El gran misterio del cristianismo no es exactamente la aparición sino la transparencia de Dios en el universo.
Oh, sí Señor, no sólo el rayo que aflora, sino el rayo que penetra. No tu epi-fanía Jesús, sino tu dia-fanía.
Teilhard de Chardin
No solo creyentes, sino creíbles. Mons. Pedro Casaldáliga