El dicho popular posiblemente anónimo, pero atribuido generalmente al “diablo” asesorando a Lutero
aconseja: “Miente, miente, que algo queda”. Pero no hace falta el recurso a ese personaje mítico para guiarse por esa sentencia popular. Bastan los intereses financieros y las posibilidades publicitarias de cualquier empresa. A eso se debe que nuestro clima comunicacional esté hoy gravemente viciado por la mentira. Una mentira rastrera, descuidada, que no respeta límites pero ni siquiera es moderadamente astuta. Rige en todos los niveles y provoca toda clase de agresiones.
En la VII Cumbre de las Américas en Panamá, la sinceridad, que intenta desbaratar los enredos de la mentira en todos los niveles sociales, financieros, políticos, nacionales e internacionales tuvo una valiosa y clara alusión en los discursos de varios participantes. Entre ellos el de la presidenta argentina.
La sonrisa aparentemente franca y distendida del presidente Obama en la foto de los presidentes encuentristas, no expresa (más bien disimula) los “apretones” recibidos desde la sinceridad de los expositores.
1)Le llamaron la atención sobre la realidad de los países más consumidores de droga, (incluyendo el que el preside). Los más desarrollados, donde se albergan los paraísos fiscales , son los que descargan el delito de su consumo irrefrenable, sobre la culpa que amerita persecución y muerte en los países productores. Esto supone el cinismo de ignorar los efectos de la financiación que reporta un beneficio al menos veinte veces superior a esos países que el logrado por los productores.
2) Pusieron también el acento en el invento de intenciones y medios amenazantes de la seguridad, con la que el pais del Norte arrasó Irack y pretende extender su dominio penalizante, a través del mundo, sobre las naciones que no se convierten en cómplices de sus intereses. El caso de Venezuela sirvió de ejemplo patético para esta denuncia.
3)Se atrevieron a demitificar la euforia de la admisión de Cuba en la gran asamblea americana, señalando que no se debía a un cambio producido desde una actitud democrática y humanitaria, sino a la empecinada lucha de la Isla sostenida por otros países, víctimas de actitudes semejantes. Sesenta años de lucha, rompieron la muralla que todavía muestra indicios de la gravedad económica y política del bloqueo.
4) El recurso fácil de mirar al futuro e iluminarlo con promesas, no engañó a los oradores como Cristina, que mostrando el ejemplo de la “memoria argentina” en la justicia para recordar y evitar la repetición del pasado, no admitió ninguno de los muchos argumentos tranquilizadores de olvidar el pasado y preocuparse sólo del futuro.
5)Ni faltó la alusión a los “golpes suaves” con que fueron afectados Ecuador, Paraguay, Venezuela y están siempre “ a la orden “ frente a los países que defienden empeñosamente su independencia, como Argentina, en la que el clima opositor ha creído y sostenido muchas veces que era necesaria y se acercaba la destitución del gobierno nacional y su proyecto social.
Creo realmente que la sinceridad de estos planteos, ha superado la fuerza de las mentiras diplomáticas o explotadoras. Y que esto constituye un síntoma de que, a pesar de que toda mentira insistida, siempre deja algunos desperdicios, para ser recogidos por los “basureros” , también lleva el germen de destrucción para los que la usan con demasiado confianza en su eficacia.
Como ha sucedido son el episodio tan agitado por Clarín blandiendo con toda seguridad la acusación de los depósitos de Máximo Kirchner y Nilda Garré en el exterior, que ascenderían, con lujo de detalles, a $41.000.000 de dólares destinados a comprar desde Irán , la impunidad para los sospechosos del atentado de la Amia. Todos los detalles estaban muy claros para el “gran diario argentino”… menos las fuentes, que nunca aparecieron. Seguramente, todo esto seguirá siendo agitado por los “clarinistas” pero, en realidad resulta suicida eso de haber sido desmentidos por el CNB que absorbió al Felton de Delaware y con toda claridad negó la existencia de esos depósitos. Permitirá sin embargo seguir insistiendo, desde sus grandes títulos, a quienes se juzgan impunes ante la Justicia y creen que pueden seguir mintiendo y denunciando sin límites en este río turbio de la causa Nisman, con los recursos de la Dra. Arroyo Salgado que no quiere que sus hijas tengan mal recuerdo de su padre y seguirá removiendo cielo y tierra para encontrar un asesino, con la valiosa ayuda de la publicidad y las múltiples declaraciones fomentadas por Nelson Castro y Mirta Legrand.
De todos modos aunque Clarín se esté suicidando con la táctica de la mentira, siempre habrá alguien que defienda judicialmente que “no se suicidó” sino que “lo asesinaron”.
No quiero concluir sin recomendar la lectura del comentario de Silvio Rodríguez que también estuvo como invitado en la Cumbre de las Américas, acerca del resultado final de la Asamblea.