La receta perfecta. Por Viviana Liptzis

2 Tazas de doble standard
1 Taza de antisemitismo disfrazado de antisionismo
4 Cucharadas de “onda fashion” pseudo progre
1 Pizca de condimento políticamente correcto
Cantidad necesaria de ignorancia
Mezclar todo y publicar especialmente en las redes socialesBegin, Carter and Sadat

“Harto ya de estar harto ya me cansé…” dijo el poeta. Y escribo por eso.
Primero mi punto de partida, que no es una manifestación de fe sino resultado de tratar de informarme y construir opiniones propias: no estoy automáticamente alineada con lo que el gobierno de Israel hace, mucho menos con la militarización y la política de asentamientos. Creo que la violencia y la marginación generan mas violencia. Bibi Netanyahu y Avigdor Lieberman, su canciller, son ultraderechistas (sinónimo para mi de belicistas y armamentistas). Creo que la única solución al conflicto son dos estados soberanos y autosuficientes.
Del otro lado Hammas, un grupo terrorista fundamentalista que usa a la población civil palestina como escudo de sus armas (bajo amenaza de muerte en algunos casos) y que no quiere dos estados (lo dice su “carta orgánica” en la cual declara que Israel debe desaparecer). No le importa que mueran, especialmente niños, ya que eso sirve a sus fines (de hecho uno de sus principales líderes, Ismail Haniyeh al que volveré mas adelante, cómodamente sentado en Qatar dijo: “qué son 200 mártires frente a una guerra santa”).
Creo que Israel se equivoca atacando en una zona superpoblada pero confieso que no se qué haría si lo misiles cayeran en mi patio, o en el colegio de mis hijos y supiera que tienen 15 segundos desde la sirena para correr a los refugios (que como tales no crecen de semillas sino que se construyen para proteger de estos misiles lanzados por Hammas y compañía hacia poblaciones civiles, ataques suicidas y otras maravillas por el estilo. Refugios que podrían existir en Gaza si no se gastaran la plata de la ayuda internacional en otras cosas menos glamorosas como armas y túneles). Para mas datos: la cúpula de hierro no logra interceptar todos los misiles pero para enterarse de eso hay que leer mas.
Considero cuestionable alinearse automáticamente sin conocer la historia (por ejemplo que en el año 47 la ONU decretó lo que se llamó la “partición” que los palestinos no aceptaron aunque el territorio que les quedaba era mas grande que la parte destinada a Israel, o que la presencia constante de judíos en la zona data de al menos 4500 años, o que el territorio que ocupa hoy Israel fue en su mayor parte comprado a sus dueños originales, o que los palestinos que buscaron refugio en los países árabes porque eligieron no vivir en Israel fueron expulsados y asesinados por sus mismos “hermanos”); sin conocer la situación política y los intereses en juego, especialmente de USA, Iran y Siria. Pero puedo entenderlo: escuchar varias campanas, buscar medios alternativos, leer mucho supone un esfuerzo de pensamiento crítico que tal vez no tengan ganas de hacer.
Creo que, a nivel teórico, el antisionismo (vocablo que se origina en la palabra Tzion, un monte al sureste de Jerusalem donde, se dice en 2 Samuel 5:7, David construyó su fortaleza, que fue tomada en el siglo XIX por los movimientos que promovían la creación de un hogar para los judíos perseguidos en Rusia y otros lugares del mundo y que hoy, como contraposición refiere a la idea de que el estado de Israel no debería existir) no es lo mismo que el antisemitismo. Sin embargo en la práctica, desde que empezó el conflicto hubo una escalada antisemita: llevo contabilizados 20 sucesos que no aparecen en los medios habituales: ataques a sinagogas y a judíos en la calle (París, Seattle, Londres, Manchester, Antwerp, Melbourne y otros) y manifestaciones al grito de “muerte a los judíos” e imágenes rescatadas de la edad media donde nos masticamos niños. Hitler es el nuevo personaje de moda en las redes sociales con frases tales como: “dejé algunos para que vean que tendría que haberlos matado a todos” o hashtags como #Hitlerwasright (Hitler tenía razón). A propósito de esto ayer leía un artículo que sostenía que lo que sucede ahora solo ayuda a poner de manifiesto prejuicios largamente arraigados.
Creo firmemente en un principio: “si no soy parte de la solución soy parte del problema”. No tengo la solución aunque elijo a conciencia confiar en la mediación, el diálogo y la voluntad política.
Considero como mínimo “fashion” difundir livianamente solo una mitad de la realidad con frases de impacto del tipo “un pueblo sin ejército” y que hacen caso omiso de los 2097 misiles lanzados desde la franja a poblaciones civiles en Israel desde hace 15 días (no 15 años) y que tal vez hayan salido, por ejemplo, de una galera…?
Una mezcla de tristeza y furia me produce cuando, revisando los muros de algunos “publicadores seriales” de estas cosas en Facebook, no veo voces alzadas por otras muertes igualmente injustas y que no tienen como protagonista a Israel. O que ni siquiera chequean antes de poner, exponiendo por ejemplo fotos que son de Siria, Irak, etc (lo dijo la BBC, no yo).
Como no me gusta hablar sin datos voy a facilitar algunos (solo es necesario googlear para encontrar):
Las chances de un musulmán de morir en manos de otro musulmán son de 1000 a 1 respecto de las de morir en manos de un israelí.
Al Assad ha asesinado cerca de 200,000 personas desde que se inició la guerra civil en Siria, miles de ellos palestinos.
Boko Haram en Nigeria ha asesinado campesinos y secuestrado cientos de mujeres para convertirlas al Islam y luego en esclavas sexuales.
ISIS, la agrupación musulmana integrista de moda, ha asesinado a miles de iraquíes en los últimos meses.
Los rebeldes separatistas ucranianos (o los mismos rusos, aún no está claro) bajaron de un misilazo un vuelo de Malaysia Airlines en un acto terrorista que asesinó a 297 pasajeros.
Y todavía no dije nada de Afganistan, o Sudán.
He leído a personas que entienden que Israel debería (SIC) “poner la otra mejilla”. Cómo sería eso? Por ejemplo: toda la población a los refugios hasta que Hammas se aburra de tirar misiles o decida tapar los túneles? Dar de baja el sistema anti misiles para que los mismos caigan libremente y ver quien tiene más muertos? De verdad? Pensarían lo mismo si fueran sus casas? La población de Córdoba no dio ya una muestra de lo que es capaz de hacer ante agresiones en los saqueos de diciembre del 2013 cuando hubo linchamientos en las calles?
En lo personal creo que Hammas ya ganó bastante con esto: buena propaganda, una atención mundial que no tenía desde que había desaparecido de la escena política y medio mundo creyendo a fuerza de pura ignorancia que son unos pobres tipos, maltratados por el imperialismo israelí asesino de unos niños que estos buenos muchachos tratan a toda costa de proteger.
Israel es la única democracia de la región. Imperfecta por supuesto. El estado tiene 66 años, tiene el número de emprendimientos tecnológicos per cápita mas grande del mundo, tiene el número de Premios Nobel en relación a su población mas grande del mundo. Los árabes israelíes están hoy luchando codo a codo. Y si, tiene un enorme ejército.
Haniyeh, líder de Hammas, tiene algunas frases célebres. Van unas pocas:
“Nunca vamos a reconocer al gobierno sionista usurpador y continuaremos nuestra Jihad (guerra santa) hasta la liberación de Jerusalem” Universidad de Teherán. Diciembre del 2006
“Las armas son nuestra única respuesta al gobierno sionista. Hemos comprendido que solo lograremos nuestros objetivos mediante la lucha armada y no haremos ningún compromiso con el enemigo”. Irán, invitado por Ahmadinejad. Febrero 2012
“Miles de combatientes sobre tierra y bajo tierra se están preparando para la campaña por la liberación de Palestina”. Octubre de 2013
El 13 de enero del 2014, en la graduación de 13000 adolescentes de los campos paramilitares, sostuvo: ” Esta es una generación que desconoce el miedo. Es la generación de los misiles, los túneles y las operaciones suicidas”
Por último: desde el inicio del conflicto, Hammas solo aceptó un alto el fuego de 5 horas durante las cuales tiró 70 misiles.
Conclusión: a todos quienes desean publicar esas cosas (y tienen por supuesto la libertad de hacerlo) les sugiero que, para mantener cierta coherencia en el posicionamiento, lean un poco de historia de buena fuente, se indignen igualmente con todas las muertes y no disfracen antisemitismo con esto.
Me cansé de la “indignación selectiva”.
A la violencia y al odio se contribuye de tres maneras: por acción directa, por omisión o divulgando medias verdades que suelen ser medias mentiras.
Dos pueblos, dos estados, alto el fuego ya.

Cuando las cabezas de las mujeres se juntan. Por Viviana Liptzis

 

“Si Dios es masculino, lo masculino es Dios”

(Mary Daly: Beyond God The Father)

 

Dice Florence Thomas: “Soy feminista para mover ideas y poner a circular conceptos; para reconstruir viejos discursos y narrativas, para desmontar mitos y estereotipos, derrumbar roles prescritos e imaginarios prestados”*

Entre esas narrativas, tal vez las más poderosas son aquellas que nos “regalaron” las religiones monoteístas y sus prescripciones patriarcales: historias de mujeres contadas por hombres y no por sí mismas, carentes de palabras propias, devenidas Marías o Evas según sea el caso.

En este contexto, el nacimiento y desarrollo de una teología feminista, de una exégesis feminista, de una liturgia feminista, tiene una importancia fundante: nos estamos metiendo en el corazón del poder masculino histórico, el ámbito del “no se toca”, desacralizando una mirada que contempla sólo a la mitad de la humanidad mientras oculta a la otra cuando la desempodera.

En el judaísmo, donde esta reflexión teológica no ha sido preponderante, las mujeres asumimos ese espacio y nos apropiamos de la búsqueda de una divinidad inclusiva que nos abra las puertas para hacer realidad la “imagen y semejanza”. Y también nos apropiamos de las palabras desarrollando interpretaciones alternativas a las tradicionales, leyendo entre líneas, sospechando y “haciendo conscientes los mecanismos y las implicancias de los modelos opresivos de producción de conocimientos”**

Dice Anita Diamant: “El judaísmo del siglo XXI comienza en un lugar radicalmente diferente. Es la primera vez en la historia del judaísmo que las voces de las mujeres (no sólo personajes extraordinarios sino un coro de lo más variado) se ha sumado al discurso público sobre todos los temas: Dios, la ley, el gobierno de sinagogas y comunidades, el casamiento, la educación, el dinero, etc.

Esta participación sin precedentes de las mujeres, es el resultado de la pasión de casi dos generaciones de adultas judías que entendieron que el feminismo no es nada más ni nada menos que una de las expresiones más profundas de la misión del judaísmo: el mandato de la Torá relacionado con la justicia y la santificación de la vida.

Como judías, hemos buscado en nuestras fuentes, prototipos que permitan enraizar nuestros cambios en esas tradiciones. Citamos textos para unirnos al pasado y legitimar nuestras innovaciones. Nombramos a Miriam, la profetiza, como sustento de nuestros roles actuales de liderazgo. Nombramos a Hanah, que en su búsqueda espiritual, inventó las plegarias personales que incluimos en nuestra devoción comunitaria y privada. Usamos a Ruth y Esther como ejemplos de mujeres corajudas.

Pero hay algo más: sólo en este tiempo, nuestro tiempo, gracias al desarrollo del judaísmo feminista (que es lo mismo que decir un judaísmo inclusivo), es posible imaginar y ver en una comunidad entera, sin importar su género, o su edad, o su orientación, a una nación de aprendices y maestras/os. Esto supone una democratización absoluta del aprendizaje.

Ahora que hemos logrado este nivel de conocimientos y posibilidades, es hora de aceptar el hecho de que no vamos a encontrar textos que prueben todas nuestras reflexiones e invenciones. Es hora de ser honestas respecto de que estamos creando la Miriam que necesitamos y le damos un lugar en la cena de Pesaj. Igual que a otras mujeres.

Esto ya se hizo antes, lo hicieron otros antes que nosotras. Es la parte jugosa de nuestro árbol de la vida, el que nos mantiene apartadas de la atrofia y la muerte.

Debemos hacernos cargo del hecho de que estamos santificando aquello que no era visto como sagrado en el pasado: las historias de nuestras vidas, el poder y la sabiduría de nuestras matriarcas, el sacrificio y el triunfo de estas contra-tradiciones, contra-narrativas, contra-teologías. Estamos transformando lo marginal en lo normativo”***

Las cabezas de las mujeres nos seguiremos juntando. Para hacer realidad para todas, y no sólo para algunas privilegiadas, la posibilidad de ser protagonistas también en estos ámbitos.

Dice el Talmud: “Unite a grupos para estudiar la Torá, dado que el conocimiento de la Torá sólo puede ser adquirido en asociación con otros” (Berajot, 63b). Y pienso que es en esto donde radica una parte de la enorme sabiduría de las mujeres: reunirnos para pensar, aprender, entender, reflexionar, asombrarnos.

 

 

http://sermujerhoy.com/2012/05/02/soy-feminista-florence-thomas-y-yo-tambien/

** Elizabeth Schüssler Fiorenza: Wisdom ways

*** Anita Diamant: New Jewish Feminism