No permitir el ingreso del cura. Un caso exitoso. Por Raul A. Perez Verzini

No solo en La Cripta creemos que otra iglesia es posible:

El Papa da marcha atrás en Sucumbíos (Ecuador) y nombra a un Delegado Pontificio

La Cripta sigue organizando acciones para impedir la asunción del cura impuesto por el obispo Ñañez en contra de la voluntad de la comunidad. Mientras, vemos que en comunidades la lucha por defender un estilo de cristianismo da sus frutos.

El 30 de octubre del 2010 se supo la noticia del cese de Mons. Gonzalo López (de los Carmelitas) y la toma de posesión del P. Rafael Ibarguren (de los Heraldos del Evangelio, congegación religiosa de carácter fundamentalista), en la prelatura de San Miguel de Sucumbíos.

En sí mismo, el cambio era normal, pues el P. Gonzalo había cumplido sus años de prelado y había presentado la renuncia. Pero la forma en que se efectuó (a modo de expulsión) y la manera en que entraron los Heraldos del Evangelio en una prelatura que había mantenido una trayectoria ejemplar de Evangelio, desataron las protestas de un lado y de otro. La noticia se publicaba en diversos medios, con cierta frecuencia (en Redes Cristianas y Atrio, entre otras).

A lo largo de cuatro meses y medio la situación se había vuelto irresistible. Muchos agentes de pastoral de la Prelatura (en gran parte laicos) cerraban las puertas a los Heraldos del Evangelio y no les dejaban ni celebrar la eucaristía. Y por su parte los Heraldos (respaldados por algún obispo de Ecuador y por el Nuncio) querían imponerse también por la fuerza, oponiéndose en todo a las directrices de Mons. Gonzalo (e incluso a su persona).

La “buena noticia”

Los conflictos de la Prelatura han llegado a la Santa Sede y el Papa Benedicto XVI ha podido conocer el caso, y con un gesto de valentía que le honra, se ha vuelto atrás. Ésta es la noticia que se ha publicado en Quito, incluso en la misa de varias Iglesias.

Benedicto XVI ha nombrado Delegado Pontificio de la Prelatura de S. Miguel de Sucumbíos a Miguel Angel Polibio Sánchez , obispo de Guaranda y Secretario de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.

Aunque no está claro qué directrices va a seguir el nuevo Delegado Pontificio, ni qué va a ser de los Heraldos (sin tendrán que marcharse), la noticia en sí misma resulta absolutamente extraordinaria. Las protestas de gran parte de los cristianos de Sucumbíos han hecho cambiar a la Santa Sede que, evidentemente, tiene miedo de que surja un escándalo (o incluso una escisión) no sólo en aquella iglesia, sino en otras muchas.

Sucumbíos puede ser un ejemplo de libertad y evangelio para otras iglesias cristianas, a no ser que se instale entre nosotros el puro pasivismo, de manera que ya no seamos capaces ni de protestar (porque somos tibios, como dice de un modo impresionante el Apocalipsis, cuando añade: “por eso, porque no eres ni frío ni caliente, te arrojaré de mi boca).

La realidad de La Cripta

Un pueblo mínimo situado en la amazonia ecuatoriana deja evidencia concreta de que la decisión de una comunidad de continuar un proyecto, un modo de vivir el Evangelio, no puede borrarse de un plumazo, sin importar de dónde provengan las decisiones.

¿Podemos nosotros también?

¿Tenemos la energía para marchar, para reunirnos, para trabajar conjuntamente en pos de este, nuestro propio proyecto?

¿Somos capaces de apoyarnos en este ejemplo para saber que no estamos solos?

Claro qué sí! Esto es una buena señal para que les quede claro que no nos dejaremos arrebatar la comunidad tan fácilmente.

Otra Iglesia es posible. Continuar con la historia de La Cripta es posible.

Para preparar esta nota hemos tomado el artículo de Xabier Pikaza. Aunque es largo recomendamos su lectura.

Para quienes quieran más información, vale la pena visitar el portal la prelatura de San Miguel de Sucumbíos (ISAMIS)

 

INFORME SOBRE EL CONFLICTO EN LA CRIPTA (Misas 19 y 20 de Marzo)

Queremos contar a todos los pasos que se han seguido dando en relación con el cambio de Párroco.

No hemos dejado el camino del diálogo:

1. El sábado pasado concurrimos 6 miembros de la Parroquia a la Jornada Pastoral de la Diócesis, donde asistieron mas de 1200 personas, delegados de todas las Parroquias de la Arquidiócesis. Allí se repartió a todos un breve volante dando a conocer nuestra situación y disposición al diálogo e invitando a quien quiera acercarse para dialogar.

2. El próximo martes el P. Víctor se reunirá con el Arzobispo y el Equipo de sus Vicarios,

3. Pero a la vez seguiremos haciendo públicas nuestras reflexiones y opciones. Quien quiera puede acceder a la Página “Sin tapujos” donde se publica todo lo que está aconteciendo

4. El viernes se reunió el Consejo Pastoral con otros miembros de la comunidad que quisieron participar.

· En la reunión se decidió postergar la Asamblea programada para el día 2 para una fecha a designar, que comunicaremos después.

· En su lugar concretar lo que hemos llamado “EL ABRAZO A LA CRIPTA” para el día DOMINGO 10 DE ABRIL DE 16 A 19 HS., en nuestro Jardín.

· Se trata de una movida artístico-cultural donde contaremos con destacados folcloristas, la actuación de nuestro CORAL LA CRIPTA y el Grupo de Teatro EXTRAS.

· Se escuchará un mensaje a cerca de este camino de reafirmación de nuestra identidad comunitaria en ocasión del cambio de Párroco, para concluir con el gesto de ABRAZO A LA CRIPTA

· Estamos todos convocados, se dará amplia difusión a este Evento, se invita a todos a participar e invitar a familiares, vecinos y amigos, que durante años han visto con agrado y esperanza el proyecto pastoral de esta comunidad.

· Se invita igualmente a miembros de otras comunidades que piensan y viven su fe y su actividad pastoral con nuestra misma mirada y opciones.

Asistamos todos los que estamos vinculados a La Cripta: quienes participamos de las Misas, los integrantes de los Grupos parroquiales, quienes participan en la Catequesis, en el Grupo Scout, familias, vecinos y amigos de otras comunidades.

NO ESTAMOS EN GUERRA,

ESTAMOS EN CAMINO

Y QUEREMOS AFIANZAR NUESTRAS OPCIONES Y SER RESPETADOS

 

¿DIÁLOGO EN LA IGLESIA CATÓLICA? Carta de P. Victor Acha al Obispo.

Tomado de la carta enviada por el padre Víctor Saulo Acha al Arzobispo, en el mes de febrero

Escribo estas líneas a propósito de la situación planteada en ocasión de mi retiro de la actividad parroquial. Este retiro estaba acordado con el Arzobispo cuando me pidió hacerme cargo de la Pquia. Ntra. Sra. del Valle, La Cripta, en el año 2006.

Desde que el Padre Carlos Ñañez se hizo cargo de la arquidiócesis pareció que comenzábamos un proceso de participación, de integración, de diálogo que había sido poco frecuente entre nosotros y que por cierto nos alegró. Poco después sacerdotes y laicos vimos con agrado cuando el Arzobispo pidió colaboración para entregar una carta pastoral a la arquidiócesis en un Adviento ya lejano. Así hubo muchos signos prometedores de una pastoral diferente.

En lo que a mi respecta, durante años expresé mi adhesión a las propuestas del Plan Pastoral, he colaborado en semanas del clero (no sin inconvenientes), he acercado sugerencias, fui llamado a colaborar con el Vicario de Pastoral, P. Walter, se me pidió exponer en algún encuentro diocesano, etc. Y cuando personalmente o con otros creímos necesario sugerir cambios, poner acentos, cambiar algún esquema, también lo expresé.

Parece que todo esto no significó mas nada, desde el momento en que me permití disentir con expresiones de algunos Obispos (a propósito de la Ley de Matrimonio igualitario) en una cuestión absolutamente opinable y frente a la cual la Iglesia tenía la oportunidad de mostrar su equilibrio, acentuando por un lado los principios que considera importantes y por otro mostrando su apertura para buscar caminos nuevos para la integración y el crecimiento humanos.

En varias ocasiones el Arzobispo ha manifestado que tiene presiones, y que peligra el camino pastoral que está en marcha en la Arquidiócesis. ¿De qué hablamos? ¿Qué puede temer el Arzobispo? ¿Quién puede presionarlo si cree que cuenta con la fortaleza del Espíritu? ¿Quién puede cuestionar los procesos participativos que el obispo quiera instalar en su diócesis?

La más antigua teología y práctica eclesial nos dicen que el Obispo tiene plena autoridad en su diócesis. Nadie de fuera, puede cuestionar su autoridad en asuntos que hacen a su ministerio pastoral. Ninguna institución de la Iglesia se sitúa por encima del Obispo en lo que concierne a sus decisiones pastorales.

¿La necesaria “comunión episcopal” que le une al resto de los obispos, significa algún modo de sumisión? ¿El Obispo tiene que condicionar sus decisiones a la palabra o el pensamiento de otros obispos? Aún los documentos, expresiones y criterios de la Conferencia episcopal no son  vinculantes, si bien son asumidos en razón de la comunión de todos. Pero obrar en comunión no significa no pensar, no opinar, no buscar, no expresar diferencias, acentos, puntos de vista que en conciencia se consideran válidos.

La fisonomía jerárquica y de sentido verticalista que muestra la Iglesia Católica, tiene más de mundana que de evangélica y aunque tiene siglos desarrollando ese estilo de autoridad, debe ser revisada y adaptada a la realidad del mundo actual y siempre buscando coherencia con el Evangelio, que es el criterio supremo de la fe y de la práctica cristiana.

Esto no es una reflexión aislada ni original, en parte es doctrina tradicional y en parte es el pensamiento de teólogos de reconocida autoridad, al menos desde que el ya olvidado Juan XXIII tuvo la ocurrencia de decir que había que dejar entrar aires nuevos en la Iglesia y sacar el polvo acumulado desde siglos en sus estructuras.

A esta altura de la historia ¿tienen sentido las posturas conservadoras que pretenden mantener el statu quo sin buscar caminos nuevos en lo que concierne al ejercicio de la autoridad? ¿A dónde va a terminar una Iglesia que siga apelando a ese tradicional recurso de la autoridad para señalar un único camino y opciones más corporativas que fieles al Evangelio? ¿Es que la Iglesia no puede incorporar de una vez, formas sanas y hace tiempo aceptadas socialmente de  participación, cuando se trata de la designación de obispos y sacerdotes?

He planteado al Arzobispo que el Padre Pedro Torres, propuesto como futuro párroco no me parece la persona indicada y también que no comprendo por qué no fui consultado respecto al posible sucesor, ni se pensó en dialogar con la comunidad al respecto. El obispo, los sacerdotes y laicos somos parte de una misma institución, de un mismo proyecto y creo que aceptamos un mismo evangelio que nos señala un modo de relaciones que exceden los marcos institucionales, porque se vinculan con lo fraterno, lo solidario, lo participativo.

Aquí no se trata de una actitud contra el padre Torres, solo opinamos (la comunidad y yo) que sus opciones pastorales difieren de las nuestras y que cada persona es adecuada o no, para determinada circunstancia ó ámbito. Son incontables en esta y otras diócesis los casos de cambios semejantes que terminan desarmando comunidades, enfrentando a unos con otros y produciendo heridas y rupturas que solo consiguen el alejamiento de muchos, cuando nuestra misión es integrar y nunca dispersar. Por eso hemos reclamado ser escuchados

¿Acaso la consulta amplia, la opinión de las bases, el criterio de los protagonistas menoscaba la autoridad de quien tiene que decidir? ¿No es mejor el diálogo oportuno y con todos,  que tener que afrontar situaciones conflictivas e indeseables que dejan heridas a veces insalvables?

Laicos representantes de la comunidad han hablado al respecto con el Arzobispo y también con el Padre Torres, pero parece que la decisión es inamovible.

Nos preguntamos ¿la intención será desarmar esta comunidad, desalentar nuestro estilo participativo e inclusivo, ajustar los proyectos a un modelo de pastoral tradicional?

De ser así ¿Porqué acallar las voces que matizan los discursos oficiales? ¿No es una riqueza asumir la diversidad en el conjunto de una diócesis? Hay mucha gente que adhiere a una pastoral tradicional, de conservación, de sacramentalismo y devociones, pero en el escenario de esta sociedad del siglo XXI, en el escenario de nuestro país y en el de Córdoba, muchos alentamos otras opciones pastorales.

Aquellas y estas opciones diferentes contribuyen a sumar, a integrar lo diverso, a fomentar la convivencia de lo diferente. ¿No se parece esto a lo que hizo, propuso y pretendió Jesús, incluyendo a todos, aceptando a los que eran rechazados en su tiempo, planteando una experiencia religiosa diversa en ciento ochenta grados a lo establecido en aquella sociedad?

Superemos los miedos, compartamos nuestras dudas, seguridades y expectativas, busquemos juntos, escuchémonos sin prejuicios. Solo eso podrá salvar a nuestra Iglesia de quedar reducida a una secta, o de ser una más de tantas obsoletas monarquías, cáscaras sin contenido significativo.

Cada día es mayor el descrédito del Vaticano, de muchos obispos de Argentina y de otras latitudes y no por calumnias, sino porque sus expresiones, sus actitudes, son muchas veces extemporáneas, cuando no anacrónicas u obsoletas. Y porque además ha quedado patente que el pecado está tanto dentro como fuera de la Iglesia y esto no puede ser de otro modo, porque esa es la condición humana. Asumamos con sencillez y humildad y sin arrogancias lo que somos. Porque es tan cierto nuestro pecado, como lo debe ser nuestra vocación para proclamar oportuna o inoportunamente el Evangelio de la vida, superándonos desde nuestras limitaciones.

Todos debemos leer “los signos de los tiempos” y revisar con sinceridad y sin prejuicios ¡tantas! expresiones y acciones que no hablan de una Iglesia enteramente fiel al Evangelio. Hay que transformar una Iglesia que pretende defender siempre el orden establecido, atender a quienes le halagan el oído y dicen amen a cualquier propuesta, para quedar bien con todos, menos con los que piensan, opinan y proponen. Hay que transformar una Iglesia que piensa más en la defensa de sus instituciones epocales que en su irrenunciable misión profética. Esto es misión de todos los que decimos seguir a Jesús de Nazaret.

Entonces, para ser una Iglesia que escucha, que atiende, que asume a todos y a todos propone el diálogo adulto y maduro, aceptemos al interior de nuestra comunidad diocesana, la diversidad y el pluralismo.

La cuestión planteada en La Cripta no está cerrada, pues lo que hoy es un hecho puntual de esta comunidad, o bien nos lleva a buscar caminos nuevos en las relaciones pueblo autoridad, o las soluciones sin el diálogo y la participación serán ficticias y harán daño a todos.

PADRE VICTOR SAULO ACHA

 

 

INFORME SOBRE EL CONFLICTO EN LA CRIPTA

Leído en las Misas del 12 y 13 de marzo

Es de todos conocido que a lo largo de dos meses tanto el P. Víctor como representantes de los Consejos pastorales, tuvieron comunicaciones por carta y entrevistas con el Arzobispo y también con el designado P. Pedro Torres.

¿Qué está en juego con la llegada de un sacerdote que no comparte los lineamientos teológicos y pastorales que han orientado desde hace décadas el ser y hacer de La Cripta?:

–      Está en juego que La Cripta continúe siendo una comunidad que funda su pensamiento y su acción en los postulados del Concilio Vaticano IIº y en la Teología más avanzada desarrollada a partir de entonces;

–      Está en juego esta parroquia donde se puede integrar todo el que busque sinceramente crecer como buena persona y como creyente fiel al Evangelio de Jesús;

–      Está en juego este espacio donde no hay exclusiones; donde no hay exigencias pastorales que alejan a quienes no se ajustan a modelos convencionales; donde no se imponen condiciones ni trabas para que las personas accedan a los sacramentos o se integren en tareas comunitarias;

–      Está en juego poder participar de una liturgia sin acartonamientos, ni apego a las rúbricas, de carácter festivo y donde se tiene como eje vertebral el Anuncio del mensaje, partiendo no de los dogmas sino de las realidades humanas que vivimos todos los días las personas;

–      Está en juego el legítimo derecho que tiene esta y cualquier otra comunidad a opinar respecto al sacerdote que se hará cargo de conducir la animación de la comunidad;

–      Está en juego todo aquello por lo que todos ustedes participan de esta comunidad y no de otra.

Por eso en la Asamblea celebrada el pasado 26 de febrero se decidió casi por unanimidad “NO ACEPTAR”, el nombramiento propuesto por el Arzobispo. Y el jueves pasado la Comisión constituida a efectos de decidir las acciones a seguir, ha resuelto lo siguiente:

  • Ratificar una próxima Asamblea que tendrá lugar el sábado 2 de abril y a la cual estamos todos convocados;
  • Notificar al Arzobispo y a sus Vicarios que habiendo intentado por la vía  del diálogo acordar acerca del futuro párroco y sin tener resultados satisfactorios, a partir de ahora hacemos pública la situación a través de todos los medios que sea posible;
  • Participar en la Jornada Arquidiocesana del sábado 12 (asisten mas de 1000 personas, delegados de todas las Parroquias de la Arquidiócesis) y repartir a todos un breve volante dando a conocer nuestra situación y disposición al diálogo;
  • Se organizará un evento masivo al que convocamos con la consigna: “ABRAZO A LA CRIPTA”, cuyas características daremos a conocer próximamente;
  • Convocar a toda la gente que está vinculada a La Cripta ya sea en las Misas, como en los distintos Grupos parroquiales, en la Catequesis, en el Grupo Scout e igualmente a familias y vecinos relacionados con nuestra comunidad para participar en dicho Abrazo que concretaremos en el fin de semana entre el 8 y 10 de Abril.

 

Más Cristianismo y Menos Catolicismo. Por Raul A. Perez Verzini

“La burocracia vaticana impone legalmente lo que no puede razonar teológicamente. A falta de argumentos, el gobierno imperial recurre a la fuerza. Los medios resultan conocidos. Son las medidas violentas de silenciar y excluir.”

Elisabeth Schüssler Fiorenza
(Exégeta y Teóloga Feminista de la Universidad de Harvard)

 

Más cristianismo y menos catolicismo fue la consigna más aplaudida en la asamblea parroquial del pasado 24 de Febrero, donde se votó masivamente el rechazo a la imposición autoritaria del obispo Ñañez de un párroco que no responde a las opciones de la parroquia.

Más cristianismo, es decir más evangelio. Menos Catolicismo, es decir menos institución eclesiástica.

No es que no queramos institución. La organización es necesaria, pero esta no puede ni debe estar por encima del espíritu del evangelio.

La práctica eclesial, sin embargo, está cada vez más centrada en la iglesia y menos en el evangelio. Es por eso que son cada vez más los laic@s y pensadores que hartos de tanta incoherencia se levantan para mostrar que otro cristianismo es posible.

Por eso el fenómeno de La Cripta es valioso. Representa un símbolo de una manera más creíble de ser cristian@s. Y por eso lo defenderemos de aquellos que están deseosos de hacerlo desaparecer.

No somos, como a algunos les gusta creer, un puñado de rebeldes politizados. Se trata de un enorme movimiento mundial de personas de distintas matrices culturales y extracciones políticas que coinciden en la importancia de volver al Evangelio.

Más cristianismo y menos catolicismo es la característica de la comunidad de La Cripta que, aunque no siempre consciente, ha ido caminando en una progresiva fidelidad a las ideas del evangelio apartándose de todo lo que huela a excesiva institución.

Ante la estrategia de destrucción de esta experiencia de 45 años por parte del obispado, se está esgrimiendo el argumento de que somos intolerantes y que no queremos darle una oportunidad al sacerdote impuesto. La respuesta es muy simple: No se trata ni de dar una oportunidad ni de negarla.

Esta comunidad tiene una historia y un proyecto. De ese proyecto se desprenden las responsabilidades que un párroco debe cumplir y de esas responsabilidades, surgió un perfil de párroco requerido. Así de simple, como lo hace cualquier organización sana.

Imaginen que se necesita cambiar un gerente y los responsables de tal cambio deciden imponer un candidato que no cumple los requisitos básicos. ¿Cuáles serían las consecuencias?

Se me ocurren como mínimo dos:

  1. El responsable de su designación sería seriamente cuestionado por incompetente. A nadie en su sano juicio se le ocurre nombrar un responsable de un área sin consultar primero con los involucrados el perfil requerido para el puesto.
  2. La misión y los objetivos organizacionales correrían un serio riesgo de verse truncados por la incompetencia del candidato. Ser incompetente para un puesto no tiene nada que ver con ser buena o mala persona. Si a mi me ponen de médico de un hospital seguramente mataré a más de un paciente. No porque sea mal tipo, sino porque soy ingeniero no médico.

Imagínense la cara de los pacientes, si ademas de poner a un ingeniero al frente de cirugía le dijéramos que es porque se trata de darle una oportunidad.

“Mire señor paciente, no sea intolerante! Es cierto, este muchacho es ingeniero no médico, pero es un gran tipo. Déle una oportunidad. Deje que lo opere. Deje de lado la ideología!. Eso sí, si le va mal después se lo cambiamos.”

En el ámbito institucional, a nadie relativamente cuerdo se le ocurriría argumentar que es de poco tolerantes no darle la oportunidad a un candidato que no cumple los requisitos del puesto. Sencillamente se lee el CV, y si no contiene lo básico, directamente se busca otro candidato.

En nuestro caso, hasta tuvimos la delicadeza de ir a hablar personalmente con el candidato y en la entrevista confirmó que no está de acuerdo con varias de nuestras opciones. Es decir, él mismo reconoció que no cumple el perfil.

¿Por qué tanto lío entonces? Es más, ¿por qué centrar en esa persona el problema? El problema no es el candidato, aun cuando venga impuesto por el ordinario del lugar.

El problema está en quien es responsable de selección personal y en sus métodos muy pocos apegados a las buenas prácticas organizacionales.

Intentar reducir el planteo a un problema con el candidato impuesto es ingenuo y manipulador. No tenemos nada contra el candidato. Es más, pudimos verificar que en su lugar es muy exitoso. ¿Por qué entonces privar a esa hermosa comunidad de alguien querido y seguramente adecuado para su proyecto?

Nuestra parroquia viene asumiendo compromisos muy concretos desde hace muchísimos años. Antes fue en contra de la dictadura militar, cuando de hecho la iglesia institución era cómplice. Hoy los desafíos son otros, pero también queremos ser una voz razonable y creíble en medio de tanto taliban suelto.

Por eso nos hemos puesto a estudiar para tratar de madurar nuestra fe y superar la catequesis infantil. Esto nos ha llevado a mantener contacto con teólogos y biblistas de vanguardia que nos ayudan a entender mejor el mensaje del evangelio.  Es decir, a ser más cristianos (=evangelio)  y menos católicos (=integristas y dogmáticos)

De hecho, algunos ejemplos concretos de las consecuencias de acercarnos más al cristianismo son:

  • Apoyo explícito a las leyes de fin de la impunidad.
  • Apoyo a la ley de matrimonio igualitario
  • Apoyo a la Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir (según la consigna de Católicas por el Derecho a Decidir)
  • No discriminación en los sacramentos: divorciados, gays, madres solteras, parejas irregulares, etc. Bautismos sin importar la condición religiosa o legal de los padres.
  • La renovación de la liturgia. Cantos del cancionero popular, comunión bajo las dos especies, etc.
  • Participación activa de las mujeres en los puestos de liderazgo de la parroquia.
  • Participación de los laicos en la toma de decisiones. El Consejo Pastoral como órgano último de conducción de la comunidad dado que el párroco es temporario pero la comunidad permanece.
  • La homilía basada en la reflexión teológica, antropológica y exegética actual y no sólo en la repetición monótona y literalista del texto bíblico.
  • Centralidad en el mensaje de Jesús y no tragarse acríticamente lo que dice la iglesia institucional.
  • Promoción de la formación teológica y exegética de los laicos con pensadores sobresalientes como Ariel Álvarez Valdés.
  • Renovación de los sacramentos. Enfasis en la reconciliación comunitaria y no en la confesión individual. Etc, Etc.

Y por supuesto, todo SI, implica un NO.

Por eso, Quito Mariani fue tajante en no permitir la participación en la parroquia de grupos conservadores de talante integrista como Opus Dei, Legionarios de Cristo, Cursillos de Cristiandad, etc. Y en no promover prácticas supersticiosas como la mayoría de las devociones marianas.

 

¿Hay algún cura en esta línea? Será bienvenido a La Cripta.

¿No hay ninguno? No hay problema. Seguiremos haciéndonos cargo de las distintas actividades y celebrando la eucaristía con los múltiples curas que siempre y gentilmente nos acompañan.

Es cristianismo versus catolicismo. Cristianismo como centralidad en el mensaje del evangelio, leído críticamente y no de manera fundamentalista. Catolicismo como esa reproducción anacrónica del imperio romano centrada en la institución. Y cuya “tolerancia y respeto por lo diferente” son tan reconocidos en el mundo actual que no merece comentarios.

Exigimos un cura que comparta nuestro proyecto comunitario. Y eso no se negocia.

Una cosa debe quedarnos clara: La conciencia por encima de la institución.

Y ojo que no lo digo yo, lo dice un tal Ratzinger.

Paz y Bien

Ing. Raul A. Perez Verzini

No creo en tu Dios. Carta abierta al párroco que no queremos. Por Raul A. Perez Verzini

No creo en tu Dios.
Carta abierta al párroco que no queremos.

Estimado, no te pongo nombre para que no creas que el problema es con vos. De hecho, los que te han tratado dicen que sos una persona agradable y no juzgo tus intenciones.

El totalitarismo eclesial vernáculo, cínicamente acostumbrado a tomar decisiones sin consultar a los involucrados, te eligió como párroco de La Cripta. Y vos, quizá siguiendo la antievangélica obediencia debida, aceptaste. Te equivocaste.

Ya te lo hemos dicho y te lo seguiremos diciendo: No te queremos como párroco. No te recibiremos como párroco. Esta nunca será tu casa.

Nuestra decisión no es caprichosa. No se trata de rebeldes sin causa. Se trata, como diría Pedro Casaldáliga, verdadero pastor, de una rebeldía que busca la fidelidad a nuestra propia conciencia. Son más de 45 años de una línea pastoral fuertemente anclada en las intuiciones del Vaticano II y la reflexión teológica posterior. Son miles de personas que a lo largo de todos estos años se identificaron con la manera de ser y hacer que nos caracteriza. Y no estamos dispuestos a dejar que se destruya. Estamos preparándonos para dar batalla.

No pienses que tenemos algo contra vos. El problema es que no creemos en tu Dios.

No se trata de matices pastorales. No se trata de conservadurismo y monotonía a la hora de celebrar la eucaristía. Ni siquiera se trata de falta de conocimientos bíblicos y teológicos.

El problema es que no creemos en tu Dios.

Tu Dios impone uniformidad. El nuestro, celebra la diversidad.

Tu Dios impone castigos. El nuestro nos mira con misericordia.

Tu Dios es misógino. El nuestro es Padre, pero sobre todo Madre.

Tu Dios en monárquico y autoritario. El nuestro, fraterno y participativo.

Tu Dios se identifica con el totalitarismo vaticano. El nuestro, se expresa en la Biblia y en los signos de los tiempos, y sabe que el sábado fue hecho para el ser humano y no al revés.

Tu Dios elude el diálogo. El nuestro nos exige reflexionar críticamente.

Tu Dios nos trata como idiotas. El nuestro como adultos.

Nuestra parroquia tiene una fuerte tradición iniciada por Quito y continuada por Víctor, donde se ha respetado a los laicos. Donde se ha respetado la libertad de pensamiento y donde sobre todo, se nos ha tratado como adultos. Aquí, como reza la oración del consejo pastoral, somos los laicos los responsables de animar la marcha de la comunidad cristiana.

A los adultos no se les impone una manera de ser. A los adultos no se les impone un pastor. Los adultos eligen a quien merece ser llamado pastor.

Vos venís desde otro lugar. A vos te enseñaron que el laico está para obedecer. A vos te enseñaron que las investigaciones teológicas, antropológicas y exegéticas son para la universidad, no para compartirlas con los laicos, demasiado “ignorantes” la mayoría.

A vos te enseñaron que son más importantes las posturas de la jerarquía que lo que diga la Biblia y el pensamiento moderno. Por eso te toca defender lo indefendible. Por eso no podés sumarte a nuestras expresiones que apoyan a los divorciados, a los movimientos de GLBT, al sacerdocio femenino, al aborto legal, al fin del celibato, a la autonomía del estado y a la democratización de la iglesia entre otras.

Quizá por eso tus homilías hablan de que Jesús clavado en la cruz podría haber hecho caer un rayo del cielo para vengarse de sus enemigos… La verdad que cuando lo escuche no sabía si reír o llorar… Qué clase de teología te educa? Qué imagen de Dios tenes? Podes afirmar en conciencia que ese es el Dios de Jesús? No, el problema no lo tenemos con vos. El problema es que no creemos en tu Dios. Tu manera de entender el Evangelio y de vivir el cristianismo son incompatibles con nuestra manera de entenderlo y de vivirlo, por eso no sos apto para ser párroco de La Cripta. Ni serás bienvenido a nuestra comunidad.

No se trata de santidad. Probablemente vos seas más santo que nosotros. No se trata de quién está en la verdad y quien en el error. Nos sabemos en búsqueda permanente y dispuestos a cambiar nuestras opiniones cuando se nos demuestra el error.

No pretendemos cambiarte. No pretendemos que abandones tus creencias y tus modos de ser. Simplemente te decimos que nosotros tampoco queremos abandonar aquello que creemos y podemos fundamentar como correcto.

No queremos, como pediste, darte una oportunidad. Te haríamos perder tiempo y nos harías perder tiempo a nosotros. Estamos trabajando duro para contrarrestar el descreimiento y el abandono masivo de jóvenes y adultos que la Iglesia jerárquica, con Ratzinger a la cabeza, ha provocado en la gente. Y por eso exigimos como párroco una persona que respete nuestra caminata y venga a iluminarla con más libertad y más novedad y no a destruir lo hecho hasta ahora.

Nos hemos tomado en serio las palabras de Jürgen Moltmann, unos de los teólogos más importantes del siglo XX: “Donde la Iglesia no engendre una fe liberadora, sino que difunda opresión, sea esta moral, política o religiosa, habrá que oponerle resistencia por amor a Cristo”.

Gracias por entendernos.

Ing. Raul A. Perez Verzini

Arrasar a la “Iglesia de los Pobres”. Otro conflicto en la arquidiócesis de Córdoba. Por Nicolás Alessio

Amigos y amigas, pronto enviaremos la primera convocatoria para continuar con nuestras reuniones, según acordamos en la última del año pasado, ahora nos urge este tema, la intervención en la Parroquia Ntra. Sra. del Valle, conocida como la Cripta. De más esta decir, que fue el lugar que nos permitió, a los Curas Autónomos (comumente llamados “Casados”), al Grupo Angelelli y a nosotros, reunirnos … no es casual que se quiera “arrasar” esa comunidad.

Hasta el miércoles 23 esperamos sugerencias en torno al contenido, luego la enviaremos para juntar firmas y adhesiones.

ARRASAR A LA “IGLESIA DE LOS POBRES”  OTRO CONFLICTO EN LA ARQUIDIÓCESIS DE CORDOBA

Cristianos y cristianas, hombres y mujeres de nuestra sociedad, queremos:

  • expresar nuestra más absoluta solidaridad con la Comunidad “La Cripta”, que una vez más debe enfrentar el intento de la autoridad eclesial para “borrar” y dejar en el olvido su extraordinaria trayectoria como Parroquia abierta, inclusiva, renovada, liberadora, fiel al Evangelio y fiel a la Iglesia Latinoamericana y sus mártires.
  • repudiamos una vez más la actitud autoritaria, cerrada, inflexible y anti-evangélica de la autoridad eclesial, en particular del Sr. Obispo Carlos Ñáñez, que pretende imponer un nuevo párroco que claramente sera un “interventor” con la misión de emprolijar, vigilar, ordenar y corregir el camino de esta comunidad que, primero junto al Quito Mariani y luego con Victor Acha, ha demostrado ser un auténtico lugar de comunión y participación.
  • convocamos a no quedarnos callados, lo que favorece la impunidad del silencio que tan bien maneja el poder eclesial, y a multiplicar entonces voces y gestos de resistencia a estos aprietes de los sectores mas conservadores de esta institución que no termina de entender aquello de “no he venido a ser servido si no a servir” y se aferra a peligrosos métodos autoritarios.

Otro mundo es posible, otra iglesia es posible.

CRISTIANOS Y CRISTIANAS

COMUNIDADES DE BASE INCLUSIVAS

8 de Diciembre Día de la Comunidad de La Cripta

8 DE DICIEMBRE 2010

20 hs. MISA, en la Fiesta Patronal:

anima los cantos el Coro de nuestra Parroquia

participan con escenas de baile integrantes del Taller de folclore

21 hs. CENA A LA CANASTA

Compartiremos la Mesa comunitaria, trayendo cada participante algo para cenar juntos.

Habrá sidras y pan dulce para el brindis

“Compartir, es construir las esperanzas, los proyectos, la comunidad”

Participemos para compartir

Parroquia Nuestra Señora Del Valle – La Cripta