternidad”, o sea, actuando por la esperanza de “premios paradisíacos” o por temor a “castigos infernales”. Así, comenzaremos a crear un Pueblo de Dios, que pueda disfrutar “en vida” de su Salvación.
Y al mismo tiempo de entusiasmarnos, no podemos olvidar que este proceso ya lo iniciamos en otras oportunidades. Que incluso, ya hay una Iglesia que como “línea pastoral”, se aferra a los cambios conquistados, los defiende de los intentos de “volver atrás”, a la vez que sigue creciendo y aprendiendo esperanzada en “agrandar la mesa” hasta que al fin, “la utopía de la Iglesia que queremos”, simplemente deje de serlo. “No he de
volver atrás porque me niego No he de
volver atrás porque si vuelvo
Entonces, podremos embarcarnos “nuevamente” en la aventura de Rescatar la Palabra, la Propuesta de Cristo. Pero esta vez, “algo tiene que ser distinto”. Hemos aprendido que es necesario “algo más”. Que la intención no es suficiente.... ¿Seremos capaces de añadirle “valentía”?
Mirar no
es suficiente No basta
lamentarse, hay que jugarse Ojalá, con
basuras y con sangre
¿Seremos capaces de “rescatar” la Palabra mutilada, parcializada, ocultada y manipulada durante tantos años en nombre de “poderíos” e “infalibilidades” hasta haberla convertido en generadora de miedos y resignaciones, o lo que es aún peor. sólo en palabras? ¿Seguiremos preguntando al Señor o a su Santo Espíritu cuál es el Rostro que quiere que tengamos? O finalmente nos “arriesgaremos a escucharlo”? Porque Jesús, continuamente, desde hace dos mil años, nos está mostrando el rostro de su pueblo...Nuestro rostro..Somos nosotros, los que mirándonos sinceramente, tendremos que “decidir libremente cambiarlo”. ¿O no nos damos cuenta que Dios Padre nos sigue hablando a través de todas sus creaturas? A través de un mundo que “solo los hombres” nos empeñamos en destruir, o peor aún, en permitir que otros destruyan Los cristianos debemos tener la valentía de aceptar que Jesús encuentra,”hoy”, a su pueblo afectado por los mismos vicios que Él vino a erradicar hace dos mil años. Para Jesús, “todo Amor”,”todo perdón y tolerancia”,existían situaciones que verdaderamente lo enojaban y lo movían a insultar...y feo...(“¡Sepulcros blanqueados!”, “¡Raza de víboras!”).. les decía de frente a quienes tenían la obligación de ser pastores y guías y estaban enaltecidos en sus tronos viviendo una realidad opuesta a la Palabra. Pocas cosas lo enardecían tanto como la hipocresía y el abuso de poder .Tanto como para tomar un palo y arrasar con los negocios que se tejían en torno al Templo, auque tan solo fuera la venta de animales para los sacrificios, o el cobro de la entrada a la “pileta de la purificación” sin cuyas aguas lavadoras , se convertirían en “impuros ante Dios”. (“Al Cesar lo que es del César, A Dios lo que es de Dios.”) Pocas cosas lo enojaban tanto. Tal vez lo único peor que eso sería para Jesús, lo que manifestaba de aquellos que dañaran de alguna manera a alguno de sus pequeños (los niños), ya que de ellos, decía “ser el Reino” y solo “siendo como ellos se podría acceder a Él”.(-“Más les valdría no haber nacido”,decía.- “Sería mejor que se colgaran una piedra del cuello y se echaran al mar”. Pero nunca le oyeron decir:- “Sería mejor que se los ocultara y no se hablara más de ello”. O lo que es peor “se los transfiriera a otro sitio” . ¿Nos atreveremos a escuchar a Jesús, o tendrá que seguir muriendo? En cada guerra que “no frenamos”, en cada catástrofe que “generemos por negligencia o egoísmo”,en cada injusticia producida “merced a las leyes que no hacemos cumplir”. En cada hombre que muera vencido por una de las tantas enfermedades “que ya podríamos haber erradicado”, si no tuviéramos los fondos necesarios, abocados a otros menesteres: “Las armas” ¿Tendrá que seguir muriendo junto a aquellos que con valentía se atreven a discernir, a cambiar “viejas rígidas posturas”, a abrir las puertas a los excluidos, a re-conquistar a los que se apartaron por no sentir a su Iglesia ser “ reflejo de su Dios”.A los que se atreven a “denunciar” y “defender” con la firmeza invulnerable de Jesús ,(que para sembrar trigo arrancaba primero de cuajo hasta la última raíz de cizaña) Pero.. son acallados, sancionados, apartados, exiliados a veces hasta de su propia vida.? Esta vez ¿Seremos capaces de añadir “valentía” para exigir que la Madre Iglesia nos permita cambiar? Porque EL Pueblo, El Rostro, el Cuerpo de la Iglesia, somos todos nosotros, hombres y mujeres, que ya sea desde el Altar o desde los bancos de madera, en una “misma categoría de cristianos” podemos propulsar este torrente que mientras mas caudaloso sea, más difícil será hacer retroceder...... ¿Qué queremos? .¡Sí!,queremos el “discernimiento”.Pero ...¿seremos capaces de sentarnos a debatir con seriedad, con “inteligencia” y “libertad”( que han sido los dones de Dios que nos diferencian de las otras creaturas),lo “que hay que discernir”?¿Diferenciar lo que es la voluntad del Padre, de aquello que los hombres le hemos ido agregando, resultando a veces en graves consecuencias?¿O nos seguirán asustando palabras como divorcio, homosexualismo, celibato, rol de la mujer en la Iglesia etc.? O tal vez seguiremos agiornando de palabras espirituosas, las devotas pero vacías “posturas desgastadas”? ¡Sí!,queremos “la apertura, la libertad”,¿Pero seremos capaces de escuchar a los que no nos quieren, a los que se fueron, a los que tienen otra propuesta, a los que se sintieron excluidos, echados, lastimados, a los desesperanzados, a los enojados..Como lo hizo Juan XXIII en el Concilio Vaticano II ’..Solo escuchando a los que “nos ven feos”, podremos darnos cuenta de: “en qué ”no somos bellos. Y luego, maduros en nuestra fe, reflexionar en ¿qué hay de cierto en lo que escuchamos?. ¡Sí!, queremos “entretejer nuestra fe a la cultura cordobesa.”Pero...¿ seremos capaces de “reconocernos como cristianos” sin censuras, en las pinturas de nuestros pintores, en los poemas de nuestros poetas , en las canciones de nuestros cantores, en la ciencia de nuestros científicos, en los pensamientos de nuestros pensadores, en la experiencia de nuestros ancestros?. Córdoba se ha distinguido a lo largo de la historia como “ciudad que lucha por sus ideales”, siempre a la vanguardia de los cambios y de las conquistas .Con un potencial que arranca desde su cultura ,desde su espíritu inyectado siempre con la fuerza de la juventud estudiantil, que bien plantada en sus raíces, tracciona hacia el futuro y hacia el cambio. Sería fantástico que nos atreviéramos a aprovechar ese “potencial” como diócesis. Que no dejáramos de lado “ésta”, la más característica de las facetas de nuestra “idioscincracia cordobesa”. ¡Sí!, queremos “pedir y otorgar perdones” .Pero teniendo en cuenta que todo perdón, requiere indefectiblemente de un previo “reconocimiento de la falta”, de un “profundo arrepentimiento” y de un propósito “concreto” de enmendarla. ¿Podremos ponerle nombres, rostros o fechas a los perdones pedidos u otorgados?. ¿Seremos capaces de exigir y exigirnos no volver a caer en los mismos? ¡Sí! , “queremos ministros que den testimonio con su vida de la Palabra de Dios”.Queremos que estén en medio nuestro y no “sobre nosotros” (Mc.10,42-45).Que desde “ése” lugar nos guíen y nos animen con idoneidad y entusiasmo. Que estén a la altura de las circunstancias, para contenernos en las dificultades, para acompañarnos en las desdichas. Para darnos consejos “viables”. Para abrir puertas. Para enseñarnos que Dios es Padre y nunca buscaría nuestro sufrimiento (y menos como modo de conseguir beneficios).Que estimulen nuestra creatividad tanto en la generación de recursos para saciar las necesidades físicas y espirituales (el hambre y el frío, pero también la dignidad) de los que menos tienen. Enseñándonos, no solo a “dar”, sino a “cómo dar”.Y también la creatividad para crear un “ámbito dentro de la comunidad”, que atraiga no solo a los adultos y ancianos, sino también a los adolescentes, jóvenes y niños. Que nos ayuden a ensamblar diferencias para obtener de esa “única manera posible”,la armonía y el enriquecimiento constante. Los que vivimos en comunidades con este “espíritu”, sabemos que si bien es “siempre Cristo el Motor , el Centro y el Fundamento”,son sus párrocos, sus religiosas y los que están a cargo como “anfitriones”, los que contagian ese espíritu a sus feligreses e imprimen una “personalidad especial” a cada Parroquia. Y son sus feligreses los que “dan testimonio de la vida en comunidad”, con sus vivencias y sus obras. (Es por eso que cuando pasan por momentos difíciles, son sus feligreses los que los apuntalan, los sostienen y si es necesario salen a defenderlos con fervor, sin perder de vista que es Jesús el único Maestro y el único Señor) .Y a defender los lazos de amor “cuidadosamente cultivados” que pretendan ser rotos “así nomás” por obediencia debida ..Cuando una Parroquia es la continuación de la familia, el dolor o la felicidad de uno de sus miembros se siente multiplicado a toda la comunidad. Y en otros casos, en los que sus ministros actúan en forma tal que (según las palabras de Jesús) “más les valdría no haber nacido”, son sus feligreses los que exigen y luchan contra tremendas burocracias para que “sean apartados” y no solo no hagan más daño, sino que no masillen la confianza puesta en los otros “tantísimos” que están a la altura de la tarea que realizan, en idoneidad y en amor. Y en éstos casos, los feligreses, a veces, lo único que consiguen es que sean ocultados o peor aún transferidos. Advirtiendo, con pesar, que no son esa clase de “perplejidades” las que movilizan al sistema de justicia de la Institución Eclesial con celeridad y eficiencia. Las comunidades dan testimonio de sus Ministros.¿Seremos escuchados esta vez? ¿Seremos escuchados cuando pidamos que sean formados con idoneidad y profesionalismo? Que no se les exijan condiciones de “super hombres o super mujeres” Que se actualice con sano discernimiento, y participación de profesionales idóneos, su formación sexual y la del resto de los cristianos según el enfoque de la Iglesia, respetando profunda y sinceramente la voluntad de Dios creador del hombre en “toda” su integridad. También en lo referente a su “sexualidad. Sí, queremos “actualizarnos”.Jesús, utilizaba los medios a su alcance para llegar a todos. Hablaba en parábolas para ser claro. Trataba de hablar a las multitudes en lugares “de costas” alejándose un poco de la orilla, en una barca, para que sus palabras a modo de micrófono se amplificaran por la mayor acústica del agua. Se preocupaba por realizar sus propias encuestas al preguntar a sus discípulos, uno por uno ¿Qué dice la gente de Mí?.... Si Jesús podía hacerlo hace dos mil años... ¿nos atreveremos nosotros a utilizar los avances científicos y tecnológicos como las encuestas independientes, los medios de comunicación, los foros de opinión, la Internet etc. que tan rápidamente pueden convocarnos? ¿O tendremos que volver a escuchar que “La Iglesia no se maneja con encuestas”, cuando en forma clara y concreta los fieles expresan a través de alguna, su opinión frente a una situación puntual que los atañe? Si nada tenemos que ocultar, y mucho por difundir, tal vez le perdamos el miedo a la palabra “mediático” (en relación a la Iglesia y los medios de comunicación). Las Parroquias que ya disfrutan de una vida “plena” en comunidad, como una extensión de la vida familiar, coincidirán con nosotros en que esto es absolutamente posible de hacer realidad. En que ha de costar mucho porque la vuelta atrás ha sido muy grande. En que llevará tiempo. Que exigirá de mucha comunicación .Que habrá que crecer “desde el pié”, desde los cimientos. Desde los fieles. Y seguramente coincidiremos todos en que ésta vez, a este nuevo “Viaje hacia adentro” deberemos añadirle, mucho coraje, valentía y firmeza. En que necesitaremos del Amor de Dios Padre, del ejemplo y la Palabra de Jesús hijo y sobre todo de la fortaleza, la sabiduría y el, entendimiento del Espíritu Santo. Cuando rescatemos y re-sembremos la Palabra, habremos resucitado a Jesús de tantas “nuevas muertes”. Habremos logrado “ser felices de espíritu” y por añadidura, el Rostro de La Iglesia , “será bello”.
Sobre
flores marchitas Y me crece
el deseo Los miro
deslizase
Notas (1).de “En Carne Viva” poemas y “Sin Tapujos” Pbro. G Mariani. (2)..de “Poemas de Tiempo y Sal” y “Sin Tapujos” Pbro. G. Mariani. (3)..de “Poemas de Tiempo y Sal” y “Sin Tapujos” Pbro. G. Mariani. |
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