Cuando las cabezas de las mujeres se juntan. Por Viviana Liptzis

 

“Si Dios es masculino, lo masculino es Dios”

(Mary Daly: Beyond God The Father)

 

Dice Florence Thomas: “Soy feminista para mover ideas y poner a circular conceptos; para reconstruir viejos discursos y narrativas, para desmontar mitos y estereotipos, derrumbar roles prescritos e imaginarios prestados”*

Entre esas narrativas, tal vez las más poderosas son aquellas que nos “regalaron” las religiones monoteístas y sus prescripciones patriarcales: historias de mujeres contadas por hombres y no por sí mismas, carentes de palabras propias, devenidas Marías o Evas según sea el caso.

En este contexto, el nacimiento y desarrollo de una teología feminista, de una exégesis feminista, de una liturgia feminista, tiene una importancia fundante: nos estamos metiendo en el corazón del poder masculino histórico, el ámbito del “no se toca”, desacralizando una mirada que contempla sólo a la mitad de la humanidad mientras oculta a la otra cuando la desempodera.

En el judaísmo, donde esta reflexión teológica no ha sido preponderante, las mujeres asumimos ese espacio y nos apropiamos de la búsqueda de una divinidad inclusiva que nos abra las puertas para hacer realidad la “imagen y semejanza”. Y también nos apropiamos de las palabras desarrollando interpretaciones alternativas a las tradicionales, leyendo entre líneas, sospechando y “haciendo conscientes los mecanismos y las implicancias de los modelos opresivos de producción de conocimientos”**

Dice Anita Diamant: “El judaísmo del siglo XXI comienza en un lugar radicalmente diferente. Es la primera vez en la historia del judaísmo que las voces de las mujeres (no sólo personajes extraordinarios sino un coro de lo más variado) se ha sumado al discurso público sobre todos los temas: Dios, la ley, el gobierno de sinagogas y comunidades, el casamiento, la educación, el dinero, etc.

Esta participación sin precedentes de las mujeres, es el resultado de la pasión de casi dos generaciones de adultas judías que entendieron que el feminismo no es nada más ni nada menos que una de las expresiones más profundas de la misión del judaísmo: el mandato de la Torá relacionado con la justicia y la santificación de la vida.

Como judías, hemos buscado en nuestras fuentes, prototipos que permitan enraizar nuestros cambios en esas tradiciones. Citamos textos para unirnos al pasado y legitimar nuestras innovaciones. Nombramos a Miriam, la profetiza, como sustento de nuestros roles actuales de liderazgo. Nombramos a Hanah, que en su búsqueda espiritual, inventó las plegarias personales que incluimos en nuestra devoción comunitaria y privada. Usamos a Ruth y Esther como ejemplos de mujeres corajudas.

Pero hay algo más: sólo en este tiempo, nuestro tiempo, gracias al desarrollo del judaísmo feminista (que es lo mismo que decir un judaísmo inclusivo), es posible imaginar y ver en una comunidad entera, sin importar su género, o su edad, o su orientación, a una nación de aprendices y maestras/os. Esto supone una democratización absoluta del aprendizaje.

Ahora que hemos logrado este nivel de conocimientos y posibilidades, es hora de aceptar el hecho de que no vamos a encontrar textos que prueben todas nuestras reflexiones e invenciones. Es hora de ser honestas respecto de que estamos creando la Miriam que necesitamos y le damos un lugar en la cena de Pesaj. Igual que a otras mujeres.

Esto ya se hizo antes, lo hicieron otros antes que nosotras. Es la parte jugosa de nuestro árbol de la vida, el que nos mantiene apartadas de la atrofia y la muerte.

Debemos hacernos cargo del hecho de que estamos santificando aquello que no era visto como sagrado en el pasado: las historias de nuestras vidas, el poder y la sabiduría de nuestras matriarcas, el sacrificio y el triunfo de estas contra-tradiciones, contra-narrativas, contra-teologías. Estamos transformando lo marginal en lo normativo”***

Las cabezas de las mujeres nos seguiremos juntando. Para hacer realidad para todas, y no sólo para algunas privilegiadas, la posibilidad de ser protagonistas también en estos ámbitos.

Dice el Talmud: “Unite a grupos para estudiar la Torá, dado que el conocimiento de la Torá sólo puede ser adquirido en asociación con otros” (Berajot, 63b). Y pienso que es en esto donde radica una parte de la enorme sabiduría de las mujeres: reunirnos para pensar, aprender, entender, reflexionar, asombrarnos.

 

 

http://sermujerhoy.com/2012/05/02/soy-feminista-florence-thomas-y-yo-tambien/

** Elizabeth Schüssler Fiorenza: Wisdom ways

*** Anita Diamant: New Jewish Feminism

Hay que seguir avanzando, nomás. Misa Angelelli en Loreto 4 Agosto 2012. Por Nicolás Alessio

Lo dijimos muchas veces, “memoria” no es “nostalgia”. La memoria es acicate en el presente mirando el horizonte. Es, básicamente, desafío. En la importante celebración de la misa en torno a Enrique Angelelli, el 4 de Agosto, en la Comunidad de Loreto, pudimos hacer memoria. Pero quizás, nos quedamos cortos, sin “morder” la realidad. Ni siquiera hicimos mención de la resolución de los jueces de la Sala B de la Cámara Federal de Apelaciones que resolvió por unanimidad confirmar el procesamiento y prisión preventiva del ex presidente de facto Jorge Rafael Videla y de Benjamín Menéndez, en la causa que investiga ni mas ni menos que la muerte de Angelelli. Se podría decir que fue una celebración sin sal.  La pulsuda reflexión del Tata Ortiz, continuada por Pepe Alessio, en torno a las quitas pre y pos conciliares, planteando aquello de “gozos y esperanzas”, nos abría el juego a tomar en serio los “signos de los tiempos”. A reflexionar los desafíos del presente gestando el futuro. A encarnar en hechos concretos, palpables, nuestras opciones por una iglesia pueblo y liberadora.

En este sentido, hay por lo menos dos preguntas claves que quedaron en el tintero: ¿cuáles son hoy, aquí y ahora, esos gozos y esperanzas, esos signos, esos conflictos o acontecimientos, tanto de la sociedad cordobesa como de la iglesia cordobesa que debemos asumir? y luego, asumiendo esas realidades, donde el Espíritu de Dios nos habla ¿qué hacemos, cómo avanzamos, con qué acciones hacia la sociedad de justicia e igualdad y hacia la iglesia de los pobres soñadas por Angelelli? Es cierto que las respuestas son complejas, e incluso provisorias, pero por eso mismo, ineludibles, necesitadas de una reflexión en común. También es cierto que las posibles respuestas no serán únicas ni unívocas, incluso puede haber un gran abanico no exento de diferencias importantes. Pero si somos plurales, respetuosos de todos y todas, amplios e inclusivos, no hay que tener miedo a las “diferencias”, aunque puedan ser “conflictivas”. Lo que queda claro es que no podemos ni evitar las preguntas ni eludir las respuestas, al menos si queremos hacer memoria y no solo sentir la nostalgia de lo que fue y de lo que fuimos. Se nos ocurren sin orden de prioridad algunos temas que merecen nuestra atención: la instalación de monsanto, icono depredador si los hay, en un contexto donde se agravan las agresiones a la santa madre tierra; el juicio a los fumigadores de barrio Ituzaingó, un hecho paradigmático que puede marcar un antecedente por demás indicativo; la situación de la caja de las jubilaciones, problema gravísimo hacia el futuro de nuestros abuelos, donde la administración provincial y la nacional se acusan mutuamente y donde nadie es inocente del vaciamiento producido; la crisis hídrica provincial donde no atinamos a recuperar el recurso estratégico del siglo venidero en manos de una multinacional extranjera incapaz de cumplir con sus compromisos; la crisis de la vivienda, en la actualidad hay 186 mil hogares con algún tipo de problema habitacional, donde el anuncio marquetinero de un plan de “viviendas sociales” pretende disimular el fracaso del plan Hogar Clase Media; el vergonzoso Código de Faltas de la Provincia que sigue persiguiendo a los más pobres, entre los que se encuentran la mayoría de las trabajadoras sexuales afectas por una Ley de Trata que no resuelve ningún problema y que por el contrario los agrava. Son tan solo algunas cuestiones. En lo eclesial no podríamos dejar de preguntarnos por dónde y hacia donde camina la Arquidiócesis, luego de los conflictos vividos con el Padre Mariani, el Padre Victor Acha y el Padre Nicolás Alessio, es decir cuánto avanzó la “derecha católica” que logró imponer como legislador ni más ni menos que a García Elorrio con más de 30 mil votos? En este contexto ¿qué tenemos que hacer los que celebramos la memoria subversiva de Enrique Angelelli? Son tal solo algunos interrogantes. Todas cuestiones abiertas y complejas y, por eso, profundamente desafiantes a nuestra militancia “cristiana”.  Por eso nos alegramos con la propuesta que llama a una reunión autoconvocada, para el Lunes 13 de Agosto, de un grupo de laicos,  para seguir encontrándonos y seguir buscando. El adelanto del mate cocido impidió explicitar más y mejor esta propuesta, no obstante, algunos pudimos conocerla a través de la tarjeta de invitación. De todas formas, el convite está listo. Hay que seguir avanzando nomás. Solo hay que responder.
Pbro. Nicolas Alessio

Una Obediencia Liberadora. Por Joan Chittister

Si lo que pretende la obediencia es el control, el sistema raya la inconsecuencia. La verdad es que resulta muy sencillo controlar a los niños. Lo único que una persona necesita para asegurar el control sobre otra es una autoridad capaz de respaldar sus amenazas con la fuerza correspondiente.

Hacer equivalente el voto de obediencia a la promesa de vivir una vida controlada, haciendo cosas banales, imposibles o incluso personalmente destructivas, ridiculiza su significado. La obediencia no puede reducirse a un ejercicio consistente en saltar obstáculos cada vez más altos.

La función de la obediencia no consiste en menoscabar o manipular la voluntad humana. La obediencia, por el contrario, libera al alma humana para cosas más grandes que las banales exigencias cotidianas o el capricho espiritual de unos guías arbitrarios. La obediencia libera, no reduce ni, mucho menos, esclaviza a la persona.

El objeto del voto no es lograr marionetas humanas. Eso es algo que, sencillamente, no constituye el propósito espiritual que induce a los adultos a entregar su vida para cumplir la voluntad de Dios en la vida religiosa en un periodo en el que esa obediencia de marioneta pone en peligro a la población del planeta.

La obediencia genuina exige considerable madurez, así como la suficiente independencia, autonomía y humildad como para arriesgarse a la inquietud personal que puede conllevar la defensa ante la autoridad de una postura impopular o contraria.

La obediencia escucha a todos y todo a través del filtro de la Escritura, la voz de Dios y la llamada de Jesús a un mundo necesitado de Eucaristía y en búsqueda de las bienaventuranzas.

En definitiva, pues, la obediencia verdadera hace que el alma se remonte sobre las trivialidades organizativas y las instituciones humanas y vaya hacia un estado de mayor humanidad que no sabe de falsas limitaciones, no tolera reglas que hagan imposible el reino de Dios, no respeta leyes que interfieran en el Espíritu y no se inclina ante nadie que no se incline previamente ante la Voluntad de Dios respecto de la humanidad y ante los propios gobernados.

Es una empresa de iguales en busca de la Voluntad de Dios, no un ejercicio de niñosque pretendan tener satisfechas y contentas a todas las figuras paternas de la vida.

Cuando el voto de obediencia funciona bien, la conformidad y el cumplimiento, las recompensas y los sistemas, no ocupan el lugar de Dios. Cuando la autoridad funciona bien, el liderazgo significa más que coerción, las preguntas son más importantes que las respuestas y proporcionar ideas es más importante que recibir órdenes…

Sólo quienes carecen de liderazgo recurren a la autoridad. Sólo quienes insisten en su propia autoridad destruyen toda posibilidad de obediencia y toda esperanza de liderazgo.

 

El fuego en estas cenizas, Espiritualidad para la vida religiosa hoy – Sal Terrae

Fuente Reflexión y Liberación

 

Carta de un investigador a Rouco Varela, arzobispo y desahuciador. Por Alberto Sicilia*

Querido Antonio María,

Ayer, después de la misa de las 19h, varios afectados por los desahucios hipotecarios decidieron encerrarse en La Almudena, la catedral de tu archidiócesis. La Iglesia, mostrando gran solidaridad con estas personas que sufren, decidió llamar a la policía para desalojarlos.

Por lo visto, os preocupa más vuestra casilla en la Declaración de la Renta que las casas de familias desahuciadas.

Antonio Maria, yo soy ateo, pero algunos mensajes del cristianismo que me parecen fabulosos. Si me permites, me gustaría recordar algunas enseñanzas de un personaje que quizás te suene: un tal Jesús de Nazaret, hijo de José el banquero, -perdón, José el carpintero-.

¿Jesús apoyaría a las familias deshauciadas o a los bancos? Yo soy investigador en física, no tengo ninguna capacidad para dictar clases de religión. Me limito a copiar de la Biblia:

1) “Él derribó del trono a los poderosos y enalteció a los humildes, a los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió vacíos.” (Lc 1,52-53).

2) “Cuando des una comida o una cena, no invites a tus vecinos ricos. Cuando des un banquete, invita a los pobres.” (Lc 14,13)

3) “Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino, celebrando cada día fiestas con esplendidez. Y un pobre llamado Lázaro yacía a su puerta cubierto de llagas, ansiando saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico. Murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Dios; murió el rico y fue sepultado en el Infierno.” (Lc 16,19-23).

4) “Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.” (Lc 14,33)

5) “Él hace justicia al huérfano y a la viuda, y ama al extranjero dándole pan y vestido.” (Dt 10,17)

Antonio María, menos mal que Jesús vivió hace 20 siglos. Tengo la impresión de que si viviera en nuestros tiempos, hubiese montando un 15-M de la de Dios.

Un abrazo su Eminencia,

 

 


*Alberto Sicilia es investigador en física teórica

Comunicado de comunidades católicas ignacianas y afines de Paraguay

De:

José L. Caravias sj

jlcaravias@terra.com

 

Mensaje:

Comunicado de comunidades católicas ignacianas y afines

 

“¡Ay de ustedes, que transforman las leyes en algo tan amargo como el ajenjo y tiran por el suelo la justicia! Ustedes odian al que defiende lo justo en el tribunal y aborrecen a todo el que dice la verdad.” (Amós 5, 7 y 10)

Sintiéndonos parte de la Iglesia comprometida con la paz que brota de la justicia, miembros de diferentes comunidades católicas de inspiración ignaciana y afines, nos hemos reunido en oración, a la luz de nuestra fe en Jesucristo, para discernir los últimos acontecimientos ocurridos en nuestro país. La pregunta acuciante de qué nos quiere decir Jesús en estos acontecimientos nos lleva a expresar cuanto sigue:

1. Nos impulsa nuestra fe en Cristo Jesús, Dios encarnado, que espera nuestra ayuda en tanta gente que vive hoy sin trabajo, sin salud, sin educación… Jesús sufre en medio de la pobreza de casi dos millones de paraguayos.

2. Reflexionando en la legalidad o no del juicio político sometido al presidente constitucional de la República del Paraguay, Fernando Armindo Lugo Méndez, concluimos que tal juicio puede que sea legal, pero no fue ni legítimo ni justo. Los contenidos (acusaciones genéricas basadas en opiniones refutables) no han respetado el fondo y la razón de ser de un juicio político, lo cual llevó a la ejecución de una sentencia predeterminada, violando preceptos constitucionales y de Derechos universalmente aceptados.

3. Nos indigna la manipulación de los Medios comerciales de Comunicación Social, que siguen engañando con medias verdades y falsedades, manipulando la información siempre a favor de los grandes intereses económicos de grupos que acaparan las riquezas y tierras de nuestro país.
No nos dejemos engañar. Rechacemos sus medias verdades manipuladas. Sepamos discernir los signos de los tiempos en la coyuntura actual.

4. La desgraciada masacre de Curuguaty, ha sido sólo la chispa que pareciera estaba dispuesta para poner en marcha la tensión social y política a la que las autoridades siguen exponiendo a todo el país.
Si bien ahora en proceso de investigación por las autoridades judiciales, percibimos este hecho como si se tratara de una estrategia programada que desencadenó en una tragedia.
No se trata sólo del cambio de un presidente, se trata sobre todo de la reafirmación y fortalecimiento de un sistema creciente de acaparamientos altamente egoístas, a costa de la miseria de millones de personas y de la pérdida de nuestros recursos.

5. Creemos que la tierra es un don de Dios para todos sus hijos e hijas. Todos los ciudadanos tienen derecho a un pedazo de tierra donde vivir y, si son campesinos, del que vivir. Defendemos el derecho de propiedad como un derecho subordinado a otros derechos como el Derecho a la Vida y al uso solidario de los bienes, de forma que la prosperidad y vida digna llegue a todos y todas. Por ello es fundamental una Reforma Agraria que permita que los latifundios puedan ser redistribuidos equitativamente y con la debida preparación.

6. No aceptamos la vuelta atrás de este proceso que, con sus luces y sombras, ha ampliado las políticas sociales en beneficio de los más pobres. Queremos seguir luchando por la dignificación de toda persona humana, para que haya trabajo para todos, para que la propiedad sea repartida equitativamente, para que el proceso de democratización se siga consolidando, para que haya un respeto total a las ideas y las organizaciones de todos.

7. Animamos a todos a seguir manifestándonos por los medios pacíficos que estén a nuestro alcance, para hacer escuchar las voces que este sistema busca acallar, las voces de los más pequeños y excluidos del sistema, en quienes reconocemos a los preferidos de Cristo.

 

Asunción, 26 de junio 2012

 

Comunidad de Vida Cristiana (CVX)

Movimiento de Profesionales Católicos (MPC)

Movimiento Eucarístico Juvenil (MEJ)

Hermandad de San Roque González

Fotos. Por Eduardo de La Serna


La foto de varios obispos con Adolf Hitler.

La de obispos con el generalísimo Francisco Franco.

Otro obispo con Benito Mussolini.

Obispo que bendice armas.

Cardenal Cañizares que empieza una celebración con gran atuendo (después de esto fue elegido por Benedicto XVI para presidir el “ministerio” de la liturgia en el Vaticano).

Obispo Mogavero, vestido por Armani.

Obispo Zecca, en cena sibarita.

Monseñor Plaza con “el reverendo Moon” (fundador de la llamada “secta Moon”, al que dio el doctorado Honoris Causa de la Universidad Católica de La Plata).

Monseñor Ogñenovich con su amigo Carlos Menem.

Monseñor Pío Laghi con Videla (y otros).

Monseñor Calabresi con Viola.

Monseñor Tórtolo con Videla y Massera.

Cardenal Aramburu con Videla y Massera.

Cardenal Aramburu con Viola.

Cardenal Primatesta con Videla y Menéndez.

Y están las fotos que no se sacaron: el nuncio paraguayo preparando la caída de Lugo, el cardenal de Honduras, de Santa Cruz (Bolivia), el obispo de Guayaquil (Ecuador) en actitudes destituyentes, monseñor Storni (de Santa Fe, condenado por abuso sexual), monseñor Di Monte jugando al póker en Olivos con Carlos Saúl, monseñor López Trujillo con Pablo Escobar, y varias fotos más que faltan… Alguien debería haberlas sacado.

También está monseñor Bargalló con una mujer.

Adivinanza: ¿cuál es la foto episcopal que supuestamente causa escándalo y tiene al obispo en la cuerda floja?

 

* Coordinador del Movimiento de Sacerdotes en Opción por los Pobres.

 

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-197167-2012-06-25.html

Los Obispos son un Club Privado de gente formal Monseñor Bargallo. Por Adrián Vitali

Los obispos son un club privado de gente formal, son una especie de príncipes medievales con un poder que no parece tan espiritual.

Las fotos que aparecieron del obispo no son ni imprudentes ni ambiguas. Son lo que se ve un varón y una mujer manifestándose cariño. Y eso no esta mal. No necesitan de explicación. Los únicos que necesitan que se las explique son los jerarcas eclesiásticos, sus colegas que no pueden seguir sosteniendo el discurso del celibato de forma institucional porque en la praxis se vive muy poco.

Las explicaciones que dio de las fotos fueron muy infantiles. Decir que era una amiga de la infancia con la que se encontró ocasionalmente en una playa caribeña y bucearon y nadaron y se abrazaron, es una tomada de pelo. Lo único que le falto decir es que estaba en esa playa vip para sacarse el stress que la colecta de caritas le había producido después de muchas horas extras de laburo.

Lo grave no es que este obispo este con una mujer en una playa caribeña. Lo grave es que se van con la plata que las comunidades aportan con tanto sacrificio para el sostenimiento del culto a través de las colectas.  Lo grave es que es el presidente de caritas, el que preside la colecta más por menos.  El que le pide al pueblo de Dios que sea generoso con su donación para los más pobres. El que cuestiona desde el pulpito a los programas sociales del estado, porque son mal administrados.

Caritas deberían tener auditorias para saber los manejos de los fondos ya que los fieles con estas noticias no tienen ninguna garantía con relación a lo que se dona para mantener la institución.

Perdón tiene que pedirles a los pobres y a los que hacen sus donaciones porque los recursos que tendrían que ser para ellos él se los estaba gastando en el caribe con una amiga de la infancia.

Si trabajaran nadie les diría nada, a lo sumo el reproche vendría de la institución eclesiástica por haber violado el voto del celibato.

Este mismo obispo es el que les pide a los seminaristas de su diócesis que renuncien a su sexualidad para ingresar al seminario y él se auto dispensa del sexto mandamiento en un hotel cinco estrellas en el caribe mexicano con una dama que le hizo jaque mate a la precoz castidad del prelado y a su representación de los pobres.

Si el tema pasa a mayor seguro se le pedirá la renuncia desde el vaticano y se lo enviara a algún monasterio de clausura a rezar piadosamente hasta que se rehabilite. Se le tomara nuevamente el juramento del voto de castidad y se le pedirá que no vea mas a su amiga de la infancia. Porque lo grave no es que seas un pederasta, un homosexual, un heterosexual o un zoófilo.  Lo grave es la  violación al voto del celibato.

 

Un obispo “no exento de imprudencia”. Víctima no inocente. Por Nicolás Alessio

Nos alegra que,una vez más, estas verdades salgan a la luz. Y no se puede decir que es una campaña contra la iglesia. Dejamos de lado lo obvio, es mas grave la ofensa a los empobrecidos que estar a los abrazos con una mujer. Por eso vamos a detenernos en este último aspecto, que no es un tema menor, están en juego el poder y el sexo.

El obispo es una víctima del sistema vaticano romano. De una maquinaria implacable para triturar conciencias. El debe predicar, defender, exigir y castigar, según corresponda, la disciplina del celibato sacerdotal que reprime la afectividad y el erotismo, desde el poder eclesial. Una disciplina que si alguna vez tuvo sentido, hoy es absolutamente irracional, desmesurada, y atentatoria contra los derechos a vivir plenamente la sexualidad.

Este obispo, y no es el único, es una victima porque una ley canónica con estas caracteristicas es imposible de cumplir. Es más, no se debe cumplir, es una cuestión de sanidad personal. Tal vez por un tiempo se pueda mantener la “castidad sacerdotal”. Tal vez por un tiempo se puedan reprimir los deseos, pasiones y amores. Por supuesto, con una gran cuota de padecimiento, violencia interior, secuelas afectivas, emocionales y compensaciones masturbatorias. Pero, más tarde que nunca, la realidad se impone.

Pero el obispo no es inocente, porque si el obispo sabe, vive y siente que ésto es así, debiera exigir al Vaticano la anulación de este requisito canónico para los que desean ser sacerdotes.
Debe reunirse con sus pares, con sus sacerdotes, con sus comunidades para exigir un gran acto de sinceramiento por parte de las autoridades romanas. Como no lo hace, al contrario, predica a favor de su cumplimiento, entonces es hipócrita y cómplice de un sistema perverso. Exige lo que no cumple, y sabe que no se puede cumplir. En sus pretendidas explicaciones, en lugar de ponerse al frente de una fuerte crítica a la institución y sus absurdos, regresa a la obediencia ciega: “Quiero también expresar con claridad que estoy totalmente comprometido con la Iglesia en la misión que me ha encomendado en esta diócesis de Merlo-Moreno y en las demás responsabilidades…”

O sea, seguirá predicando lo que no vive, y casi seguro, en lo que tampoco cree. Seguirá exigiendo a otros lo que él no se exige. Como aquello del Evangelio, cuando Jesús reprocha a los fariseos imponer duras cargas al pueblo que ellos mismos no obedecían. Seguirá con la amiga de la infancia, solo que ahora se cuidarán un poco más. Roma conoce esta situación, pero la “tolera” mientras no haya medios de comunicación que pongan ante la opinión publica estas verdades.

La hipocresía romana, aferrandose a doctrinas de los hombres, pretende esconder lo que de hecho sucede bajo sus alfombras doradas. Lo sucedido no es un hecho aislado. No fue una excepción en un momento de debilidad. Es la muestra cabal del empecinamiento romano en un sistema tremendamente inútil y por demás inservible.

Pbro. Nicolás Alessio, teólogo

Ni una mujer más quemada. Por Mariana Carbajal

La Justicia demoró ocho meses en creer que Wanda podía haber sido prendida fuego por su marido. En esos ocho meses –desde que se le dictó la falta de mérito a Eduardo Vásquez hasta que en noviembre de 2010 fue procesado y detenido acusado del homicidio agravado por el vínculo–, el mensaje que transmitió la Justicia fue que un hombre podía incinerar a su esposa y el hecho podía quedar impune. El crimen perfecto: ella, por las quemaduras tan graves, quedaría silenciada para dar su versión de los hechos. Y el cuento del accidente doméstico, cuando una mujer limpiaba CD con alcohol y prendía un cigarrillo, se propagó como el mismo fuego que dejó a Wanda con el 60 por ciento de su cuerpo calcinado, aquel 10 de febrero de 2010. Desde la muerte de Wanda, 48 mujeres fueron quemadas y murieron, en la mayoría de los casos como consecuencia de las heridas. En algunos casos, las incineraron para hacer desaparecer el cadáver luego de estrangularlas o apuñalarlas. En más de la mitad de los hechos el acusado o sospechoso fue un novio, el marido o la ex pareja, de acuerdo con el Observatorio de Femicidios en la Argentina que coordina La Casa del Encuentro.

En los dos años previos a la muerte de Wanda, los casos de mujeres quemadas habían sido: dos en 2008, y seis en 2009, según el mismo relevamiento. Después del ataque que sufrió la joven, los casos aumentaron notablemente: en 2010 otras diez mujeres resultaron quemadas. En total hubo ese año, al menos, 11 femicidios que involucraron fuego. En 2011, 28. Y en 2012, hasta el 2 de junio, se conocieron 10 casos más y hay 10 mujeres más en estado grave internadas. El último hecho se conoció el miércoles: Laura Emilsa Sánchez, de 30 años, sufrió quemaduras en el rostro, en la cabeza y en el pecho luego de ser presuntamente atacada por su pareja, que fue detenida, en el partido bonaerense de Esteban Echeverría.

En la medida en que las mujeres ganan autonomía y pretenden ejercer la libertad sobre sus cuerpos y sus vidas, son disciplinadas con el fuego. Como en la Edad Media, cuando mujeres que conocían y enseñaban a otras mujeres cómo controlar su destino y su sexualidad, eran quemadas en la hoguera en tiempos de la Inquisición, acusadas por la Iglesia Católica de cometer brujerías.

El hecho de que Vásquez fuera el ex baterista del grupo Callejeros, involucrado en la tragedia de la disco Cromañón, fue lo que le dio mayor repercusión en noticieros de televisión, programas de radio y diarios. Cada día y medio una mujer muere en el país como consecuencia de la violencia machista. ¿Cuántos de esos casos llegan a la portada de los diarios? Pocos.

Pero el caso de Wanda inundó los noticieros. No fue un femicidio más. Tuvo un impacto social tremendo. A partir de su muerte crecieron significativamente no sólo los casos de mujeres quemadas: también los llamados a los servicios de asistencia a sobrevivientes de violencia de género, de mujeres que contaban que sus parejas o ex novios las amenazaban diciéndoles: “Te voy a quemar como a Wanda”.

¿Puede la difusión mediática de un femicidio –con las características que tuvo la cobertura especialmente televisiva de la muerte de Wanda– provocar un efecto imitación como está probado que ocurre con las noticias de suicidio?

Un estudio español publicado por el European Journal of Public Health, (Vol. 19, No. 6, 592-596) en 2009 y realizado por investigadores del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Alicante, analizó si aumentan los casos de femicidio cometido por la pareja o ex pareja de la víctima, después de difundirse noticias sobre ese tipo de asesinatos en programas de televisión. El trabajo tomó el período de 2003 a 2007, en el cual se registraron 340 muertes de mujeres a manos de su pareja en España. Los investigadores concluyeron que “la cobertura periodística en TV de los femicidios íntimos –perpetrados por la pareja– puede incrementar en un 42 por ciento la probabilidad de muertes por esta causa”. En cambio: “Las noticias sobre medidas para abordar la violencia de género parecen mostrar un efecto positivo que reduce en un 10 por ciento la probabilidad de muerte por esa causa”.

En diálogo con Página/12, una de las autoras del estudio, la profesora titular de Salud Pública en la Universidad de Alicante, Carmen Vives Cases, señaló ayer que sobre la base de los resultados consideran que “la violencia de género debe mantenerse como tema de noticia en la agenda de los medios de comunicación mientras siga siendo una causa componente de la mortalidad en mujeres”. Y al mismo tiempo, agregó, “se debería incluir más información sobre el contexto en el que la violencia de género se produce, con mayor variedad de fuentes informativas que incluya la perspectiva de expertos/as, profesionales y mujeres supervivientes”. Y en tercer lugar, indicó que “los medios de comunicación deben consolidarse como una valiosa herramienta de difusión de información sobre las respuestas sociales existentes y los derechos de las mujeres en situación de maltrato”.

Más allá de que la relación entre la masiva difusión de noticias sobre femicidios y su repetición deba profundizarse, el punto sobre el cual debemos reflexionar, como periodistas, es cómo informar sobre estos crímenes. Es un hecho que cada vez que en los medios audiovisuales se trata el problema de la violencia machista –especialmente en programas de televisión– y se ofrecen teléfonos o sitios donde pedir ayuda, las consultas para salir de relaciones de sometimiento aumentan.

Desde Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación No Sexista –que agrupa a unas 170 colegas de distintas provincias– hemos elaborado un decálogo para el tratamiento de la violencia hacia las mujeres, que ha sido presentado en diversos ámbitos, ayer, en la Corte Suprema, en un seminario que inauguró el presidente del alto tribunal, Ricardo Lorenzetti. Algunas de las recomendaciones son: hablar de femicidio en lugar de crimen pasional –ninguna pasión justifica la violencia–, evitar el morbo al informar, con detalles innecesarios de cómo se produjo el homicidio, dar teléfonos donde pedir ayuda e informarse de la problemática, contextualizar el tema, como sugirió Vives Cases. No son casos aislados, son la consecuencia de una matriz cultural, donde la discriminación hacia las mujeres es el caldo de cultivo que favorece la violencia machista.

Esperemos que con la condena a Vázquez se propague un mensaje claro: le decimos basta a la violencia machista, ni una mujer más muerta por violencia de género. Ni una mujer más quemada.

 

Fuente Pagina 12

El “más allá” de la muerte. Por Guillermo “Quito” Mariani

Cuando te invade la angustia de la muerte de un ser querido, todo el mundo  se acerca diciéndote palabras que pretenden consolarte. Pero el dolor está enquistado allá adentro. Demasiado hondo, para que alguien pueda descubrirlo, fuera de ti mismo. Ellos saben, si lo han vivido, y aunque lo disimulen, que el más allá, es definitivo, encajado en la realidad inalcanzable de aquello que llamamos Dios, con una palabra rara,rememorando el Theos que la mitología griega traduce como Júpiter. Una realidad trascendente. Lo que quiere decir, situada tan encima de nosotros que ni podemos aproximarnos a la sospecha de qué y cómo es. Ni siquiera afirmar con seguridad su existencia.

Hay que decir, sin embargo, que para nosotros, los seguidores de las enseñanzas y el  testimonio de vida de Jesús de Nazaret, ese Dios misterioso e inalcanzable es padre y madre: “abba”.

Su misterio es AMOR. Y la revelación realizada por Jesús  nos coloca entonces más cerca de ese misterio, porque, aunque de manera parcial y limitada, sabemos qué es el amor y podemos elevarlo imaginativamente, a la máxima potencia.

No se detiene con todo en este punto, la aproximación a Dios que propone Jesús de Nazaret. Sin especificar qué y quién es ese ser, origen de todo, determina claramente cuál es el modo de relacionarnos efectivamente con él, al margen de construcciones imaginativas,  sugestión, magia o armadas estructuras religiosas. La relación auténtica con ese Padre, el Dios presentado por Jesús, es con el hombre, con todo lo humano. El compromiso con todo lo que abre caminos de realización y felicidad para el ser humano. Con el amor al hombre abarcando todas sus dimensiones.

Y el “más allá” se transforma entonces en el “aquí cerca”. La relación de los que viven tratando de conservar el compromiso con la dignidad y felicidad de los hombres ya está establecida con Dios, de modo que la muerte es un paso hacia él. Quien en su realidad trascendente de amor paterno-maternal los resucita (como a Jesús) no para la reiteración de una vida como la que conocemos y vivimos nosotros, sino a una realidad nueva, la producida por el Amor absoluto.

Esto es fe cristiana: aceptar la propuesta de Jesús de Nazaret de un Dios Padre-Madre. Los argumentos de su existencia abundan en infinidad de detalles de su creación, en la maravilla biológica y espiritual de cada ser humano y en nuestro descubrimiento de que la felicidad en serio está siempre ligada al amor.

La muerte de mi querido hermano Cachito, compañero y sostén de toda mi vida, significó un dolor muy intenso, que poco a poco se aumenta con la sensación de ausencia, renovada en cada una de las circunstancias que vivimos y afrontamos juntos. La profundidad de su entrega para ayudar, consolar, aconsejar, compartir,  y descubrir los íntimos valores de cada uno, provocó una explosión multitudinaria de gratitud en su despedida, en el templo y las calles de Villa Allende. Mi reflexión, tendiente a remediar las incertidumbres y angustias que provoca el dolor, se asienta en esa expresión popular para pensarlo en Dios compartiendo la inmensidad de su Amor.

Deseo también que esta “reflexión ocasional”, lleve mi gratitud a todos los que de mil modos diferentes nos han acompañado tratando de mitigar la dureza de la separación, en la imposibilidad de tener en cuenta a cada uno, no sólo de los que pudieron expresarse, sino también a aquellos que por distintos motivos no lo pudieron concretar.