Con pies de plomo! Por Guillermo “Quito” Mariani

Así, simplemente hay que moverse en terrenos peligrosos. La premura en el avance pueden dar en tierra con todos los objetivos a conseguir. Entre  los scout es muy frecuente la práctica de “stalking”. Una actividad que consiste en observar detalladamente, sin ser descubierto. Esto que B.P., el fundador del Movimiento, practicó intensamente como integrante de las fuerzas colonialistas de Gran Bretaña, fue introducido por él en el manual de adiestramiento para los hombres de campo (los que saben vivir en la intemperie) que deseaba que fueran sus seguidores. Para llegar a observar la intimidad del color o la vida de los animales y los pájaros en el bosque, para obtener una fotografía (sin zoom) detallada, para sorprender en la acción a una persona, es necesario acercarse “sin levantar la perdiz” cuidadosa y lentamente, deslizándose en un silencio que sepa evitar el ruido de una rama o cualquier movimiento violento que pueda “espantar” al observado.

Leyendo con detenimiento los documentos emitidos por la CELAC (comunidad de estados latinoamericanos y caribeños) reunida en Caracas con la presencia de 30 presidentes de los 33 invitados, en la primera convocatoria con semejante proporción de asistentes, uno advierte el ”pie de plomo” El avance cuidadoso y lento hacia un logro de integración y unidad buscando la fortaleza del bloque. Los fogosos discursos y las propuestas radicalizadas de Chávez, Correa o Morales muestran la línea del proceso hacia el futuro. La ampliación de los intentos realizados hasta hoy, Mercosur, Alba, Unasur, para afirmar la identidad latinoamericana de independencia y  fortaleza en un proyecto a la vez democrático y transformador de inclusión.

Hay nombres que no nos resultan acostumbrados, de países más pequeños generalmente con mayor  dependencia económica y política, cuya asistencia puede interpretarse como la conciencia de que su pequeñez a la hora en que se nublan los triunfos de sus protectores, exige no quedar separados de un bloque que va tomando importancia. Varios de ellos viven un régimen decididamente capitalista neoliberal y su opinión y su voto no permitió seguramente llegar a conclusiones más radicales tanto para aceptar el compromiso del Banco del Sur, como para determinar el porcentaje sugerido por Correa (que tiene ideas muy claras aunque oscurecidas en muchas oportunidades por la prensa) de un porcentaje menos exigente en las votaciones para la adopción de decisiones, como la elección de una secretaría permanente que terminó designando pro tempore a Piñera como Presidente y convocante para el próximo año.

El ser “muchos” obstaculiza las soluciones rápidas. Argentina y Brasil con todas las simpatías amistosas de que fueron objeto sus mandatarias, se pronunciaron a favor de marchar con pies de plomo para no irritar demasiado a los poderosos que, sin advertir que están hundiéndose en su propio pozo, se animan a ridiculizar estos pasos. Piensan que, porque no se dieron en el pasado, tampoco podrán darse en el futuro-

Marchar así, avanzando paulatinamente, suele dar buenos resultados. Pero no hay que dejar de tomar en cuenta que los acostumbrados a devorar no tienen reparos en que sean muchos los devorados y los preocupa en cambio, seriamente,  que sean definidos e inmasticables.

Parece que aquí hasta me quieren más. Por Guillermo “Quito” Mariani

Fueron las palabras sencillas y tocantes que el presidente de Bolivia, Evo Morales, usó para agradecer a la Universidad y a la Argentina el otorgamiento del doctorado honoris causa.

Sin posibilidad de admitir un solo asistente más que los que habían sacado anticipadamente las entradas, el salón de las Américas del pabellón Argentina tembló varias veces con la ovaciones a frases tan sinceras y tan elocuentes como ésa, que daban cuenta de una sensibilidad profundamente humana. Su recuerdo emocionado y patético de las luchas de los antepasados para conquistar la libertad defendiendo su tierra y sus derechos elementales fue aludido como llamado a la unidad suramericana para completar ese proceso de descolonización, por el que ellos entregaron sus vidas y padecimientos.

Su evaluación de las relaciones comerciales con Argentina y particularmente en el proyecto del gasoducto internacional que beneficia a los dos países, recordó que nos necesitamos mutuamente y empujó hacia mayores acuerdos que se sumen a los ya realizados, aunque no dejan de ser atacados por los que prefieren  seguir siendo colonia. s

Somos hoy una pantalla nueva hacia la que  miran los pueblos de Europa que nos  tenían calificados poco más que como mamarrachos, en la imitación deficiente de su progreso y su cultura. Apretados ahora por la crisis económica que ellos mismos favorecieron, miran hacia nosotros para alimentarse con nuestros esfuerzos de lucha y recuperación de una tierra con las entrañas colmadas de riquezas, que nos han sido y son enajenadas impune y descaradamente. La fuerza renaciente de los pueblos nativos que impulsa desde muy abajo como un resorte del pasado, los cambios sociales indispensables, constituye un envidiable ejemplo para quienes desde siempre pensaron que con la esclavitud y la sujeción abrían caminos a su propio engrandecimiento y progreso.  No dejó El presidente boliviano de señalar con dureza  a Estados Unidos como el gran causante de los males padecidos, y  las injusticias y postergaciones, disimuladas con toda clase de disfraces y caretas, que han tolerado los pueblos suramericanos.  Y de referirse a esa institución, la DEA, que con pretexto de perseguir el narcotráfico lo incentiva y utiliza su vigilancia y a la vez su ineficacia, para el espionaje y la sujeción.

Una sombra parecía oscurecer esa presencia entre nosotros. La declaración de persona “no grata” que había sido publicada por la DAIA en repudio a la admisión de un acusado de complicidad con la tragedia de la AMIA.

La sencillez de un hombre grande que no titubea en admitir  sus errores para corregirlos y crecer en contacto con su pueblo, desarmó lo que parecía una acometida insalvable y admiró a quienes se habían sentido ofendidos por la recepción de  Ahman  Vahidi en una celebración castrense boliviana y el ofrecimiento de ayuda militar formulados al presidente que lo acompañara en el saludo de bienvenida.

La firmeza en proponer la unidad suramericana para terminar con la colonización de que seguimos siendo objeto, la reivindicación de todo el pasado de sufrimientos de un pueblo conquistado y sometido, la defensa de las riquezas naturales de su tierra de tantos modos depredada, la valentía de señalar al enemigo concreto y actuante, la sinceridad confirmada por los hechos, de su valoración de la democracia verdaderamente participativa, “antes el pueblo esclavo del poder hoy el poder esclavo del pueblo”, y la humildad de declararse sorprendido por el título otorgado, convirtieron esa figura amable  y familiar, en una luz clarificante de las posturas a seguir, buscando la grandeza de los pueblos suramericanos