Domingo 5 de Junio 2011. Festividad de la ascensión del Señor (ciclo “A”). Por Guillermo “Quito” Mariani

Tema (Mt 28, 16-20)

Los once fueron a galilea al cerro donde Jesús los había citado. Viéndolo se postraron ante él. Pero todavía muchos dudaban. Jesús les hablo así: he recibido todo poder en cielo y tierra. Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos bautícenlos para consagrarlos al Padre al Hijo y al Espíritu Santo.

Enséñenles lo que yo les enseñado. Yo estoy con ustedes hasta el fin de los tiempos.

Síntesis de la homilía

Al margen de la aparatosa escenografía de Lucas en el libro de los Hechos, mateo describe simbólicamente la despedida de Jesús. Citados a Galilea donde comenzó su predicación afirma su misión de mensajero de Dios, de su delegado. La comunidad de Mateo sufría grandes vacilaciones. 40 años después de la muerte y resurrección de Jesús, la gente se preguntaba cómo habían sucedido las cosas y si el testimonio de los primeros discípulos era verdadero. En pequeños grupos es relativamente fácil mantener afirmaciones no probadas en base a vínculos afectivos o de ideales compartidos. Pero al ampliarse la cantidad de receptores necesariamente brotan las dudas y las críticas. El detalle apuntado por Mateo “muchos todavía dudaban” indica el estado de inestabilidad de sus comunidades. Entonces las hace volver a Galilea donde Jesús comenzó su predicación. Allí les reitera que es el enviado del Padre. Que vale la pena recorrer el mundo esparciendo su mensaje y cambiando el sentido de la vida humana acechada por múltiples dificultades en una corriente de esperanza nacida de la bondad del Padre expresada por el hijo y el espìritu.

No hay enseñanzas nuevas. Lo que él ha enseñado es lo definitivo. A pesar de todos los argumentos, las experiencias y las dificultades. La misión no será fácil en un mundo en que los  dioses y las religiones son el fortín o el bunker del poder opresor en  múltiples sentidos. El aliento que él les promete es su misma fuerza, su presencia acompañándoles desde lo íntimo. Su espíritu sosteniendo sus luchas. Porque su intimidad con DIOS  en la meditación y en las circunstancias de su vida le han  hecho descubrir su misión de trasmitir con palabras y transformaciones (bautismos) la gran novedad del Dios Padre y de su amor.

La descripción lacónica de Mateo y la de Lucas escenográficamente perfecta, están de acuerdo con los objetivos perseguidos en la narración. Asegurar  a sus comunidad que Jesús es el hijo de Dios,, el que lo revela, el que está identificado con su voluntad. Por eso está a su lado. Por eso de alguna manera se desprende de nuestras limitaciones, dudas y temores,

Las pinturas artísticas alimentadas sobre todo por los relatos lucanos, nos han producido el impacto del primer viaje espacial. Para  nosotros ese lenguaje de símbolos es prácticamente desconocido y por eso los convertimos en hechos milagrosos que prueban irrefutablemente la intervención divina.

El mensaje fundamental está unido al esfuerzo por canalizar la vida en medio de tantas propuestas, por el camino y la huellas de ese Jesús que no es un cualquiera sino Dios entre nosotros.

 

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