El Amigo Esperanza. Por Guillermo “Quito” Mariani

Voy a utilizar una letra con sentido pascual de uno de los cantos de La Cripta que organicé como poema hace ya mucho tiempo. Su título es “El Amigo Esperanza”

Ayer murió un amigo de los que dan la vida por el otro

Jesús había dicho “no hay mayor amor que dar la vida por sus amigos”, y a través de la historia hubo hombres y mujeres que dieron este sentido a su vida: ofrecerla por sus amigos. O en sustitución de sus personas o en entrega generosa para salvar su dignidad y sus derechos.

De los que al irse quedan, como queda la brasa en el rescoldo

Un “quedarse espiritual, interior” tan fuerte e influyente como una presencia, con lo mejor de su vida. Como brasa encendida bajo las cenizas de la ausencia física, que con sólo acercarle un papelito vuelve a ser llama.

Manantial escondido, luz envuelta en la noche de la espera, semilla pisoteada, seno fecundo de inquietud materna

Como tantos manantiales perdidos en nuestras sierras, como el sol esperando librarse de la noche, como la semilla enterrada y sufriente, como el vientre en el tiempo de espera de la gestación. El sepulcro: manantial, noche, semilla enterrada, vientre en gestación.

Hoy, el agua ha saltado, la noche ha vuelto a hacerse madrugada, la semilla ya es brote, de las cenizas resurgió la llama

Un día el manantial rompe la tierra. La noche es vencida por el amanecer, la semilla se convierte en planta, la brasa vuelve a ser llama Sucede todos los días. Lo vemos suceder y no nos admiramos. Resurge con una realidad nueva lo que fue y pareció dejar de ser.

Cristo ha resucitado! Un sepulcro vacío es la sospecha de la incrédula historia

Un sepulcro vacío es un pobre e insuficiente argumento para hablar de resurrección. Y la historia con visión a la vez de sentido común y crítica, se niega a admitir la resurrección corporal. Ni es argumento suficiente la multiplicidad de visiones de los discípulos que con muchas diferencias en las descripciones tratan de asegurar una presencia física cargada de misterio.

Y un mundo lleno de él, es la evidencia!

Éste es el verdadero argumento. Su presencia, una nueva presencia, llena el mundo. Iluminándolo con una esperanza que da sentido y ponderación a la vida de cada ser humano con la evocación de la vigencia de los valores del amor y la fraternidad que abarcan plenamente su dimensión en la creación. Una presencia que inquieta, que exige, que alienta y has molesta hasta la indignación a quienes pisotean los valores humanos abarcados por el amor y la fraternidad.

El pan que se comparte, el amor que se da sin diferencias, el llanto y la pobreza, revelan en misterio su presencia

La inclusión social que rechaza las múltiples marginaciones, la igualización de derechos y oportunidades, que se encaminan constantemente a remediar el llanto y la pobreza son para quienes quieren ver, escuchar y mejorar la realidad, el modo de vivir el testimonio de esa presencia.

Su voz ya no se calla, mientras haya opresión y sufrimiento, aunque el poder y el miedo tramen conjuras por lograr silencio

Las voces que hacen escuchar los derechos de los que no tienen voz, la de los que denuncian las injusticias y opresiones y son por eso perseguidos y condenados, la de los que resisten desde la paz y la energía que destapa hipocresías. Son la voz resucitada del Jesús arrojando a los mercaderes, calificando a los fariseos como raza de víboras y sepulcros blanqueados, proclamando la dignidad de los que luchan por la justicia.

PASCUA ES UN GRITO INMENSO QUE TRASPASA LA HISTORIA DE ESPERANZA

EL HOMBRE NO ES SILENCIO! LA MUERTE HA SUCUMBIDO A LA PALABRA!

Éste es el sentido de la Pascua: un grito de esperanza traspasando la historia, al afirmar que el ser humano no es en definitiva el silencio de la muerte.

Que la palabra, la comunicación con la humanidad y el origen de todo sigue siendo la palabra triunfadora!

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