El propósito de este sitio web es compartir recursos que ayuden a madurar una visión y alimenten un compromiso cristiano en clave de liberación.
En dirección opuesta a la cruzada medieval alentada por los sectores más integristas, con Ratzinger a la cabeza, desde aquí queremos difundir toda reflexión que contribuya al pensamiento libre y liberador. Si una sola conciencia se despierta gracias a este espacio habremos cumplido nuestra misión.
Hace más de 25 años empecé a estudiar Teología y Biblia y cada vez que encontraba un artículo que me parecía interesante lo guardaba. Así completé varias carpetas con cientos de reflexiones que luego utilizaba para mis charlas en los grupos. Con el paso del tiempo, pensamos con Quito que era momento de expandir nuestra voz aprovechando las masificación de Internet. El podría así compartir sus famosas homilías con tantos curas y laicos que se la solicitaban.
Así nació la web que primero fue el sitio de la parroquia de La Cripta y con el tiempo se transformó en Sin Tapujos. De esto hace ya casi 10 años…
Apenas iniciamos el proyecto me di cuenta que, en lugar de guardar los artículos en papel y en una carpeta, los podía “guardar” on line dejando abierta la posibilidad de que otras y otros los aprovecharan, interesados también en madurar su fe y compromiso cristianos. Así fue que, desde entonces, mantengo esta especie de biblioteca virtual que reúne tanto las Homilías Dominicales y Reflexiones de Actualidad de Guillermo “Quito” Mariani, como así también artículos de diferentes autores entre los que se encuentran los mejores teólogos y biblistas actuales.
Desde el inicio nos resultó inspiradora la frase del gran teólogo protestante Jürgen Moltmann:
“Donde la Iglesia no engendre una fe liberadora, sino que difunda opresión, sea esta moral, política o religiosa, habrá que oponerle resistencia por amor a Cristo”.
El problema es que para resistir se necesita libertad, y la libertad un mínimo de claridad. Con los años he ido descubriendo una característica común a muchos cristianos y cristianas: una ingenuidad acrítica, una incapacidad de “dar razón” de la fe que dicen profesar.
Una mentalidad de sumisión, alentada quizás por los jerarcas de turno, ha logrado adormecer las conciencias de muchos y muchas. Así, pasan por la vida sin capacidad de discernir a la luz del Evangelio y de los estudios científicos actuales el mensaje que le llega de sus pastores. Es como si de adultos mantuvieran aun vigente la catequesis de la infancia que, por supuesto, resulta insuficiente.
Desencantadas, las mayorías se apartan de la vida comunitaria, erróneamente convencidas de que la fe es igual a la práctica de la Iglesia Católica. O peor aun, que la Iglesia es la jerarquía. Pero no. La Iglesia es el Pueblo de Dios en marcha, Iglesia son las “ecclesias”, las comunidades. Los grupos de seguidoras y seguidores que trabajan y celebran juntos y lo reconocen cuando parten y comparten el pan. Cada uno con sus realidades y desafíos, sus características y opciones existenciales concretas.
Desde esta conciencia estamos y estaremos aportando nuestro granito de arena, porque sabemos que no basta con ser creyentes, hay que ser también creíbles.
Desde Julio del 2010 hemos iniciado una nueva etapa, marcada no sólo por el uso de nuevas tecnologías para la creación y mantenimiento del sitio web, sino también porque introducimos lo que llamamos ¨la reflexión del mes¨. La idea es presentar, con frecuencia mensual aproximadamente, una reflexión un poco más larga que lo habitual. Sucede que hay temas que requieren un análisis más detallado para ser mejor entendidos y explicados. O pasa también que hay problemáticas que requieren un lenguaje más preciso que el coloquial del resto de las notas que publicamos.
Esperamos que estas reflexiones alienten también nuevas prácticas comunitarias y nuevos compromisos sociales. No nos olvidamos de Chesterton cuando decía: “La idea que no puede traducirse en palabras, es una mala idea; la palabra que no puede convertirse en obra, es una mala palabra”.
Aquí encontrará “la reflexión del mes”
Paz y Bien
Raul A. Perez Verzini
Julio del 2010