La vida por la tierra. Por Luciana Peker

Toda risa. Así la definen a la campesina Eli Sandra Juárez que nació rodeada de quebrachos santiagueños el 12 de julio de 1977. Las fotos la muestran con sus hijos: Damián (14) y Agustina (7), su esposo Gustavo –que cortaba leña, quemaba carbón y criaba animales– o sus ahijadas en la iglesia. Las fotos la muestran pero ella no está. Ni su imagen es reconocida. Eli es una víctima más del atropello de la frontera agropecuaria. Y, como muchas mujeres, es la que le puso el cuerpo a la topadora que se llevó su vida de 33 años de un ataque al corazón cuando fueron a desmontar su tierra. Y, como el de tantas mujeres, su nombre no resuena cuando hay que hacer resonar los nombres para que la memoria haga eco en la Justicia.

La impunidad que no se detuvo en su edad para robarle la tierra que era su vida y que se llevó la vida cuando quisieron dejar seca de soja a su tierra. “Eli era una mujer campesina, esposa y madre, animadora comunitaria en San Nicolás y, como toda mujer del monte santiagueño, se ocupaba de la crianza de sus dos hijos chicos, las tareas de la casa, cuidar los animales, buscar leña para la cocina. También trabajaba como cocinera en la escuela durante las mañanas”, la describe el cura Sergio Gustavo Raffaelli, quien no se conforma con el cielo para la ex presidenta de su capilla. Quiere que su muerte prematura e injusta no se barra como el polvo que se acumula en las puertas de las casillas.

“Eli mostró el camino del compromiso por un tiempo nuevo, resurrección y Pascua. Lo sabemos, lo contrario a resurrección no es la muerte porque la muerte ha sido vencida. Lo contrario a resurrección es la incapacidad de vivir como hermanos y hermanas, es la fiebre posesiva que se refugia en el poder y el tener, actitud propia de miedosos que piensan que su vida está asegurada por lo que acumulan. Eli lo sabía y nosotros también. Podemos considerar a Eli una verdadera mártir –define Raffaelli– y habría que pensar qué nos dice su testimonio, a nuestra iglesia que peregrina en Santiago, tan pusilánime, ante tanta muerte y mentira; casi pactando con el poder que está arrasando no sólo el monte santiagueño, sino también nuestra conciencia y solidaridad, manipulando con la dádiva y despojando con un discurso tramposo a un pueblo que sigue siendo chantajeado por la injusticia en que vive.”

Eli era una mujer que murió plantada como nació y que se explica con tan pocas palabras como hacen falta pocas semillas cuando la tierra es fértil. Fue el 13 de marzo del 2010, a las 17.00, en medio de un desmonte, cuando tres topadoras de la empresa Namuncurá avanzaron sobre las tierras de San Nicolás, con una orden judicial en la mano y policías uniformados asegurando el desalojo de su comunidad. Ni ella, ni su corazón, lo pudieron resistir. Se descompensó después de que voltearan la primera planta. “Esta tierra es nuestra”, gritó y cayó. Hace tres meses el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase Vía Campesina) y la Mesa Provincia de Tierra se declararon en asamblea permanente por el despojo de tierras, el modelo agroexportador, la concentración de la riqueza, el freno de los agrotóxicos, la creación de juzgados de tierras, el freno de los desalojos y el daño al medio ambiente. Hace un mes asesinaron a Cristian Ferreyra. Su crimen mostró la impunidad del acoso a los que defienden sus raíces y que se plantan para defender sus derechos.

Pero antes que Cristian murió Eli y con su muerte se conoció la de ella. El sacerdote Raffaelli explica que el fallecimiento de Eli es consecuencia de la violencia social del desmonte y del rol de trinchera de las campesinas marcadas por su rol de género. “Cuando se produce el conflicto con la empresa Namuncurá la mayoría de los varones estaban trabajando fuera de la provincia, como trabajadores golondrina. Por eso, la resistencia a que avancen las topadoras la realizaron las mujeres, entre ellas Eli.”

Donde no estaban ellos, estaban ellas, donde estaban ellas estaba Eli, donde vinieron las topadoras, arrancaron a Eli como se arranca una planta que no puede subsistir a ras del viento.

 

Fuente Pagina 12

Está bueno indignarse. Por José Nicolás Alessio

Esta bueno indignarse.  Se estremecen las tripas

Desde finales de los 70, la reflexión de fe de las comunidades en Latinoamérica, consideró como punto de partida de sus compromisos por la liberación de los empobrecidos, la “indignación ética”[i]. Ante el dolor humano inocente no puede haber indiferencia. En la parábola del samaritano, las traducciones del texto de Lucas suelen decir “al verlo, sintió compasión” “viéndole fue movido a misericordia”. El término griego usado significa literalmente “se le revolvieron las tripas”. Eso es indignarse, cuando te duele en tu propia carne interior el dolor de “otro”. Esto lo ha subrayado magistralmente Gustavo Gutiérrez cuando señala que más que “ser prójimos”, “nos hacemos prójimos” de aquellos sufrientes que somos capaces de ver y ante los cuales se nos estremecen las tripas.

Es un primer paso, sentir con el otro su misma “pasión-sufrimiento”. Eso es “compasión”.

Hoy se está desplegando un movimiento globalizado de “indignados”. Tiene su origen en España, estalló el 15 de Mayo del 2011,  pero obviamente no aparece como un hongo luego de la lluvia. Hunde sus raíces en múltiples reacciones sociales (jóvenes, desocupados, etnias masacradas, minorías olvidadas, campesinos, militantes políticos) fundamentalmente “anti-globalización”, podemos recordar aquellas contra la Organización Mundial de Comercio[ii], los “Foros Sociales”, las “Cumbres de los Pueblos” y un buen tiempo antes los movimientos como el Zapatista[iii], el de Mujeres, el de Etnias Nativas o de Campesinos. Todos, de alguna manera, desde sus propias cosmovisiones hacen una crítica profunda a este mundo real del “nuevo orden neo-liberal” y apuestan por “otro mundo posible”.  Reaccionan por diversas motivaciones, pero sobre todo reaccionan ante una situación planetaria que no da para más. Situación que fundamentalmente afecta a la humanidad toda. Desde la cuestión económica que hace del capital financiero un ídolo que se cobra vidas humanas, hasta el límite de la producción-consumo de las sociedades privilegiadas del primer mundo que están literalmente aniquilando el planeta (agotamiento de recursos naturales, contaminación, manipulación) pasando por las invasiones militares de EEUU sin ningún límite ético, el asesinato del líder libio Muamar Kadafi, por razones económicas, vuelve a confirmarlo.

Si bien es muy pronto para hacer una evaluación de sus estrategias, de su capacidad para tener continuidad y de su eficacia de transformación, debiera quedar claro que la comunidad de los discípulos de Jesús tiene razones suficientes para acompañar a este movimiento de indignación. Las Iglesias cristianas debieran ser las primeras “indignadas” si quisieran ser fieles al mandato de Jesús. Sin descartar que  no faltan severas razones para indignarse “en” y “de” las Iglesias, al menos nosotros, lo afirmamos contundentemente de la Católica Romana[iv].

Nuestra espiritualidad-modo de vida según el Espíritu de Jesús[v], es la del samaritano. Sentir como propio el dolor del mundo, padecer con él. Pero esto es insuficiente. Debemos pasar de la indignación a dignarnos. Dignarse es hacerse cargo, es hacer algo, es tarea, es acción. Es informarse, es reflexionar juntos, es imaginar alternativas. Estamos transitando un tiempo crucial. Ya se decía, cuando la energía atómica se tradujo en armas atómicas, que por primera vez el hombre podría acabar definitivamente con sí mismo y su mundo habitable. Hoy estamos en una situación más crítica aún. Tomar postura es un imperativo ético-agónico que nos pone en el límite entre la vida y la muerte.  También es estar en la calle manifestando cuando la realidad lo exige. También es saber votar con conciencia, también es participar en las organizaciones del barrio, de la ciudad. Es meterse en la política, en el gremio, en la cooperativa. Es participar, no ser indiferentes, porque la dignidad de lo que somos y queremos ser, si no la defendemos, la estamos regalando.

 

 

Notas

[i] He intentado encontrar el origen de la frase “indignación ética” en la teología de la liberación, la única referencia encontrada que tengo es la de Luiza E. Tomita, que comienza su trabajo Desafios a la Teología de la Liberación desde una perspectiva feminista

(http://www.teologialatinoamericana.org/index.php?option=com_content&view=article&id=82:desafios-para-la-teologia-de-la-liberacion-desde-una-perspectiva-feminista&catid=59:teologias-emergentes&Itemid=73)

diciendo “La Teología de la Liberación que apareció en los años 70, formó la base teórica para la Iglesia de los Pobres. Ella partía de una indignación ética frente a la pobreza y la marginación de grandes masas de nuestro continente (L. Boff 1977), y propone un proceso de liberación en el que los pobres puedan recuperar su dignidad olvidada y contribuir a la gestación de una sociedad más justa y más fraterna.” El libro de Boff citado es Eclesiogênese: As Comunidades Eclesiais de Base reinventam a Igreja. Petrópolis: Vozes., texto posterior al de Gustavo Gutiérrez, Teología de la Liberación Perspectivas.

[ii] Por ejemplo, las manifestaciones contra la cumbre de la OMC en Seattle sucedidas entre el 29 de noviembre y el 3 de diciembre de 1999 donde miles de personas convocadas principalmente por sindicatos, organizaciones ecologistas, profesionales, anarquistas, y personas comunes, se movilizaron en las calles de Seattle contra la Organización Mundial de Comercio (OMC) hasta hacer fracasar la llamada Ronda del Milenio. Están consideradas como el inicio de una nueva etapa del movimiento antiglobalización, a partir del cual han tenido lugar protestas masivas en todas las cumbres de la OMC. La mayor manifestación, conocida como N-30 o Batalla de Seattle, tuvo lugar el 30 de noviembre. Según el departamento de policía de Seattle esta manifestación contó con 40.000 participantes aproximadamente.

[iii] En mi opinión fue el grito desde las tierras mexicanas el “momento primero” de crítica profunda al sistema neoliberal globalizado. El Subcomandante Marcos, popular por su aparición pública con un pasamontañas sin dar a conocer su nombre real, es el líder del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) desde 1994, año de su formación. El evento fundacional del ejército fue el 01 de enero de 1994, cuando organizados militarmente con las comunidades indígenas zapatistas de la localidad de Chiapas, tomaron varias cabezas municipales, pronunciándose en contra de los “malos gobernantes y el sistema capitalista” y reclamando democracia, libertad, tierra, pan y justicia para los indígenas.

[iv] En España, solo para citar un ejemplo que no sea el escándalo de los casos de abusos sexuales del clero, veamos “Para hacer posible la Jornada Mundial de la Juventud ha sido necesario un pacto con estas fuerzas económicas y políticas, que refuerza la imagen de la Iglesia como institución privilegiada y cercana al poder, con el escándalo social que ello supone, particularmente en el contexto de la actual crisis económica”. El Foro de Curas de Madrid, que aglutina a 120 sacerdotes, presentó ayer un rotundo comunicado sumamente crítico con la Fundación “Madrid Vivo“, que financia en buena medida la Jornada Mundial de la Juventud. “Los mecenas de Rouco blanquean su dinero pasando por la sotana del Papa”, denuncian los sacerdotes, que cuestionan la oportunidad de gastar decenas de millones de euros -tanto de las arcas públicas como del patrocinio de empresas de “dudosa ética”- en mitad de la crisis económica” Ver nota en http://www.periodistadigital.com/religion/juventud/2011/06/21/religion-iglesia-jmj-foro-curas-madrid-documento-mecenas-rouco-madridvivo-.shtml

[v]  “El origen de esta espiritualidad, la pasión que está en el origen de este espíritu, es lo que está también en el origen de la Teología y la Espiritualidad de la liberación. Y es lo que está en el origen de toda utopía revolucionaria “una persona no se hace revolucionaria por la ciencia, sino por la indignación”  De Maria Vigil y Pedro Casaldaliaga Espiritualidad de la liberación, citando a C. y L. Boff, Cómo hacer teología de la liberación, ed. Paulinas, Madrid 1986, pp. 10 ss. Y M. Merleau-Ponty, Humanisme et terreur, París, 1956, p. 13

 

 

Hombres sí y hombres no. Por Guillermo “Quito” Mariani

La primera denominación suele aplicarse a quienes tienen un sentido positivo de la vida. La segunda, por el contrario, a los que viven protestando u objetando las deficiencias y limitaciones con que deben enfrentarse en su andar cotidiano.

Con pocos días de intervalo, tuve oportunidad de concurrir a dos espectáculos que presentaban, cada uno con estilo diferente, los extremos a que pueden llevar e estas situaciones.

El Jueves la película “Que la cosa funcione” de la que es autor y director Woody Allen y protagoniza Larry David, una especie de clonación de Woody. La técnica de que el excéntrico protagonista dialogue con el público, usada ya en otra oportunidad, resulta sin embargo original y llamativa. Se trata de un hombre “no”. Tiene una visión absolutamente pesimista del ser humano y de la sociedad. Y no es invento imaginativo, sino reacción basada en una observación sutil y profunda de lo que gira a su alrededor. Sus amigos ya saben de lo descarnado y atrevido de su postura y no se extrañan de un doble intento de suicidio fallido, ni de sus ataques de pánico. No pueden, sin embargo, negar el realismo y la objetividad de sus juicios.

El Sábado, en cambio fui invitado a una obra de teatro en Alquimia, salón de exhibición y escuela de actores en la Avda. Padre Claret. El protagonista, un joven apasionado por el teatro y con algunas actuaciones anteriores, asumió la responsabilidad de llenar el escenario, como había llenado la sala, con sus palabras, sus recursos gestuales, sus silencios, su naturalidad humorística y resignada. Su nombre Maxi Ruggieri. La obra es de Griselda Gambaro y se titula “Decir sí”

Se trata de un dialogo-monólogo en el reducido espacio de una peluquería. Maxi es un hombre “sí”. Poco a poco el espectador se va convenciendo de que no puede o no quiere decir “no”. Es pacífico, tímido, sumamente servicial, y hasta interpreta en su contra, disculpándose personalmente, lo considerado por el otro como ofensa.

El final de la película de Allen deja, en voz de su protagonista dirigiéndose a la sala, una lección finalmente positiva y valiosa: Es ridículamente desastrosa la raza humana, pero se pueden encontrar caminos para sobrevivir al desastre. Para eso, hay que vivir a pleno las circunstancias y ocasiones que hacen “que la cosa funcione”.

El final de “Decir sí”, la obra de teatro, es muy duro para con esa debilidad que llega a no negarse nunca, aguantar sin medida, ser complaciente y humilde, someterse y disculpar a otros admitiendo que uno mismo es el culpable.

En definitiva la conclusión es: que la rebeldía puede resultar exagerada y molesta, de manera especial para los que detentan cualquier clase de poder o prestigio, pero, finalmente libera de una cantidad de males de los que brotan y los que rodean al ser humano.

La condescendencia y la sumisión, al revés, concluyen siempre en que los que creyeron colaborar a la paz y la felicidad con una actitud absolutamente permisiva, terminan devorados por los que sin ningún escrúpulo se aprovecharon de ellos utilizádolos.

En la sociedad, en la política y en la iglesia, la adulación a los poderosos, que frena actos de valentía o resistencia a sus abusos con el supuesto objetivo de mantener la paz y la unidad, concluye por lo general en el desprecio y marginación de los que esperaban haberse asegurado para siempre, los favores de los grandes.

 

Se viene de nuevo!. Por Guillermo “Quito” Mariani

Ya están desenvainando y empuñando los escudos. Se aproxima la batalla,

No voy demasiado al centro de la ciudad, pero ya he descubierto dos señales. Una, sobre una pared blanca en Avda.Vélez Sarsfield, otra, perdida entre los rostros sonrientes de políticos en oferta. La primera leyenda decía “No al aborto ¡Viva Cristo Rey!”, la segunda “¡No al aborto, sí a la vida!”. Un anticipo de las consignas que es escribirán en pancartas, se gritarán en  manifestaciones callejeras y se leerán en importantes documentos sagrados.

Un somero análisis de esos textos lleva a descubrir varias realidades. Lo que les es común  “No al aborto” es una treta engañosa y astuta: desfigurar al adversario. Porque hace suponer que los contrarios sostienen “Sí al aborto”. Y esto es absolutamente inexacto. Los atacados sostenemos un SI a la despenalización, a la desclandestinización, a la legalización, a la disminución de los abortos, a la supresión de muertes innecesarias, a la búsqueda de información y conocimientos que hagan posible una decisión libre y madura.

Y en cuanto al “Viva Cristo rey!”. ¿Qué tendrá que ver el reinado de Cristo con este asunto? Un debate que tiene la oposición  empecinada de la jerarquía eclesiástica actual contrariando los principios del vaticano II de adaptación a las realidades y problemas del mundo (GS.67 y 286)? Hay una explicación. La misma que tuvieron los escuditos que nosotros llevábamos, ingenuamente jóvenes, prendidos en el pecho, anticipando y alardeando sobre la victoria de la “revolución libertadora” del 55. Movimiento en que la iglesia estuvo intensamente complicada lo mismo que con la dictadura del 76. Presentarse y confundirse con Cristo rey o con Dios confiere ciertamente, para muchos, autoridad y poder.

Y en lo que se refiere a esa afirmación tan drástica “Sí a la vida”, que desearíamos de todo corazón, que fuera sincera ¿cómo entender que se defienda sólo la vida no nacida cuando se ha sido cómplice de las muertes inocentes de tantos eliminados en pleno rendimiento vivencial y social por la dictadura militar? Y ¿de dónde proviene la seguridad científica de que la vida humana comienza con la fecundación, cosa que ni siquiera los documentos eclesiásticos ( “De aborto procurato” (13) “Donum vitae”(60) “ se atreven a definir? Y ¿cómo se dice sí a la vida diciendo no a la educación sexual generalizada y temprana, no al uso de los métodos anticonceptivos, no a la facilidad de acceso a ellos por parte de los pobres, no a la distribución más equitativa de los ingresos por las retenciones e impuestos a los más acaudalados y generalmente acaparadores?

Se trata simplemente de una “cinchada” en la que en base a miedos, condenas y agresiones, la jerarquía eclesiástica lanza a la batalla a un ejército de sumisos que tienen que pagarle de alguna manera el favor brindado a sus intereses económicos y políticos.

Estamos ante la necesidad, por lo menos, de un debate serio que clarifique las posiciones con argumentos válidos, y culmine con una ley que defienda la vida y su dignidad, que remedie el alarmante número de muertes por aborto, que restablezca la valoración de la relación sexual para fortalecer a la familia, que desdemonice al sexo. Es de esperar que, ante la gravedad del problema, no prevalezcan intereses políticos o religiosos teñidos de parcialidad o fanatismo.

 

Apoyo al Grupo G.A.N.A.S. Por Laura Garzón

Queridos amigos,

Buenos días !!!

Algunos de ustedes ya conocen al grupo GANAS (grupo de ayuda a niños y adultos en soledad), es un grupo que surgio a partir de la inquietud de unos amigos, cuando nevó en Córdoba, se acuerdan ese 9 de julio hace unos años?? esa noche ellos salieron con alguna que otra campera y termos con agua caliente para sopas, y mate cocido, para abrigar un poco a los que viven en situación de calle en el centro de la ciudad. Desde ese día, no dejaron de hacerlo todos los martes y jueves, y ya son más de 200 raciones de comida que se reparten cada noche, más los remedios, calzados, frazadas, trámites de documentos, ayuda escolar, etc.

El pedido de colchón y cama , que figura en el mail, ya se consiguió; yo se los re-envió por si pueden colaborar con ropa de abrigo, calzado , tando de niños como de adultos. Tambien es de mucha ayuda reenviarlo, para el que quiera.

Al final del mail figuran teléfonos y dirección de contacto de GANAS. Lucia, Darío y yo tenemos contacto directo con ellos

Muchííísimas gracias !!!!!! y cariños a todos

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Escribo estas líneas desde el más profundo dolor… se que hace mucho que no escribo y me hubiese gustado contarles un montón de cosas buenas que se dan y que se dieron en GANAS desde nuestra último mail…pero no puedo… hoy escribo desde la indignación… desde la impotencia, anoche dimos de comer nuevamente… en la plaza San Martín más exactamente en la esquina de San Jerónimo y Buenos Aires, estaba Luis, Luisito… un señor de dudosa edad… (porque la calle engaña y trata mal como para calcular edades), Luisito era increíblemente amable, muy creyente, desde el 2007 hasta hoy nunca se negó a recibir ayuda y siempre la agradeció con una calidez que pocas personas que dormimos bajo techo y en un colchón tenemos…

Anoche le dimos a Luisito un plato de fideos… eran cerca de las 00.30… cinco horas después murió… y tengo mucha bronca…  no es el primero… ni el último… pero se ve que la noticia me agarró sensible… y con una sensación muy grande de impotencia… de que lo que hacemos no alcanza… de saber ¿que esperamos como sociedad para cambiar determinada cosas?…  ¿porque naturalizamos ver gente en situación de calle?, ¿o ranchitos de chapa a la orilla del suquia?… gente viviendo debajo de los puentes, en un banco en una plaza, disculpen las preguntas… se que son incomodas… pero hoy no puedo ser objetivo… hoy no quiero ser objetivo… hoy a la mañana la vida me dio una trompada… (y aclaro que es la tercer persona en situación de calle que muere este año y todavia no llego el invierno, asi que las trompadas vienen repitiendose), es que Luisito era tan buen tipo… me hubiese gustado que lo conozcan… me hubiese gustado presentárselos… como hacía antes en estos mismos mails… pero por algún motivo creí que no hacía falta atosigarlos con mis mails… que ya iba a haber tiempo para presentarles a todos y cada uno de nuestros comensales… y ahí vino el frío… y ahí vino la trompada… se me hace dificil escribir… asi que mejor cambio de tema…

Anoche en la plaza Balcarce dimos 17 porciones… 5 de ellas a una familia… mamá, papá, y tres niños de 11, 8 y 5 años… ayer los desalojaron… los chicos estaban impecables… alquilaban en una pensión y se quedaron en la calle… el papa es vendedor ambulante… de productos de limpieza… los tres chicos van al cole… y no sabían como iban a hacer… por suerte una “naranjita” que cuida autos frente a la terminal les ofreció alojarlos hasta que aparezca algo… y nosotros los vamos a asistir con la comida…

A ustedes les pido que cuando alguien les toque el timbre… y les ofrezca un trapo de piso o una esponja… se que a veces tenemos… que justo compramos en el super… que a veces vienen varios a ofrecer por semana… pero si pueden… si esta a su alcance… cómprenles… para uds. es una esponja… para ellos pan, leche fideos o azúcar… esa es hoy por hoy una gran ayuda…

Para esta familia necesitamos también una cama y dos colchones…si alguien tiene por favor nos avisa y los pasamos a buscar… de la comida nos vamos a hacer cargo con lo que tenemos… donde comen 200 comen 205 dice el dicho… o algo así…

También les recuerdo que estamos llevando adelante la cuarta campaña de recolección de frazadas, si alguien tiene frazadas… por favor también nos la puede hacer llegar… (Que manguero me pongo cuando estoy sensible)…

y como decimos siempre… que reenvien este mail a sus contactos es una de las principales formas de ayudarnos…

En fin… me hubiese gustado escribirles noticias lindas…  espero hacerlo pronto… hoy no se pudo…

Equipo de voluntarios  de g.a.n.a.s.

Pueden escribirnos consultas, comentarios, criticas (constructivas) a: ganas.en.cordoba@gmail.com

O bien contactarnos telefonicamente en el: 351 155 106106

Gracias por todo el apoyo incondicional,

Equipo de g.a.n.a.s.

 

Despenalización del aborto en defensa de la vida. Por Frank de Nully Brown

A propósito de la próxima discusión parlamentaria sobre la despenalización del aborto, la Iglesia Metodista inicia el diálogo sobre esta problemática que atenta contra la libertad y la dignidad de las personas. Carta pastoral del Obispo Frank De Nully Brown.

 

 

El tema de la despenalización del aborto, que será motivo de debate en el Congreso Nacional, exige desde nuestra fe cristiana una profunda y sincera reflexión que contribuya a la valoración de la vida y al respeto y dignidad de todos los seres humanos en nuestra sociedad.

Limitar la discusión de la despenalización del aborto a una puja entre quienes están a favor y en contra de la práctica, es trivializarla: nadie puede estar a favor de la interrupción de una vida. Pero esta problemática va más allá de esta falsa polarización: la mujer que busca abortar lo hace con angustia y tristeza. La comunidad tiene que asumir esta realidad no escondiéndola sino sacándola a la luz.

Una reflexión pastoral debe abordar su tratamiento considerándolo en todas sus dimensiones físicas, sociales, éticas y espirituales. Para ello comparto aquí algunas reflexiones que procuran aportar a su mejor comprensión.

El aborto es un problema social

El tema del aborto debe ser considerado en relación con el contexto social en el cual ocurre. Nuestra sociedad carece de una adecuada educación sexual, planificación familiar e igualdad de género lo que contribuye a que se multipliquen los embarazos no deseados. Por otro lado, el aborto se ha constituido en un verdadero comercio, ya que, en la actualidad, la ley aprueba su práctica en forma muy restringida. Los sectores medios y altos de la sociedad pueden acceder a una atención clandestina segura, pero para muchísimas mujeres de limitados recursos, debido a prácticas no profesionales  y riesgosas, interrumpir la gestación implica  atentar contra  su propia vida. El Estado debe intervenir en dos sentidos: legislando la despenalización para evitar también la muerte de las madres y garantizando condiciones de equidad económica, educativa y sanitaria para que el aborto no sea una opción.

La penalización no resuelve el sufrimiento

La realidad del aborto no se resuelve penalizando a la mujer que lo practica y dejando de lado la responsabilidad del varón. Porque el problema no es solo de las mujeres, es un problema de todos. Poner el tema en su adecuado contexto lleva a considerar el reclamo de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo y, por otro lado,  abordar el sufrimiento de muchas mujeres desprotegidas.

Diálogo para construir libertad y dignidad

Por todo lo dicho considero que despenalizar el aborto puede ayudar al diálogo que contribuya a la edificación de nuestra sociedad. Cada víctima del aborto no puede convertirse en un número más porque es  alguien a quien Dios ama y a quien también nosotros debemos amar profundamente. Esconder nuestras prácticas culturales  de abortos clandestinos no ayuda a enfrentarlas y  a tomar decisiones inspiradas en la libertad y la dignidad de las personas.

Es nuestro deseo que se pueda generar en nuestra sociedad una discusión madura donde todos tengan la oportunidad de aportar sus propias visiones.  Porque:

”Nosotros amamos a Dios porque Él nos amó primero. Si alguien  afirma ’Yo amo a Dios’, pero odia a su hermano es un mentiroso: pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quienes no ha visto” (1 Juan 4:19-20).

Pastor Frank de Nully Brown

Obispo de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina

Febrero 25 de 2011

Fuente: Iglesia Metodista Argentina

El aborto no es sólo un problema de las mujeres, es de toda la sociedad. Declaración.

Como varones y ciudadanos comprometidos con la defensa de los derechos humanos y trabajando en la promoción del pleno ejercicio de los derechos humanos, nos aproximamos desde esa perspectiva para reflexionar y compartir pensamientos y acciones con todas y todos los ciudadanos de nuestra provincia.

Asumimos que el cuerpo de todas las personas es el primer espacio en el cual esos derechos se ejercen y consideramos a la persona en su dimensión física e intelectual como una unidad indivisible y toda ella, en su diversidad, plena de dignidad y respeto.

En esa perspectiva de derechos humanos y garantías es que reconocemos la diversidad de posiciones existente y la tomamos en serio y por ello queremos dialogar y debatir para construir una sociedad más equitativa.

El tema de la legalización del aborto evoca convicciones fuertes y variadas que comprende el área de la responsabilidad social, la inequidad de género que afecta gravemente a las mujeres, la situación económica, las estadísticas que nos muestran que la prohibición del aborto continua provocando muerte y desolación.

Esta situación nos llama a buscar, construir y proponer nuevos caminos que ponga fin a tal mortalidad relacionada con abortos realizados en la clandestinidad y que coloca a las ciudadanas de nuestra provincia en situación de vulnerabilidad.

Hay un discurso muy fuerte desde distintos sectores, que intentan reducir el debate sobre el aborto a una cuestión religiosa, a un delito o a un capricho del “feminismo”.

Las mujeres, niñas y jóvenes que llegan a optar por interrumpir voluntariamente un embarazo, pueden ser nuestra hija, nuestra hermana, nuestra madre, nuestra novia, nuestra amiga, nuestra compañera de trabajo, de estudio o nuestra vecina.

Entre otros factores, muchas mujeres, llegan a tomar esta decisión porque es un embarazo no deseado, por falta de educación e información, por no acceder a anticonceptivos o porque fueron víctima de algún abuso.

Sea cual fuera, todas ellas tienen que interrumpir su embarazo clandestinamente, las que tienen dinero lo hacen en condiciones sanitarias adecuadas, las que no tienen el dinero, lo hacen expuestas a condiciones que las llevan a engrosar las listas de miles de mujeres hospitalizadas o es una de las 100 mujeres que mueren por año en nuestro país, por un aborto clandestino mal practicado.

Entendemos que el problema no es religioso, la mayoría de las 500.000 mujeres que se practican un aborto, son católicas, evangélicas, judías o profesan algún credo, también lo fueron aquellas que murieron por esta causa.

Que se legalice el aborto, no implica que todas las mujeres vayan a abortar, La legalización permitiría que aquella mujer que necesite interrumpir su embarazo pueda hacerlo en condiciones de salud seguras, esta decisión sería tomada por la mujer en base a sus derechos y sus convicciones religiosas.

La mayoría de las mujeres que tienen que tomar una decisión de este tipo, no lo hace con liviandad o por gusto, es un dilema ético y psíquico y que la marca profundamente; la penalización del aborto solo la empuja hacia más clandestinidad y la expone a realizarlo en condiciones inadecuadas, con riesgos de complicaciones, incluyendo la muerte.

La justicia y la protección de sus derechos no llegan nunca para ellas. La ilegalidad también refuerza la condena social, la culpa y la estigmatización. Son las mujeres más pobres quienes tienen que cargar con todo esto.

Uno de los principales obstáculos en nuestro país para avanzar a la despenalización y legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, es el poder económico de un negocio ilegal organizado que mueve muchos millones de pesos por año en nuestro país.

Como varones reconocemos que la realidad del embarazo y del aborto es un tema eminentemente complejo y que compete a la libertad tanto ciudadana como religiosa y de profundo respeto a la libertad de conciencia como espacio sagrado.

La penalización del aborto, hace que los derechos a la libertad y a la dignidad de las mujeres se encuentren cercenados en nuestro país

Coincidimos con las recomendaciones de Amnistía Internacional y con la decisión de las Universidades Nacionales de Buenos Aires, Córdoba La Plata y Comahue que se manifestaron a favor de la despenalización del aborto.

En función de estas consideraciones como varones planteamos:

*  Nuestra exigencia para que el Estado garantice y lleve adelante el cumplimiento de la Educación Sexual en las Instituciones Educativas y en aquellas instituciones que lo requieran.

*  El libre acceso a Anticonceptivos para todas las personas.

*  Nuestro apoyo a todas las iniciativas que legalicen el aborto.

*  Educación Sexual para decidir, Anticonceptivos para no abortar y Aborto legal, seguro y gratuito para no morir.

Firman:

ALFREDO ZURITA, Medico Cirujano, Especialista en Salud Pública, Docente UNNE

RAÚL GLEIM, Pastor Iglesia Evangélica Luterana Unida

MARCELO SALGADO, Coordinador ISEPCI/Chaco.

MARCELO TISSEMBAUM, Periodista

LUIS ARGAÑARAS, Docente, Dramaturgo y Poeta.

JOSÉ LUIS BRES PALACIOS, Docente y Periodista.

BRUNO MARTÍNEZ, Periodista

BRIAN PELLEGRINI, Periodista

GABRIEL GAMARRA, Presidente de Unidos X la Diversidad. .

SEVERO RANNIS, Médico

RENZO OSUNA, Militante DDHH

JUAN PABLO AGUILAR, Estudiante

DARÍO EDGARDO GÓMEZ, Delegado Secretaria de Derechos Humanos de la Nación.

HUGO WINGEYER, Docente Universitario, UNNe

CRISTIAN GACZYNSKI, Abogado

RICARDO MAIDANA, Ingeniero y militante LGTB

CESAR ABEL GÓMEZ, Sociólogo, Docente Universitario, UNNe

Fuente:  CESA – Centro de Estudios Sociales Argentino

Despenalizaciones. Por Guillermo “Quito” Mariani

La iglesia católica es experta en penalizaciones. Casi se podría afirmar que es mucho más conocida por sus prohibiciones acompañadas de castigo que por sus impulsos para acometer proyectos beneficiosos. El libro del derecho canónico que determina la legitimidad o el delito de los actos de los católicos dedica de sus 1752 cánones,  88  a establecer delitos y penas, si no tenemos en cuenta  todas las obligaciones graves fijadas en cada capítulo, referidas a las actividades que allí se describen. Si bien en todos los casos hay especialistas que le buscan la vuelta para lograr una interpretación benigna, desde la jerarquía suele elegirse como norma, la más severa.

Sin embargo, todo lo establecido por el Derecho canónico es nada si se compara con la actitudes penalizantes asumidas frente a determinadas conductas referidas al orden privado, que no dañan al orden público y constituyen un derecho de la libertad individual y una valoración de la conciencia como última medida de la responsabilidad personal. Y la institución eclesiástica es absolutamente reacia a despenalizar una cantidad de conductas que se califican como pecado y se asocian a ese fracaso definitivo del destino humano que se ha designado como INFIERNO descrito  siempre con una  truculencia superior a la del Dante.

A esta altura de la marcha de la humanidad en que, desde la investigación y la experiencia, se han recogido tantos datos para determinar lo conveniente y lo dañoso para el ser humano, para especificar lo que es humano y antihumano en una cantidad de cuestiones, la iglesia debiera proceder a una rápida despenalización de muchos considerados delitos. Debiera primero, despenalizar el placer, absolutamente condenado en cualquiera de sus niveles corporales. A continuación debían ser abarcadas por esa despenalización, la limitación responsable del número de hijos, la educación sexual considerada impulso excitante, los métodos anticonceptivos modernos, el uso de preservativos entre otras cosas para evitar el SIDA, la situación de los divorciados que han contraído nuevo matrimonio, la acción reivindicativa de los derechos y dignidad de los pobres cuando traspasa los límites de la limosna caritativa, la libertad para pensar y exponer el pensamiento con argumentación y debate, la  democracia inadmisible en su estructura monárquica…y ¡cuántas cosas más!

Pero la inclinación manifiesta es a penalizar. Porque penalizar disminuye al individuo por el temor y lo hace presa fácil del autoritarismo. Afirma un prestigioso historiador latinoamericano Enrique Dussel que ninguno de los grandes descubrimientos científicos a través de la historia ha dejado de darse el lujo, en sus comienzos, de ser condenado por la iglesia.

Está sobre el  tapete la despenalización del aborto. No es extraño que la Iglesia como en tiempos de torturas, dictaduras y represiones carcelarias, insista en el respeto a la vida no nacida justificando su indiferencia frente a las violaciones más crueles de los derechos humanos. El argumento simple es que un delito contra la vida no puede quedar impune. No se puede despenalizar un delito. Pero no se atiende a una razón que destruye la fuerza teórica de ese argumento. Todos los empeños penalizantes han fracasado en el logro de la disminución de los abortos. Y han logrado que en los realizados clandestinamente se pierdan muchas vidas de madres que se deben a muchos hijos. Estas afirmaciones están apoyadas estadísticamente. ¿Por qué no desclandestinizar una práctica que todos deseamos que disminuya, para que pueda recurrirse a todos los medios que hoy suministran la medicina, la psicología, la sociología, las instituciones que se responsabilizan  de la atención a los recién nacidos? ¿Por qué no aprovechar las conclusiones científicas acerca de la humanización de los pre-embriones para proceder inmediatamente en casos de violación?

Estamos pisando un terreno muy frágil. Pero evitar el debate y optar por la penalización es, a mi entender, una tendencia peligrosa y antisocial.

José Guillermo Mariani (pbro)