No creo en tu Dios. Carta abierta al párroco que no queremos. Por Raul A. Perez Verzini

No creo en tu Dios.
Carta abierta al párroco que no queremos.

Estimado, no te pongo nombre para que no creas que el problema es con vos. De hecho, los que te han tratado dicen que sos una persona agradable y no juzgo tus intenciones.

El totalitarismo eclesial vernáculo, cínicamente acostumbrado a tomar decisiones sin consultar a los involucrados, te eligió como párroco de La Cripta. Y vos, quizá siguiendo la antievangélica obediencia debida, aceptaste. Te equivocaste.

Ya te lo hemos dicho y te lo seguiremos diciendo: No te queremos como párroco. No te recibiremos como párroco. Esta nunca será tu casa.

Nuestra decisión no es caprichosa. No se trata de rebeldes sin causa. Se trata, como diría Pedro Casaldáliga, verdadero pastor, de una rebeldía que busca la fidelidad a nuestra propia conciencia. Son más de 45 años de una línea pastoral fuertemente anclada en las intuiciones del Vaticano II y la reflexión teológica posterior. Son miles de personas que a lo largo de todos estos años se identificaron con la manera de ser y hacer que nos caracteriza. Y no estamos dispuestos a dejar que se destruya. Estamos preparándonos para dar batalla.

No pienses que tenemos algo contra vos. El problema es que no creemos en tu Dios.

No se trata de matices pastorales. No se trata de conservadurismo y monotonía a la hora de celebrar la eucaristía. Ni siquiera se trata de falta de conocimientos bíblicos y teológicos.

El problema es que no creemos en tu Dios.

Tu Dios impone uniformidad. El nuestro, celebra la diversidad.

Tu Dios impone castigos. El nuestro nos mira con misericordia.

Tu Dios es misógino. El nuestro es Padre, pero sobre todo Madre.

Tu Dios en monárquico y autoritario. El nuestro, fraterno y participativo.

Tu Dios se identifica con el totalitarismo vaticano. El nuestro, se expresa en la Biblia y en los signos de los tiempos, y sabe que el sábado fue hecho para el ser humano y no al revés.

Tu Dios elude el diálogo. El nuestro nos exige reflexionar críticamente.

Tu Dios nos trata como idiotas. El nuestro como adultos.

Nuestra parroquia tiene una fuerte tradición iniciada por Quito y continuada por Víctor, donde se ha respetado a los laicos. Donde se ha respetado la libertad de pensamiento y donde sobre todo, se nos ha tratado como adultos. Aquí, como reza la oración del consejo pastoral, somos los laicos los responsables de animar la marcha de la comunidad cristiana.

A los adultos no se les impone una manera de ser. A los adultos no se les impone un pastor. Los adultos eligen a quien merece ser llamado pastor.

Vos venís desde otro lugar. A vos te enseñaron que el laico está para obedecer. A vos te enseñaron que las investigaciones teológicas, antropológicas y exegéticas son para la universidad, no para compartirlas con los laicos, demasiado “ignorantes” la mayoría.

A vos te enseñaron que son más importantes las posturas de la jerarquía que lo que diga la Biblia y el pensamiento moderno. Por eso te toca defender lo indefendible. Por eso no podés sumarte a nuestras expresiones que apoyan a los divorciados, a los movimientos de GLBT, al sacerdocio femenino, al aborto legal, al fin del celibato, a la autonomía del estado y a la democratización de la iglesia entre otras.

Quizá por eso tus homilías hablan de que Jesús clavado en la cruz podría haber hecho caer un rayo del cielo para vengarse de sus enemigos… La verdad que cuando lo escuche no sabía si reír o llorar… Qué clase de teología te educa? Qué imagen de Dios tenes? Podes afirmar en conciencia que ese es el Dios de Jesús? No, el problema no lo tenemos con vos. El problema es que no creemos en tu Dios. Tu manera de entender el Evangelio y de vivir el cristianismo son incompatibles con nuestra manera de entenderlo y de vivirlo, por eso no sos apto para ser párroco de La Cripta. Ni serás bienvenido a nuestra comunidad.

No se trata de santidad. Probablemente vos seas más santo que nosotros. No se trata de quién está en la verdad y quien en el error. Nos sabemos en búsqueda permanente y dispuestos a cambiar nuestras opiniones cuando se nos demuestra el error.

No pretendemos cambiarte. No pretendemos que abandones tus creencias y tus modos de ser. Simplemente te decimos que nosotros tampoco queremos abandonar aquello que creemos y podemos fundamentar como correcto.

No queremos, como pediste, darte una oportunidad. Te haríamos perder tiempo y nos harías perder tiempo a nosotros. Estamos trabajando duro para contrarrestar el descreimiento y el abandono masivo de jóvenes y adultos que la Iglesia jerárquica, con Ratzinger a la cabeza, ha provocado en la gente. Y por eso exigimos como párroco una persona que respete nuestra caminata y venga a iluminarla con más libertad y más novedad y no a destruir lo hecho hasta ahora.

Nos hemos tomado en serio las palabras de Jürgen Moltmann, unos de los teólogos más importantes del siglo XX: “Donde la Iglesia no engendre una fe liberadora, sino que difunda opresión, sea esta moral, política o religiosa, habrá que oponerle resistencia por amor a Cristo”.

Gracias por entendernos.

Ing. Raul A. Perez Verzini

Arrasar a la “Iglesia de los Pobres”. Otro conflicto en la arquidiócesis de Córdoba. Por Nicolás Alessio

Amigos y amigas, pronto enviaremos la primera convocatoria para continuar con nuestras reuniones, según acordamos en la última del año pasado, ahora nos urge este tema, la intervención en la Parroquia Ntra. Sra. del Valle, conocida como la Cripta. De más esta decir, que fue el lugar que nos permitió, a los Curas Autónomos (comumente llamados “Casados”), al Grupo Angelelli y a nosotros, reunirnos … no es casual que se quiera “arrasar” esa comunidad.

Hasta el miércoles 23 esperamos sugerencias en torno al contenido, luego la enviaremos para juntar firmas y adhesiones.

ARRASAR A LA “IGLESIA DE LOS POBRES”  OTRO CONFLICTO EN LA ARQUIDIÓCESIS DE CORDOBA

Cristianos y cristianas, hombres y mujeres de nuestra sociedad, queremos:

  • expresar nuestra más absoluta solidaridad con la Comunidad “La Cripta”, que una vez más debe enfrentar el intento de la autoridad eclesial para “borrar” y dejar en el olvido su extraordinaria trayectoria como Parroquia abierta, inclusiva, renovada, liberadora, fiel al Evangelio y fiel a la Iglesia Latinoamericana y sus mártires.
  • repudiamos una vez más la actitud autoritaria, cerrada, inflexible y anti-evangélica de la autoridad eclesial, en particular del Sr. Obispo Carlos Ñáñez, que pretende imponer un nuevo párroco que claramente sera un “interventor” con la misión de emprolijar, vigilar, ordenar y corregir el camino de esta comunidad que, primero junto al Quito Mariani y luego con Victor Acha, ha demostrado ser un auténtico lugar de comunión y participación.
  • convocamos a no quedarnos callados, lo que favorece la impunidad del silencio que tan bien maneja el poder eclesial, y a multiplicar entonces voces y gestos de resistencia a estos aprietes de los sectores mas conservadores de esta institución que no termina de entender aquello de “no he venido a ser servido si no a servir” y se aferra a peligrosos métodos autoritarios.

Otro mundo es posible, otra iglesia es posible.

CRISTIANOS Y CRISTIANAS

COMUNIDADES DE BASE INCLUSIVAS

El disenso en la Iglesia Católica. Por Rafael Velasco, SJ

Una convicción bastante arraigada es que en la Iglesia Católica no se puede disentir, ya que toda enseñanza magisterial es necesariamente dogmática, es decir, “obliga a los fieles a una adhesión irrevocable de la fe” (Catecismo de la Iglesia Católica, 88).

Sin embargo, los dogmas son más bien pocos. La misma doctrina de la Iglesia señala que hay afirmaciones que obligan de una manera diferente; no es lo mismo un dogma, que una encíclica, que una carta apostólica, que una declaración de los obispos.

Pero hay otras varias aseveraciones magisteriales que pueden –y muchas veces deben– ser objeto de reflexión e incluso de discusión respetuosa y fiel. Ya que –citando al Catecismo de la Iglesia Católica– “todos los fieles tienen parte en la comprensión y en la transmisión de la verdad revelada. Han recibido la unción del Espíritu Santo que los instruye y los conduce a la verdad completa.” Si todos los fieles tienen –tenemos– esa unción, significa que Dios habla a su pueblo y a través de su pueblo, y se manifiesta a las comunidades creyentes que en conciencia buscan profundizar en la enseñanza de Jesús. El mismo catecismo afirma que “la totalidad de los fieles… no puede equivocarse en la fe (CIC. 92)”.

Como se ve –aunque en la práctica muchas veces se contradiga– la misma doctrina de la Iglesia expresa que la interpretación revelada no es propiedad privativa de la jerarquía.

Por lo tanto –según esta misma doctrina– si una comunidad de fieles, a la luz de la Palabra de Dios cree en conciencia que algunas de las afirmaciones de los obispos o del magisterio deben ser revisadas y presentan dificultades serias para ser aceptadas, entonces están en su derecho de expresarlo.

Más aún cuando se tiene en cuenta que los cristianos somos discípulos de aquél que puso la religión al servicio de la persona y no al revés. Al afirmar que “el sábado es para el hombre y no el hombre para el sábado”, Jesús estaba diciendo que hasta el precepto más importante y sagrado no era más importante que la persona humana, en particular cuando esta sufre; y por lo tanto, el precepto religioso está al servicio del ser humano, de su propia vida y su propia comunión con Dios y sus hermanos. La preocupación de Jesús no era fundamentalmente doctrinal, sino eminentemente humana; para Él, la religión no podía ser un instrumento de opresión, sino de liberación. Su preocupación por los enfermos, los sufrientes, los alejados de “la religión oficial”, los pecadores públicos y los indeseables lo deja a las claras. Vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido.

Para Jesús, la Buena Noticia (Evangelio) no consiste en defender una serie de principios doctrinales y morales (a los que aquí no se pretende negar relevancia, por cierto), sino en manifestar el amor de Dios hacia sus hijos e hijas. Para Jesús, el amor a Dios y el amor al prójimo están unidos y son el mandamiento más importante.

El disenso no es escándalo. Entonces, quien se escandalice por el disenso en la Iglesia, es porque pretende que la exclusividad de la verdad proviene del magisterio oficial y no hay participación alguna de los fieles; o considera en todo caso, que el rol de los fieles se limita a asentir obedientemente y poco más. Lo que equivale a pensar que los creyentes son una suerte de minusválidos en la fe, incapaces de una honesta y recta inteligencia de la fe y sus consecuencias prácticas.

Pretender que el disenso es malo y es una suerte de traición no hace bien, porque finalmente se anula la participación de los fieles, es decir, se los hace sentir cada vez menos “parte de” y sólo se los sitúa como meros “espectadores” que deben acatar y cumplir, o de lo contrario irse.

Muchas de las aseveraciones magisteriales que provocan serias dificultades para ser aceptadas y vividas en muchos fieles de buena voluntad (como por ejemplo lo referente al uso de métodos artificiales de control de la natalidad, la ordenación de hombres célibes exclusivamente, o la prohibición de la ordenación de mujeres, e incluso la exclusión de la comunión sacramental a los divorciados y vueltos a casar) no son dogmas de fe. Son proposiciones que merecen respeto y un intento serio de comprensión. Pero si en conciencia se encuentra dificultades para aceptarlas, el servicio más honrado que se puede prestar a la misma Iglesia es manifestarlo y proponer los argumentos para la discusión.

Por otra parte, afirmar –como lo hacen algunos– que en todo caso, si hay algún tipo de disenso, se debe plantear exclusivamente puertas adentro y no decirlo públicamente, es actuar ingenuamente, porque se sabe que en ese “puertas adentro” este tipo de discusiones suele terminar en un cajón, o con la afirmación de que “de eso no se habla.”

En tiempos de transparencia y pluralismo, no se puede pedir a otras instituciones de la sociedad transparencia, respeto del pluralismo y la democracia, y luego no aceptarlos hacia adentro de la misma institución eclesial. Hablar, expresar lo que en conciencia creyente se ve, es el mejor servicio que se puede prestar a una Iglesia abierta al Espíritu de Jesús.

Por eso, como cristiano-católico, me alegro de que haya quienes expresen públicamente sus posiciones con la intención de que la Iglesia sea una Comunidad en la que todos tienen la palabra y no solo algunos. Una Iglesia en la que disentir no sea pecado, y en la que expresar públicamente ese disenso no sea ocasión de temor a represalias. Una Iglesia más parecida a la comunidad que –creo– anhelaba Jesús.

Rafael Velasco es sacerdote jesuita actual Rector de la Universidad Católica de Córdoba

Fuente: La Voz del Interior

Buscando sucursales. Por Guillermo “Quito” Mariani

La famosa SOA (school of America) establecida por Estados Unidos en Panamá en 1946 y trasladada posteriormente a Fort Benning (Georgia) , ha formado a unos 60.000 policías y militares perteneciente a 23 países latinoamericanos, especializados en lucha de insurgencia. Muchos nombres muy conocidos en Latinoamérica por su acción dictatorial, y la represión  más sofisticada en torturas y violaciones de los derechos humanos figuran en esa lista. La llamada Doctrina de seguridad nacional ideada por el Pentágono para utilización de las fuerzas armadas de cada nación como represoras de cualquier iniciativa democrática, contó siempre con la gente ligada a esa Escuela que fue, por eso, identificada como Escuela de Asesinos

La pésima fama y hasta el fracaso en el mantenimiento de las dictaduras latinoamericanas, parecieron marginarla un poco de la acción y publicidad de su labor conspirativa sin escrúpulos, favoreciendo los intereses económicos y armamentistas de los Estados Unidos.

Pero ahora, al parecer, comienza un plan de establecer sucursales. En el Salvador, financiados por Estados  Unidos se dictan cursos para adiestramiento en contra del terrorismo y sublevaciones populares. Los métodos se despreocupan de toda vigencia de derechos humanos fundamentales. Allí fueron enviados por el Sr. Mauricio Macri, oficiales de la Policía provincial para recibir ese adiestramiento. Y así localizamos una sucursal.

Con el episodio de una requisa del avión norteamericano aterrizado en Ezeiza, que transportaba dos contenedores con armas, destinadas al adiestramiento del grupo elite “Grupo especial de operaciones” de la Policía Federal, nos enteramos de la segunda.

La inspección realizada con la supervisión del  ministro de transporte J.P. Schiavi y el canciller H.Timerman constató la presencia de armamentos no precisados en el convenio bilateral, y de sustancias extrañas cuya identificación, claramente resistida por empleados del avión, fue como “estupefacientes”. De acuerdo a explicaciones posteriores este tipo de sustancias se utiliza para paralizar a delincuentes armados. El material incautado, no incluido en el convenio, ronda los 3.800 mts. cúbicos.

Los funcionarios más importantes del “grande y democrático país del norte”, con Barak Obama a su cabeza, han  manifestado molestia y perplejidad. ¿Cómo es posible que se someta a inspección, la carga de un avión militar norteamericano, en un pequeño país de América del Sur? Citado el embajador Chiaradia por el mismo  presidente Obama, en una entrevista que no pudo dejar de ser diplomática, las cosas parecieron arreglarse. Estados Unidos reclama la devolución de todo el material incautado. La Presidencia, por otra parte, afirma que no tiene la menor intención de devolver esa carga, que constituye la prueba de la ilegalidad de la maniobra.

Desde allá  se sigue argumentando que es “insólito” que un avión militar norteamericano sea sometido a requisa. Y sus cómplices de aquí, afirman que tenía que haber mediado una orden judicial, y se escandalizan por la crisis diplomática. Timerman ha advertido, cuerdamente, que las leyes argentinas deben ser cumplidas por todos sin excepción.

Estamos ante un hecho que sorprende por varios motivos. ¿Por qué, aunque fuera con material convenido previamente, se había consentido el ingreso de adiestradores yanquis al ámbito de la Federal? ¿Es tanta la impunidad del país del Norte que puede permitirse no sólo la transgresión de leyes sino hasta la violación de acuerdos mutuos? Y, sobre todo ¿estamos dispuestos a que la Escuela de las Américas nos tome como clientes ingenuos para abrir sucursales de su trágica historia? Esperamos del gobierno nacional una actitud firme que no se compagine con la de mantener relaciones carnales que fomenta Clarín.

Una interna feroz. Guillermo “Quito” Mariani

Así titulaba un diario capitalino la descripción de las rivalidades dentro de la UIA, que provocaron la renuncia de su presidente Héctor Méndez con fecha anticipada al vencimiento de su plazo de ejercicio, que sería en abril. Su renuncia dio pie a una cantidad de conjeturas. Lo que él mismo expresó es la disconformidad con que ambas líneas en pugna por la sucesión, Celeste y Blanca e Industriales, hubieran acudido  a la prensa, llevando al público la disputa interna, en contra de lo convenido expresamente. Sobre la mesa está la cuestión de anulación de lo establecido anteriormente, que exigía la alternancia de la presidencia por ambas líneas. La opción sería guiarse solamente por el resultado de las próximas elecciones en abril.

No menos feroz es la que está teniendo lugar en la iglesia argentina en una circunstancia parecida, el vencimiento del mandato del Cardenal Bergoglio como presidente de la conferencia episcopal. Tan feroz que el episcopado en la reunión de diciembre pasado dispuso que el cardenal viajara  a Roma para informar personalmente de su gestión, acompañado de un grupo de obispos colaboradores suyos. En otros términos, a defender su posición frente a los acontecimientos públicos de los últimos tiempos. ¿Es que en Roma necesitan justificarse las actitudes aparentemente tan firmes de Bergoglio que, por ejemplo declaró una guerra santa con oportunidad del debate de la ley de matrimonio igualitario?

Con una lectura más de dentro del enredo eclesiástico, aquella dureza del Cardenal y sus repetidos alegatos en contra de un gobierno que quiere suprimir la Vicaría castrense, y permite llevar a la discusión leyes despenalizantes o contrarias a la visión católica tradicional, fueron un intento de contrarrestar las acusaciones de debilidad en la defensa de la fe y de la iglesia, provenientes de un sector mucho más conservador. Este sector ultra, liderado por el arzobispo de La Plata  Héctor Aguer logró en una votación sobre el tema, el 60 por ciento de los obispos, desplazando así la opinión más moderada de Bergoglio. La interna feroz eclesiástica se parece una vez más a la de la UIA en el intento de silenciar las diferencias. Candidatos de la línea de Bergoglio son los obispos litoraleños Lozano y Stanovnik , y José María Arancedo actual vicepresidente de la CEA.

La elección de septiembre de la que participarán unos 150 obispos decidirá  finalmente al sucesor de Bergoglio que trae aparejada casi necesariamente la dignidad cardenalicia. Los litoraleños aparecen más alineados con Bergoglio. En cambio una cantidad bastante respetable entre los que se cuentan los entusiastas línea dura, obispos de Santiago del Estero (Polti) San Juan(Delgado) y San Rafael (Taussig) con otros de la línea del Cardenal Primatesta como el de Iguazú (Martorell) y el de Neuquén (Cuenca). Capitaneados por Héctor Aguer, el único candidato, coinciden en actitudes asumidas frente a distintos problemas.

Aguer fue quien ofreció pagar la fianza de un millón de pesos para que obtuviera libertad el banquero que había estafado a 30.000 ahorristas desde el BANCO  de su padre Federico Trusso con relaciones financieras muy fuertes con el Vaticano a través del difunto cardenal Quarracino- A favor de esta candidatura está el ex embajador menemista Casselli con muchas influencias en el Vaticano.

Con pronunciamientos muy agresivos esta línea rechazó la educación sexual escolar. El sacerdote de Malargue, Gómez, fue felicitado por la interrupción del espectáculo que consideró injurioso para la iglesia y su valoración de la gravedad de la violación de menores. Asimismo se manifestó con documentos públicos en contra de la elección de la Dra. Carmen M. Argibay para la Corte suprema.  Acusan a quienes favorecen el  uso de preservativos, de fomentar  promiscuidad y desenfreno sexual. Niegan absolutamente la absolución y la comunión a los divorciados- Acusaron de populismo electoral la asignación universal por hijos.- Defendieron aguerridamente al obispo castrense Biasotto, así como la permanencia de la cuestionada Vicaría castrense. En la época del proceso militar muchos de sus integrantes se complicaron amparando a delincuentes como Cristian Von Wernich y otros capellanes militares. Calificaron como degradante , pervertida y destructora de la familia, a la ley de matrimonios igualitarios.¿Hacen falta más datos?

Se trata de una interna detrás de la cual se mueven intereses de toda índole. Los mismos que en la interna de la UIA. Por lo menos hacemos el esfuerzo de que se conozcan estos trámites tan ajenos a la propuesta cristiana, para saber dónde estamos.

Canciller del Cielo. Por Guillermo “Quito” Mariani

Desde las monarquías los soberanos acostumbraban a tener un canciller que era tan poderoso como el mismo monarca aunque actuaba en su representación. En caso de errores diplomáticos o tácticos los cancilleres o secretarios eran  destituidos.

Los pontífices romanos son considerados como una especie de cancilleres de Dios, a perpetuidad. No es posible destituirlos a no ser que el mismo Monarca del cielo ordene su desaparición. Como cancilleres del cielo, ellos tienen la potestad de abrir o cerrar las puertas, de sellar los decretos, de orientar autoritariamente las políticas del reino.

El 1ro de Mayo, Benedicto XVI, canciller del cielo, entreabrirá la puerta a un antecesor absolutamente identificado con él en la política anticonciliar de la iglesia actual. De eso viene a tratarse una “beatificación”. Con un permiso especial otorgado por él mismo, abrevió el tiempo de cinco años para comenzar el llamado “proceso de beatificación”. Acaba de concluir con la constatación de un milagro, dificultosamente aprobado como tal, que se debería a la influencia que Juan Pablo II tiene frente a Dios. Es curioso que este anticipo del tiempo prudencial para iniciar un proceso que se denomina como “heroicidad de virtudes”, haya sido violado en los últimos tiempos, de acuerdo al criterio pontificio. Sucedió con la madre Teresa de Calcuta y ahora con Juan Pablo II. Anteriormente Juan  Pablo II después de una valiosa colaboración del Opus Dei para salvar las finanzas pontificias, apresuró la canonización de su fundador José María Escrivá de Balaguer beatificado en 1981 y canonizado ( lo que significa abrirle por completo las puertas entornadas ) en el 2002.

Es conocido que, como prueba definitiva agregada a todos los testimonios de “heroicidad de virtudes” se necesitan uno o dos milagros, constatados científicamente por los expertos del Vaticano. Esos milagros, certificados por el Canciller como de autoría divina, aseguran que el integrado a la lista oficial (canon) está en el Cielo. El apresuramiento de Benedicto XVI es explicable si se piensa que él fue el personaje más influyente en el pontificado anterior y esto significará su propia pequeña beatificación. Aquí es preciso detenerse para dos reflexiones muy simples. Primero: ¿puede alguien arrogarse el privilegio de conocer perfectamente lo que pasa en ese espacio de Dios que llamamos “trascendencia” o Cielo? ¿No es atrevimiento juzgar que Dios interrumpe las leyes naturales, como en una especie de diversión juvenil, para mostrar que premió a un ser humano con su presencia celestial? Y segundo ¿No sería legítimo exigirle a este Dios que se preocupara de hacer otros tantos milagros como hacen falta para remediar tantas flagrantes injusticias y sufrimientos de inocentes (entre otras cosas)?

Me vienen a la memoria dos títulos “Los santos vienen marchando” la famosa melodía de Louis Armstrong y “Los santos van al infierno” el libro de G. Cesbrón. Aunque no haya sino una referencia lejana, creo que los dos títulos sirven para mostrar una realidad. Por una parte, que en ese Cielo ya tiene que haber preocupación porque son tantos los santos que mandan sus cancilleres (previa organización de grandes peregrinaciones y contratos con las compañías de viajes), que ya se produce superpoblación. Por otra parte los verdaderos santos, con heroicidad de virtudes, como Angelelli, Romero, Casaldáliga, Samuel Ruiz, Helder Camara, y los que con claridad y limpieza construyen una teología humanizada, son enviados al foso, condenados y excluidos. Al infierno, como Küng, Castillo Sánchez, Pagola, Alvarez Valdés, Boff, Gutiérrez, Tamayo, Fiorenza…

Juan XXIII  hizo demasiado bien a la Iglesia, actualizando su diálogo con el mundo. Y esto es imperdonable para el actual pontífice. Por eso el proceso de su beatificación no marcha.

Nadie tiene por qué cargar con pecados de sus amigos, pero sobre Juan Pablo II pesa la responsabilidad de no haber aclarado la muerte de Juan Pablo I y la de haber detenido en más de una oportunidad la investigación sobre el abusador Marcial Maciel fundador de los Legionarios de Cristo, su amigo íntimo. El 1ro. de Mayo el Canciller de Dios firmará y afirmará solemnemente la condición de beato de Juan Pablo II, y si se produce otro milagrito, próximamente llegará la canonización.

ULTIMAS NOTICIAS DE LA CRIPTA “El Interventor no se negocia” Por Nicolas Alessio

Como lo veníamos afirmando, el “interventor”, el Padre Pedro Torres, no se negocia. El es el encargado de amonestar, corregir y vigilar a una comunidad que se animó a vivir el ideal de la Iglesia de los Pobres, en conjunto de cientos de miles de cristianos y cristianas. Eso, la derecha religiosa no puede tolerarlo. Tiene que poner orden.

No es Ñañez contra Víctor Acha, es el Vaticano contra la Iglesia de los Pobres
La “derecha religiosa” no perdona

La consagración episcopal de Marcelo Cuenca fue todo un aviso. En una Arquidiócesis que tímidamente quería abrir la participación de la comunidades en su diseño pastoral, el sacerdote que abiertamente representa a los sectores reaccionarios, conservadores, fundamentalistas, y que también abiertamente se oponía a estos “tímidos” avances, no solo es nombrado Obispo por Benedicto XVI si no que el embajador vaticano viene a su consagración en la mismísima Catedral de Córdoba, en las narices de Carlos Ñáñez quién trato que tal afrenta pasara desapercibida y olvidada para la opiñón pública. El acontecimiento no fue comunicado a la prensa. El Grupo Enrique Angelelli decía en el texto “Para qué y quién elige un obispo” : “No podemos dejar de señalar con estupor que, otra vez, desde el más alto poder eclesial jerárquico y monárquico, se fortalece una línea conservadora, restauradora, derechosa, afín a corrientes como el Opus Dei. No es la primera vez, no sucede solo en estos pagos” de Marzo del 2010

El grupo de “curas casados”, mejor, “curas autónomos” (porque siguen siendo curas pero no dependiendo de ningún obispo) en el Documento “Haciendo memoria de nuestro andar”, del 12 de Junio del 2010, recordábamos que, entre nuestros posibles objetivos, o perspectivas que nos identifican, decíamos:
“mostrar otro rostro de Iglesia Posible al servicio de Otro Mundo Posible: plural, abierto, solidario, liberador…ayudaría a desmontar algunas “máscaras” de la Iglesia oficial…”

El enfrentamiento cultural de esta Iglesia oficial con gran parte de la sociedad argentina, y dentro de su propio seno, en torno a la ley del “Matrimonio Igualitario”, desnudó, una vez más, su rostro conservador, autoritario, dogmático, patriarcal y excluyente para con todos y todas los que entendemos que “es posible otra Iglesia y otro mundo”. Esta contienda se agudiza en la Diócesis de Córdoba.

Los sectores de la derecha eclesial conservadora, no van a perdonar la voz que, desde este lugar, desafió a toda la parafernalia episcopal y sus aliados. Una voz que desde hace años viene siendo un eco de la voz de los profetas y los mártires.
Ese “rostro” despiadado de la institución eclesial se traduce en acciones, gestos y discursos que dañan al conjunto del pueblo de Dios y al conjunto de la sociedad de la que formamos parte.

La Institución Iglesia, no solo es funcional a las ideologías de dominación, si no que forma parte de esas mismas ideologías. En este sentido, debe ser denunciada, desenmascarada y combatida. En muchas ocasiones, algunos de nosotros, hemos expresado “ya no nos interesa más nada la Iglesia”. Y es cierto, ya no nos interesa más nada de todo lo que tenga que ver con aquel “rostro” antievangélico de la Institución, su ritualismo, su dogmatismo , su canonicismo, su burocracia. Pero sí nos interesa esa Institución, en la medida que hace daño a la conciencia ética de la humanidad, queriendo imponer un modelo cultural de dominación, aunque se revista del ropaje lingüístico actualizado. La “restauración conservadora” iniciada en período de Juan Pablo II, ha tomado, con Benedicto XVI, nuevos bríos, más enérgicos, más decididos, mas punzantes.

En este sentido, no hay que temer palabras como “enfrentamiento”, “batalla” o “combate”. Esta Institución debe ser combatida, al mejor estilo jesuánico como cuando enfrentó a los mercaderes del templo.

Algunos intentarán hacerlo desde la trinchera “del adentro”, en Parroquias, Colegios u Organizaciones que pertenecen a la Institución. Otros lo harán desde la trinchera “del afuera” institucional. Ocupar uno u otro lugar es una decisión siempre compleja, difícil y con contradicciones. Hay que respetar la decisión que cada uno desde su propia experiencia de vida tome como aquella que, aquí y ahora, le parezca la mejor. No caben posturas únicas.

En este conflicto inevitable, el uso de los Medios de Comunicación Social, es imprescindible y urgente. La Institución no le teme al poder económico, ni al poder político, le teme al “cuarto poder”. Porque solo este poder comunicacional puede ir directo al lugar más fuerte y, a la vez, al “talón de Aquiles” de la Institución: el ocultamiento. La Institución guarda celosamente sus secretos más íntimos, y esa verdad bien cuidada es fuente de poder. Pero cuando esa muralla es derribada por los MCS y se desnuda esa verdad silenciada, pierde poder y tambalea su seguridad.
En el caso de la Parroquia de Nuestra Señora del Valle, no se quiere intervenir cuanto antes, por tratarse de una comunidad parroquial en particular o por su Párroco, Víctor Acha, como si se tratase de un problema personal.

Se quiere arrasar con esa “otra Iglesia posible”, con lo mejor de sus luchas en Latinoamérica y en todos los Continentes. Estos hechos son solo un paso más en tal dirección. No es un hecho aislado, es un programa preconcebido, en continuidad con aquellas dos intervenciones vaticanas, con las que se quiso destruir a los teólogos de la Liberación y a sus teologías. Y en esto hay que reconocer que son coherentes con su modelo imperial. Cuanto más hemos avanzado nosotros en la concreción de “otro modelo”, ellos deben acentuar sus mecanismos de control, castigo y censura. Deben extirpar desde la raíz las fuentes de la heterodoxia, la división y el escándalo.

Aquí no hay diálogo posible, porque no hay puntos en común desde donde dialogar, son visiones antagónicas, aquí solo queda el enfrentamiento. Son dos proyectos irreconciliables. Muchas veces lo hemos expresado diciendo “no creemos en el mismo Dios”. Expresión metafórica que dice “no tenemos nada en común”. Se trata de una contienda cultural, la Institución quiere “conservar” el poder y su modelo hegemónico, nosotros queremos asumir el momento histórico que vivimos “con talante crítico y aperturista” porque entendemos que estamos viviendo “un cambio radical de civilización, frecuentemente ignorado por estas instituciones“ (cfr. Doc. Antes citado)

La estrategia de “las cartas”, la juntada de firmas, adhesiones, reuniones en la curia, es válida, pero insuficiente. Cuanto más insuficiente si estas acciones quedan bien guardadas entre cuatro paredes obispales. Hay que sumar otras acciones de mayor envergadura, contundencia y visibilidad. Y hay que hacerlas lo más públicas posibles. Con llegada a la sociedad en su conjunto. “Gritar desde los tejados, a tiempo y a destiempo”. E incluso, reapropiándonos de los signos que son del pueblo de Dios y no de sus jerarcas. Como la mesa compartida, entre otros. Si nosotros “celebramos” la eucaristía, estamos tomando en nuestras manos lo que es nuestro, desenmascarando a aquellos que se creen dueños “del sagrado”. Ese “sagrado” es popular, es de todos y todas. Como se hizo el Sábado 17 de Julio, en la Parroquia San Cayetano, luego de la prohibición arzobispal, donde participamos concelebrando la “misa de la resistencia” y luego hemos seguido participando de las “misas prohibidas”, en La Cripta, el 4 de Agosto, y de nuevo, el 7 de Agosto, en la plaza de Altamira.

Es el momento de continuar en este andar, de “manifestar con acciones y compromisos públicos, con gestos y escritos, a través de los medios y de otras redes de comunicación virtual, este nuevo paradigma de comunión y de organización” (Idem) que no se reduce ni se limita a “lo religioso”, si no que, por el contrario, presupone y se orienta a un modelo nuevo de humanidad.

Este es el desafío inmenso. Limitarlo a casos personales, o a situaciones de comunidades particulares, por más importantes que sean, es perder la perspectiva del conjunto. Ellos, la Institución, tienen esa perspectiva global. Avanzan por todo. No podemos quedarnos solo en una resistencia intimista. Hay que enfrentarlos donde más les duele, al estilo de aquella luz que ilumina las zonas oscuras de la realidad y la intimidad de los corazones y sus veladas intenciones.

Pbro. Nicolás Alessio
6 Enero, fiesta de la Epifanía del 2011

Carta abierta de José María Castillo a José Antonio Pagola: “Lo más duro es no saber qué está pasando y porqué está ocurriendo” Por José María Castillo

“En esta Iglesia hay demasiado miedo a decir en público lo que cada uno piensa”

Querido José Antonio: Quiero expresarte, ante todo, mi solidaridad en la dolorosa situación que estás viviendo. Sé muy bien, por propia experiencia y por lo que cuentan otros teólogos bien conocidos, que, en circunstancias como la que tú estás pasando, uno se puede ver enfrentado a hechos y decisiones que son más duras y difíciles de lo que quizá se pueden imaginar quienes las provocan.

Recuerdo aquí la patética confesión pública que hizo el insigne moralista B. Häring, cuando poco antes de morir escribió aquel pequeño libro en el que contaba cómo había sufrido dos procesos en su vida, el que le hizo la Gestapo en la segunda guerra mundial, y el que lo hizo el Santo Oficio en Roma. Y al anciano profesor aseguraba que le había resultado más soportable el proceso de la Gestapo que el del Santo Oficio.

Como también tengo delante de mí el “Diario de un teólgo”, que dejó escrito el más grande estudioso de la eclesiología, el profesor Y. Congar. En una carta a su anciana madre le decía: “Me han destruido prácticamente. En la medida de su capacidad, me han destruido….No han tocado mi cuerpo; en principio, no han tocado mi alma. Pero la persona de un hombre no se limita a su piel y a su alma.

Sobre todo, cuando ese hombre es un apóstol doctrinal, él es su actividad, es sus amigos, sus relaciones, es su irradiación normal. Todo esto se me ha retirado; se ha pisoteado todo ello, y se me ha herido profundamente. Se me ha reducido a nada y, consiguientemente, se me ha destruido. En ciertos momentos… soy presa de un inmenso desconsuelo” (p. 473-474).Al final de sus días, Congar fue nombrado cardenal por Juan Pablo II.

Lo más duro, en estas situaciones, es no saber exactamente lo que etá pasando y por qué está ocurriendo. Son muchos y excelentes los teólogos que han leído y releído tu libro sobre Jesús. Y no han encontrado en él nada que sea contrario o que ataque el dogma cristológico. Además, tú has corregido el libro siguiendo las indicaciones que te había dado la Conferencia Episcopal.

Tu libro ha encontrado más acogida que ningún otro libro de teología escrito en lengua castellana en los últimos tiempos. Y con todo eso, no contentos quienes te atacan desde la sede central del episcopado español, han mandado retirar el libro de las librerías, se dice además que también han mandado destruir los ejemplares que quedaban por ahí. ¿Qué quieren realmente? ¿Qué pretenden? Que lo digan claro, por favor. Que sean sinceros.

Es demasiado fuerte verse perseguido en cincunstancias así. En abril de 1988, a mí se me comunicó oralmente (jamás se me ha dado un papel escrito o firmado por alguien), que la Santa Sede me retiraba el permiso para seguir enseñando en la Facultad de Teología de Granada, donde yo era catedrático de Teología dogmática. Nunca he sabido, ni he podido saber, por qué se tomó aquella decisión.

Sólo sé que el entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal J. Ratzinger, junto con el cardenal Suquía y con el obispo don Fernando Sebastián, visitaron al entonces superior general de los jesuitas F. J. Kolvenbach. Aquella entrevista es la explicación de la dura medida que se tomó contra mí.

Ni sé los temas que allí se trataron, ni tuve, por tanto, posibilidad de defenderme. Después de aquello se me ha calumniado y se han dicho de mí cosas muy duras, por hombres que hoy ocupan cargos muy altos en la administración de la Iglesia.

Y ahora, además, habrá que quien me acuse de que me defiendo. Si, a mis 81 años, no puedo ni debo defenderme, ¿qué es entonces lo que se puede hacer en la Iglesia? Me defiendo porque son demasiados los que callan.

Porque en esta Iglesia hay demasiado miedo a decir en público lo que cada uno piensa, por más que lo que uno piensa esté dentro de la ortodoxia de la fe católica. El citado Y. Congar, un eminente teólogo y un excelente religioso dominco, decía en su “Diario”: “tengo miedo de que lo absoluto y la simplicidad de la obediencia me pueda llevar a una complicidad con el abominable régimen de denuncias seccretas que es la condición esencial del Santo Oficio, centro y clave de bóveda de todo lo demás” (p. 305).

Amigo José Antonio, sólo la fe en Jesús el Señor y el amor a la Iglesia nos van a sacar adelante. Pero esa fe y ese amor son un pan cuya levadura es la libertad del Evangelio.

Fuente Redes Cristianas

Otra vez contra los chicos! Por Guillermo “Quito” Mariani

Se trata de una especie de juego trágico. Hay gente que está esperando que un menor delinca que aprovechar el caso y transformarlo en postura política antioficialista. El “blumbergazo” ha estallado nuevamente. Y la oposición atribuye a un capricho de la presidenta, la negativa a disminuir la edad de imputabilidad.

Creo que es mantenimiento firme de una posición que coincide con la que hasta ahora se ha mantenido contra viento y marea, de evitar la represión de movimientos sociales reivindicatorios u opositores políticos. Pero además, me alegra de que sea una mujer la que, sabiendo lo que importan los hijos, se resista a la represión infantil en todas sus modalidades.

¿Acaso no existen institutos de menores para sacar de la calle a los realmente peligrosos? ¿Acaso no tenemos escuelas para educar a niños y adolescentes? ¿Acaso un menor encarcelado o torturado es una lección para quienes seducidos o utilizados por los mayores entran en ese círculo del que les resulta imposible liberarse y se presenta como el único recurso para saciar sus carencias? ¿Acaso es argumento válido que en otros países el régimen sea distinto? ¿Se ha hecho balance de cuáles son los países que tienen más alta la edad imputable? Algunos establecen el límite entre 12 y 18. Pero la mayoría entre 14 y 18 años, de modo que lo nuestro es correcto, también de acuerdo con las estadísticas. ¿Acaso no vale la pena mejorar la calidad de infraestructura, educacional y psicológica de los institutos de menores antes de mandarlos a la cárcel para que aprendan todas las mañas que no tienen? Se habla en el proyecto de ley que tiene media aprobación del senado, de institutos para rehabilitación, de moderación de los castigos, de acceso facilitado para la educación escolar y laboral… ¿y todo esto no es posible, sin disminuir la edad de imputabilidad? Todo lo demás, lo que ya existe y lo que la ley disponga que debe existir, ¿no seguirá por el mismo camino, porque no se dispone de los medios necesarios? Pareciera que nos estamos vengando en los chicos y adolescentes, de nuestros propios desaciertos. Desconocer que su violencia depende de nuestras violencias, desconocer que los estamos provocando constantemente tratándolos como incapaces de pensar, de opinar, de participar al menos en las cosas que a ellos les interesan y en las que, se quiera o no, están involucrados por no decir utilizados, todo eso es erróneo e injusto. Hay otros países en que la edad es menor que aquí. Pero ¿tienen también constancia de que allí ha disminuido realmente la delincuencia juvenil? Las tomas estudiantiles de establecimientos escolares a fines del 2010, fueron una campana de alerta para que se tome en cuenta seriamente a los adolescentes. Que dejen de ser objetos manejados y se transformen en sujetos de derechos y de acción constructiva de la sociedad. Ya se está insinuando el convencimiento de que las promesas que les hicieron los responsables, en cuanto a mejoramiento de la infraestructura de muchos edificios escolares y a la participación real en la discusión de la ley de educación, no se cumplieron sino mezquinamente y como una engañifa.

No tengo hijos propios pero me duele pensar en un chico delincuente acosado por la policía, maltratado en el camino, tirado en una prisión, con los ojos desmesuradamente abiertos al constatar la maldad de los adultos y la impotencia absoluta para defenderse. El delito de “portación de cara” que ya ha comenzado a ser realidad entre nosotros se va a extender a los adolescentes, y con los actos de injusticia o de error los traumatizaremos para siempre. Que sea necesaria un debate para la elaboración de una nueva protesta procesal juvenil nadie lo niega, pero que no adquiera esa lamentable característica de que la oposición está en contra sólo porque se trata de una propuesta oficial. Y ¡por favor! No hablemos más de los chicos como causantes calificados de la inseguridad social.

José Guillermo Mariani (pbro)

Beatificación de un Papa polémico y contradictorio. Por Somos Iglesia

El Papa Juan Pablo II, cuya beatificación se celebrará el 1 de mayo de 2011, fue un
Pontífice de grandes contradicciones. Su tragedia reside en la discrepancia entre su compromiso con la reforma y el diálogo en el mundo y su regreso al autoritarismo dentro de la Iglesia.
Su inclinación hacia el autoritarismo espiritual contribuyó a la mayor tragedia de su mandato como Papa: el abuso sexual de miles de niños en todo el mundo.
Apoyando a la jerarquía de la Iglesia por encima de las necesidades del pueblo, Juan Pablo II perpetuó un ambiente contaminado en el que a los sacerdotes se les permitió, a menudo repetidamente, el abuso sexual de los niños, manteniendo la conducta delictiva en secreto para la preservación de la imagen pública de un liderazgo sin tacha.
Tal vez una de las mejores evidencias de este hecho se ve en la fuerte relación de Juan Pablo II con la Legión de Cristo y de su fundador Marcial Maciel. Maciel ha siso acusado de décadas de graves abusos contra mujeres y jóvenes, muchos de los cuales quedaron ocultos, debido en parte a los estatutos de 1983, que Juan Pablo II aprobó para la orden religiosa de Maciel, los cuales exigían secreto y prohibían la crítica de su fundador.
Fue la misma necesidad de Juan Pablo II de un control jerárquico la que también condujo a la contención de la teología, con un hiriente impacto en la vida de los pueblos. Su intento de desacreditar a la teología de liberación dejó a miles de personas que trabajaban por la liberación sin el pleno apoyo teológico y eclesial que se merecían, mientras que sufrían bajo regímenes políticos brutales.
El autoritarismo espiritual también se hizo patente en el intento de Juan Pablo II de suprimir el discurso sobre la igualdad de género que, a su vez, privó el mundo católico de las aportaciones que la mujeres traerían al liderazgo de Iglesia. Su postura contra las lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales (LGBT) lo coloca en complicidad con Iglesias locales y gobiernos que siguen negando la igualdad civil y moral de las personas LGBT. Además, sus repetidas condenas al empleo del condón complicaron la opción moral de millones de personas en el mundo entero que intentaban prevenir la extensión de VIH/SIDA y promover la salud sexual.
El Movimiento Internacional Somos Iglesia cree que la beatificación y canonización en última instancia, no debe medirse por el hecho de si un “milagro” se puede atribuir a una persona en particular, sino más bien, por la constatar si la vida de alguien encarna verdaderamente los valores de Cristo, que busca, no el poder, pero sí el bienestar del pueblo de Dios.
Antecedentes:
El Movimiento Internacional Somos Iglesia, fundado en Roma en 1996, tiene miembros en más de veinte países en todos los continentes y ha establecido una red por todo el mundo con grupos de reforma de similar pensamiento.

Somos Iglesia es un movimiento internacional dentro de la Iglesia Católica Romana y apunta a la renovación sobre la base del Concilio Vaticano II (1962-1965). Somos Iglesia comenzó en Austria en 1995 con un manifiesto de personas católicas, como respuesta al escándalo de pedofilía del antiguo Cardenal de Viena/Austria, Hans-Hermann Groer.