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¿QUIÉN VIOLÓ EL TEXTO DE APARECIDA? Eduardo de la SernaPodría no haber sido el Papa sino al Presidente de la misma Conferencia
General del CELAM, el cardenal de Santiago de Chile Francisco Javier Errázuriz
Ossa. Así lo deduce el autor de este escrito, un sacerdote argentino que
colabora con Amerindia, una red de católicos de las Américas con espíritu
ecuménico y abiertos al diálogo, y que informó con sus crónicas casi diarias
sobre el desarrollo de la Conferencia de Aparecida. Entiendo perfectamente que el que está llamado a confirmarnos en la fe nos corrija fraternalmente si hemos errado. Y que -de ser así- debamos reconocer nuestro yerro. Para que nosotros (¡nosotros!) podamos “opinar correctamente” (orto-doxia). Pero me parece un auténtico abuso si los pastores, que caminamos a diario la vida y la muerte de nuestros pueblos somos desautorizados y se dice (¡¡y se nos hace decir!) cosas muy diferentes, y a veces hasta contrarias, a las que hemos dicho. Adjunto un Cuadro sinóptico con todos los textos que la Sede de Pedro ha modificado en el Documento de Aparecida. Allí encontrará Ud. con rojo lo que ha sido quitado, con azul lo que ha sido añadido y con verde lo que ha sido cambiado de lugar. No veo en ninguno de estos casos una razón “de fe”, y -por lo tanto- me parece en todos los casos, un abuso de poder. Por lo tanto solicito que -como de hecho ha ocurrido en el mismísimo Concilio Vaticano II, en el que textos aprobados fueron modificados por manos anónimas y finalmente restituidos por el Papa Pablo VI (como puede verse en el mismo diario del cardenal Congar) que los obispos pidan al Santo Padre la restitución de los textos como fueron emitidos desde Aparecida, salvo las evidentes correcciones de estilo. No conozco que las Conferencias Episcopales deban someter sus textos a la Sede de Pedro antes de darlos a conocer, y me pregunto qué autoridad tendrán las voces episcopales si cuando hablan en colegio episcopal merecen semejante desautorización romana. El caso de la transformación ocurrido con el texto de las CEBs (que ya había merecido ser restituido por extraña omisión en la tercera redacción) me parece emblemático. Esperando que se solicite la retractación, lo saludo en Cristo y Nuestra Madre Pbro. Dr. Eduardo de la Serna Una semana después, el 9 de Agosto, recibo la siguiente respuesta del Cardenal Estimado Padre Eduardo, Santiago de Chile, agosto de 2007 Estimado hermano en el Señor, He recibido su e.mail en el cual Ud. me manifiesta su gran preocupación,
ocasionada por el cambio que experimentaron en la versión autorizada los números
relativos a las comunidades eclesiales de base. En ese congreso aparecerán las mejores experiencias, y quedarán en claro
cuáles son los factores que las favorecen y las ayudan a florecer como un bien
de la Iglesia. A mi parecer, ésta es la solución de fondo al problema que se ha
presentado. Al Señor le pido, por intercesión de Nuestra Señora Aparecida, que lo bendiga
con la abundancia de sus dones P.D. Como las discusiones acerca de este tema pueden ocupar horas, días e incontables páginas, y la solución positiva de este tema no se logra por este camino, le agradezco que considere estas líneas como mi última aportación a este diálogo. Finalmente yo le envío inmediatamente esta contestestación que será la última por deseo de él : Estimado Sr. Cardenal: le agradezco su respuesta a mi carta. Y el adjunto. Seguramente entre sus muchas actividades le será imposible leer atentamente toda la correspondencia, y lo comprendo. Se lo señalo ya que en su “última aportación al tema” no he recibido respuesta a mi preocupación que no tiene nada que ver con las Comunidades Eclesiales de Base sino con lo que considero un abuso de autoridad al cambiar lo que la Asamblea aprobó en Aparecida (texto que no obtuve por Internet sino de varios de los participantes en la Asamblea). Algo que sería mucho más grave aún si se tratara de un cambio provocado no en la Sede de Pedro sino en el texto antes que el Santo Padre lo recibiera, y del que el Papa se limitó a aprobar su pubicación. Como no espero respuesta, ya que ha sido claro, no quiero dejar de -al menos- manifestarle mi sorpresa ante lo que fácilmente puede entenderse como manipulación, abuso de autoridad, o quizá también falta de confianza en el Espíritu Santo. Cordialmente en Cristo Pbro. Dr. Eduardo de la Serna Agradezco a algunos amigos sus comentarios que me ayudaron a leer más a fondo la carta del ex-Presidente del CELAM. Expresan lo siguiente: 1.- el documento que salió de Aparecida (4ª redacción) es “no oficial”, el oficial es el que el CELAM envió al Papa; 2.- con la entrega al Papa del texto -modificado por él- Errázuriz terminó su actividad e intervención en el CELAM; 3.- reconoce que los cambios son evidentes, y ¡en ningún momento dice que los cambios fueron hechos por el Papa lo que en cierta manera daría por terminada la discusión! Ciertamente esto reconoce implícitamente que el texto no fue modificado en Roma, sino en el CELAM; 4.- no le preocupa el tema en sí, sino la valoración de las CEBs, lo que no es el tema de fondo. Si en la Asamblea se aprueba un texto, se aprobó, ¡¡y listo! nada autoriza a cambiarlo. Y si el CELAM quiere -mañana- reunirse para hablar mal o bien de las CEBs que lo haga, pero el texto aprobado en la asamblea es el que fue, y no el que alguien modifica por su mirada de la realidad; 5.- Resulta que el demonio (sic) estaría contento si criticamos el proceder, con lo que está garantizada la impunidad… [remitir a la “voz de Dios”, o a lo que le “contentaría al demonio” (sic) suele ser una actitud característica de los que buscan garantizar que un texto o actitud se modifique o mantenga según su arbitrio. ¿Es el cardenal exégeta del demonio? 6.- Creo que es evidente que él está reconociendo que se ha modificado el texto fuera de la Asamblea antes de enviarlo a Roma, justifica ese cambio en razón de la experiencia de lo que ha visto por el Continente sobre el tema de las CEBs, y acepta que ese cambio cae bajo su responsabilidad, pues ha sido hecho antes de enviar el texto a Roma, envío hecho bajo su presidencia y con el que su responsabilidad concluyó. Si el cambio fuera hecho en Roma, este punto no tendría razón de ser. 7.- Todo esto no lo confiesa explícitamente, y para no hablar más (¿y
descubrirse?) desvía el tema, diciendo que el problema no son los cambios sino
la valoración de las CEBs, anuncia que eso ya se discutirá más adelante, y avisa
que no dirá una palabra más. Insisto que creo que lo de las CEBs es emblemático,
pero más grave que esto es la acción. ¿Puede considerarse un texto del
Magisterio Latinoamericano un texto así manipulado, o deberemos considerar
“Magisterio Latinoamericano” al emitido en Aparecida? Mas teniendo en cuenta que
el Papa se limitó a aprobar su publicación sin introducir la más mínima
modificación… ¿fue estafado en su buena fe el Papa? 1º el texto fue cambiado por la presidencia saliente del CELAM, bajo la responsabilidad de Errázuriz, 2º que ese cambio es una violación del texto, hecha ocultamente (nadie sabía, no se declaró nada, ha tenido que ser descubierta), y autoritariamente (sin ninguna consulta a nadie, bajo la responsabilidad última de la presidencia del CELAM), 3º que esa violación es ilegítima: que no existe tal derecho de la presidencia del CELAM a modificar el texto fuera del aula de la Asamblea Continental del CELAM; que el reglamento de la asamblea establece detalladamente el modo de procedimiento, aprobado públicamente por Roma, por el CELAM, y por la propia Asamblea, y que no hay ningún otro derecho ajeno a modificarlo fuera de los que en ese reglamento están consignados (la revisión final del Papa sí que está contemplada). Creo que es evidente que el Cardenal reconoce que su último acto como presidente del CELAM fue cambiar el texto. Cosa que no extraña ya que -como sabemos- fue él, en el campo de su hermana el que cambió todo lo que había en el documento de Síntesis (varios participantes en la elaboración del texto afirman que este fue modificado). Eduardo de la Serna |
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