Hilando fino. Por Guillermo “Quito” Mariani

Los entretelones del poder son siempre conflictuados. Casi imperceptiblemente los que tienen la experiencia de crecimiento cuantitativo o intenso en el aprecio de la gente, comienzan a medir las posibilidades de superar. aun dentro de un acuerdo básico de principios y objetivos, a quienes disponen de otros espacios de poder.

El sindicalismo unificado por Perón en la CGT se convirtió en la expresión más fuerte de reivindicación de los derechos de los trabajadores, Cada uno de los dirigentes cegetistas, desde la secretaría general  por elección, jugó un papel preponderante, con alguna frecuencia utilizado para intereses personales.

Hugo Moyano en su convocatoria de la cancha de Huracán, bajo la lluvia y con un discurso encendido, presentó su renuncia a los cargos en el justicialismo provincial y nacional con una adjetivo descalificante para ambos. (cáscara) Pero su principal embestida fue contra las palabras de la sra. presidenta en la asunción del poder el sábado diez, referidas  a la moderación necesaria, en un momento en que la crisis mundial nos amenaza y hay que tener mucha flexibilidad de maniobra, para la exigencia de mayor justicia social y mayor protagonismo sindical mediante paros y huelgas que paralizan y corren peligro de arrasar con logros sociales importantes.

Siempre detrás de los reclamos está la cuestión de los salarios y las obras sociales. Diríamos que son a la vez los caballitos de batalla más utilizados para justificar las acciones de reclamo que tienen posibilidades de mayor convocatoria. Pareciera que las paritarias abiertas siguen siendo el modo eficaz de concertación que, aunque siempre contarán con la mezquindad de los empresarios, siempre lograrán también a la vez que la conservación de las fuentes de trabajo, algunas de las ventajas solicitadas. Sin embargo la propuesta ley de participación de las ganancias, descartada por la presidenta en su discurso, no resulta de trámite tan fácil y con resultados positivos en el momento presente, en que se están logrando acuerdos sobre leyes muy importantes, como la del papel prensa , la extranjerización de la tierra , el control del lavado de dinero y el nuevo estatuto del peón rural.

En cuanto a los salarios que, no pueden dejar de modificarse con los avances de la inflación o del costo de la vida, la lucha en las paritarias puede resultar incluso más eficaz que la propuesta y discusión de una ley.

Ni qué hablar de las obras sociales a las que habría que purificar de toda sospecha de irregularidad, al igual que todas las oficiales, para que el Estado cumpliera con su misión de aporte y servicio a la salud de la población.

Poder y dinero se juegan en un trasfondo que nadie ignora y en el que los protagonistas, gobierno y sindicalismo, producen tensiones que se agravan en determinados momentos, amenazando con rupturas que siempre dañan de alguna manera a los posibles beneficiarios.

Leave a Reply