Querida Comunidad
Hemos caminado juntos muchos años, hemos compartido, reflexionado, crecido, aprehendido… y ahora parecemos extraños, peor aún, profundamente enfrentados.
En años de parroquia aprendimos a defender y amar la Vida, aprendimos que ser cristiano es ser profundamente humanos… aprendimos la importancia de valorarnos y valorar la persona de los otros… aprendimos a cuidar y defender la dignidad de todo ser humano, sobre todo de los empobrecidos, desde el Evangelio de Jesús, el Vaticano II, Medellín… así fuimos construyendo nuestra Iglesia de San Cayetano junto a Renacimiento y San Andrés…dedicando horas y horas de nuestras vidas, incluso en más de una oportunidad postergando a la propia familia o realidades personales. Una Iglesia Servicial, bien distinta de la Iglesia Imperial, de la Iglesia Monárquica que Juan XXIII quiso renovar cuando abría el Concilio hace 50 años atrás… cuando pedía “abrir las ventanas para que pudiera entrar el Espíritu”
Hoy vemos con tristeza, con una profunda conmoción interior y preocupación que en nuestra Parroquia los miedos nos volvieron atrapar… las ventanas se vuelven a cerrar… la Institución Imperial nos alcanzó… y se quiere volver atrás, a la Iglesia Monarquía, a la Iglesia del miedo, de la obediencia, del sacramentalismo, la Iglesia que sobrepone la Institución por encima del Evangelio… tal como nos dijera el P. Néstor, días atrás “y si, muchas veces, la Institución Iglesia está por encima de Jesús”
Vemos también con mucho dolor que este modo de ser Iglesia que se quiere imponer en nuestros barrios está asfixiando nuestros valores humanos básicos, las comunidades de catequistas de San Andrés y de Renacimiento nos agredieron, nos ofendieron, nos maltrataron con el pretexto de defender (o imponer) una línea de trabajo catequístico ¿esa es la línea que quieren, la que se impone con la prepotencia y el autoritarismo, la que tiene la soberbia de creerse que sabe más que los que estudiaron y estudiaron muchísimos años de su vida?
Estamos muy dolidos e indignados con algunos miembros de las Capillas que hoy se levantan soberbios, pretendiendo dar cátedra cuando históricamente jamás han sido capaces de pararse en sus propios pies… siempre han caminado en los brazos de las Hnas, Capuchinas… siempre han mirado con sus ojos y demuestran no ser capaces de crecer, de independizarse con sus propios criterios…si hasta les hemos escuchado decir “mamá Ceci”, “tenemos miedo que se lleven a nuestra mamá”
Vemos con mucho dolor a muchos agentes de pastoral de Altamira que jamás entendieron ni quisieron entender el mensaje de la Libertad… ellos solo quieren la obsecuencia del Poder… solo quieren una parroquia tranquila que se dedique a obedecer órdenes sin chistar… una parroquia de ritos vacíos… a ellos les decimos ésa no es la Iglesia que nos propuso Jesús.
Por otro lado ¿porqué nos usaron un año entero para recién ahora hacer estos planteos sabiendo sus consecuencias?
Viviendo esto con mucha angustia, este querer volver atrás, a la Iglesia de ritualismos muertos y estériles… donde se nos quiere imponer un modelo de catequesis que no compartimos, que no prepara para la vida… porque no se respeta nuestro catecismo… porque se nos quiere controlar… porque quieren que enseñemos dentro de una Iglesia con la que no comulgamos… y porque somos coherentes con nuestro sentir y pensar… y porque somos capaces de pensar y decidir por nosotros mismos, les decimos a todos que dejamos nuestra tarea catequística en esta parroquia.
No nos sorprende este nuevo capítulo de una Iglesia que de la mano de Benedicto XVI dá pasos agigantados hacia el pasado.
Nosotros como equipo de catequistas, viendo que se están cerrando cada vez más, que no quieren oír el mensaje del Nazareno, sacudimos el polvo de nuestros zapatos y nos retiramos, con dolor pero con firmeza. Respetamos lo que cada uno pueda opinar, pero antes que nada nos respetamos a nosotros mismos y defendemos nuestra dignidad.
Cuaresma 2012