Ser político, hacer política, comprometerse en política. Por Guillermo “Quito” Mariani

A propósito de la presentación de mi último libro “Iglesia y política sin tapujos” (Argentina 2009 a 2011), me ha tocado escuchar diversos juicios e inquietudes. ¿Pueden los curas meterse en política? ¿Por qué sus juicios políticos en el libro se inclinan a la defensa del gobierno actual? ¿No es mejor dejar la política a los políticos? ¿Ud. cree que la Iglesia tiene algo que ver con la política o es que siempre debe permanecer alerta para que los gobiernos no lesionen sus intereses que son los intereses de Dios? ¿No es aplicable la instrucción de Jesús de dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios?

Otros, por supuesto me han agradecido todos los esfuerzos de imparcialidad partidista y la defensa de acciones tendientes al bien común, sí como el señalamiento de opiniones o realizaciones sin ningún resultado beneficioso para la sociedad.

Pero quiero en esta ocasión responder a las preguntas que encierran objeciones.

Lo de “meterse en política” puede tener varias acepciones.

1ra) siempre nuestras acciones y opiniones, emitidas o calladas, comprometidas o indiferentes, son “políticas” es decir, hacen bien o mal, están de un lado o de otro.

2da) Todo integrante de una sociedad de cualquier nivel tiene que interesarse por descubrir,  para fomentar o rechazar soluciones, las necesidades reales y las legítimas aspiraciones personales y sociales.

3ra)las organizaciones o partidos políticos reúnen a gente que tiene idéntica o parecida visión sobre los problemas que se presentan a una sociedad concreta en momentos históricos concretos. Es absolutamente beneficiosa esta reunión y junto con eso la intervención concreta para aportar las soluciones  vislumbradas. La eficacia de ese aporte depende por lo general del logro de acceder al poder o gobierno de esa sociedad.

4ta) La visión cristiana de la realidad no importa otra cosa que descubrir desde la buena noticia, de Jesús de Nazaret, el evangelio de (que no es lo mismo  que la Iglesia, y que a pesar de sus definiciones tan claras en el proceder concreto, deben ser sometidas a crítica en cuanto a interpretaciones literales de juicios o conceptos)  descubrir “los signos de los tiempos”, el pensar y el accionar humano beneficioso para la realización y felicidad del hombre en sociedad. no es la de un partido que busca el poder, sino la de quienes se disponen a contribuir con el bien común. Lo inadmisible en un cristiano es que quiera convertir su colaboración en una exigencia religiosa, sagrada y así influir en los demás. (No hay mucha diferencia con la misión de los medios de información ¿deben intervenir en política? Sí! ¿ Deben aprovechar su influencia para no dejar pensar a los ciudadanos e imponerles una visión político partidista? No!)

De todo esto, se siguen varias respuestas. 

¿pueden los curas…? Sí, ayudando a descubrir por dónde pasan los signos de un tiempo determinado y comprometiéndose con su aprovechamiento. 

¿por qué sus juicios…? Porque para mí es evidente que se han dado realizaciones y proyectos encaminados al bien y a los requerimientos sociales más importantes.  

¿no es mejor dejar…? dadas las experiencias, con frecuencia los políticos no lo son en verdad, porque ni saben, ni se preocupan de la verdaderas necesidades sociales y son utilizados para fomentar intereses contrarios al bien común. La democracia tiene que contar con gente que pueda independizarse de las normas de los partidos que buscan el poder.

¿ud. cree que la Iglesia…? Como institución humana la Iglesia defiende intereses determinados de poder y dinero y sólo a veces es defensora de valores profundamente humanos y cristianos. Nada que ver con que sus intereses sean “intereses de Dios”.

¿no tiene entonces vigencia “dar al césar…”? No en la manera tradicional de interpretación. Porque no es que algo sea de la política y algo de Dios. Todo es de Dios y el cuidado debe ser puesto en que lo que es primero para el Dios de Jesús, que son los derechos del ser humano, deban ser respetados y defendidos.

SÍ A LA VIDA! Por Guillermo “Quito” Mariani

Aunque se cuide bastante señalarlo, la iglesia católica y sus seguidores “archifieles” por no llamarlos fanáticos, son los que presentan una posición más agresiva en contra de la despenalización del aborto. La ley que comenzó a discutirse en Diputados y fue frenada inesperadamente no pudiendo pasar a la Comisión de Familia, deberá superar otros obstáculos y posiblemente se postergue su tratamiento hasta el próximo período legislativo. No obstante, ya ese primer paso, de iniciar las deliberaciones, enfurece a quienes sostienen que de eso  no hay que hablar porque es decirle ¡ NO! A LA VIDA.

Por eso en esta segunda reflexión  voy a señalar simplemente cómo y por qué la iglesia católica oficial es cómplice de la proliferación irrefrenable de abortos.

1ro. Siempre se negó y se niega pertinazmente a una educación sexual completa y precoz. Aguer calificó la experiencia en un colegio secundario como incitación a la promiscuidad.

2do. Tradicionalmente ha demonizado el sexo, condenando en sí mismo el placer sexual a no ser que cargue con la  obligación de un hijo (los que Dios manda)

3ro. hablando por un lado, de paternidad responsable, ha condenado explícitamente durante mucho tiempo todo proceder anticonceptivo, Recién a comienzos del siglo pasado admitió la regulación por la continencia periódica  presentada como ley natural aunque es lo más artificial y antinatural puesto que decreta la falta de espontaneidad del acto sexual que tiene que ser regido por el almanaque.

4to. Olvidando absolutamente a las madres que mueren por abortos clandestinos y calificando esas muertes como castigo de su pecado

5to. Rechazando obstinadamente las investigaciones científicas que admiten casi unánimemente un período (de 14 primeros días, antes de la aparición de la cresta primitiva) en que seguramente hay una vida pero no todavía una vida humana, y la discusión vigente con argumentos muy serios, de que esto no es seguro hasta las doce semanas.

6to, Admitiendo todavía en labios y libros tradicionales que los padres engendran sólo lo corporal y el alma la infunde Dios. Nunca hubo acuerdo sobre cuándo se daba esta infusión del alma que constituiría al ser humano.

7mo. Usando para negar el bautismo de los niños, el argumento de que los padres no estén casados por iglesia. Con lo cual afirman, sin decirlo expresamente, que esos niños no son hijos de Dios, porque el bautismo es nada más que eso, la celebración de que todos somos hijos de Dios. Así los marginan de toda posibilidad  de la salvación en que dicen creer.

8vo.-Porque para usar el argumento  esgrimido de “Sí a la vida” esta iglesia carece de autoridad histórica ya que ha sido cómplice por acción o silencio, de torturas, muertes y desapariciones de los considerados culpables por la represión dictatorial y también de muchos inocentes. El “ SI A LA VIDA” en algunas oportunidades y el “NO A LA VIDA” en otras, es hipocresía.

9no. Animando la resistencia de profesionales y jueces, con la posibilidad de objeción de conciencia para cumplir con  la ley referida a la concepción por violación, la iglesia ha hecho postergar el tiempo de la expulsión  hasta que se convirtiera en eliminación de una vida humana

10mo. Provocando que los padres que descubrían a sus hijas embarazadas antes del matrimonio las expulsaran de la familia y consideraran que hubiera sido mejor que se murieran a que quedaran “deshonradas”

Muchos abortos y muertes se deben indudablemente, a estos principios y conductas severamente inculcados

Cuestión de vida o muerte. Por Guillermo “Quito” Mariani

El debate ya iniciado y frenado en la cámara de diputados sobre la nueva ley del aborto, es un paso largamente esperado para remediar ese mal en aumento que son los abortos, con una cantidad de consecuencias perjudiciales para las personas, la familia y la sociedad.

Hay quienes no admiten ni siquiera proponer el debate. Para ellos el aborto es delito grave contra el hombre y contra Dios, y debe ser penalizado consecuentemente en esta vida y en la otra.

Y se plantea entonces, como publicidad para impresionar y alarmar, una falsa disyuntiva. NO AL ABORTO! SI A LA VIDA!

El NO absoluto al aborto, que consistiría en que ipso facto (por algún decreto divino de necesidad y urgencia) quedaran suprimidos todos los abortos, es imposible de lograr.

La represión, la penalización, la recomendación de abstinencia sexual, no han tenido ni tendrán éxito. El número sigue creciendo.

La disyuntiva que se presenta entonces, es:

¿Dejamos que se sigan multiplicando los abortos, siempre traumáticos para quienes lo viven y su entorno? ¿O hacemos un esfuerzo real para disminuir el número de abortos y sus consecuencias fatales? Porque en muchas oportunidades acaban  con dos vidas inocentes (la del feto y la de la madre que muere precisamente como tal).

Lo que se pretende entonces desde el sector que opina a favor de la legislación y despenalización es: disminuir las muertes de niños antes de nacer y de madres, como consecuencia de serlo.

Y para eso se propone cambiar el criterio represivo y discriminante (los ricos sí, los pobres no) mantenido hasta ahora, que no ha logrado otro efecto que multiplicar los abortos y sus secuelas trágicas. Que remedios se proponen?

1ro.- despenalizar. Quitando al aborto la condición de lo clandestino, para que la decisión de realizarlo pueda ser motivo de consulta; para que se proceda rápidamente en el caso del hijo no deseado interrumpiendo el proceso y no una vida humana; para que esté al alcance de todos acceder a métodos modernos, asépticos y gratuitos.

2do.- Legislar sobre las condiciones de máximo y mínimo que deben brindar los centros de salud, el estado y la sociedad frente a las diversas  circunstancias que inducen a este proceder, en cuánto a quiénes, cómo, cuando, impulsados por qué situaciones, con qué posibilidades de asesoramiento y propuestas de soluciones,

3ro.- Destrabar las objeciones de cualquier origen que estén impidiendo una educación sexual precoz y completa en todos los ambiente educativos sobre todo lo referido a la sexualidad y su ejercicio natural y responsable.

4to.- determinar claramente los casos especiales, más allá del tiempo acordado en la ley, ((los 14 dias cuentan con casi unanimidad científica, no así las 12 semanas)con asesoramiento de especialistas, para que pueda elegirse, entre dos vidas en peligro, la  que tenga más probabilidades de supervivencia. O para que al menos puedan disminuirse las consecuencias desfavorables de una libre y motivada elección.

 No pareciera que a esta propuesta pudiera ser objetada razonablemente desde el punto de vista ético. Sin embargo hay una agresiva condenación hasta sobre la posibilidad de debatirlo. Y detrás de eso,  está dictando entre bambalinas, la Iglesia institucional, sobre la que hablo en la reflexión siguiente.

A comenzar de nuevo. Por Guillermo “Quito” Mariani

Ya está definido el panorama. La situación de los medios, especialmente televisivos, sobrecargados de repeticiones de slogans políticos, todos con seguridades de triunfo o de lograr papel muy importante en el gobierno elegido por las urnas del 23, nos trae a todos un suspiro de alivio. La disposición legal que obliga a ceder espacios a todos los partidos políticos se vuelve psicológicamente hartante cuando pasas de un canal a otro y es imposible liberarte del discurso que ya escuchaste diez veces y repite las mismas cosas que, a fuerza de reiterar sin límites ni variantes, se espera que penetren en la inteligencia y la decisión de todos, como si se tratara de verdades.

El silencio relativo de la “veda” fue ya un alivio. Pero la veda debería abarcar toda una semana al menos, para otorgar serenidad de pensamiento personal o grupal en orden a definir el voto responsable sin ser agredido por mensajes de lo más desabridos. Hay que notar que en varios países eso que nosotros llamamos campaña electoral no puede durar más de dos o tres meses y algunos sólo 15 días. En algunos lugares en lugar de veda electoral, se habla de “jornada de reflexión”.

Así se evita este verdadero atosigamiento que causa esa publicidad que acaba por ser manejada sin ninguna creatividad, de modo que, como toda repetición monocorde, aburre en lugar de divertir y desinforma en lugar de informar.

Ahora ya está  definido el panorama. Corresponde  a cada uno ubicarse en el lugar que asignado, para cumplir con el mandato de la mayoría que se ha pronunciado claramente. Eso demanda tiempo. Tiempo para curar heridas, para reconocer errores, para elaborar un oposición racional y honesta, para curar ambiciones personales, para tomar en serio, en una palabra, la responsabilidad social que las urnas han señalado a cada uno.

Pero ya ha comenzado la campaña hecha de seguridades de futuros triunfos, advertencia de peligros para la democracia, promesas renovadoras y de honestidad absoluta, para el 2015.

Lo racional, una vez cumplido el acto central de la democracia representativa, sería recuperar la tranquilidad. Mostrar que en consonancia o en disonancia con los elegidos cada uno y cada sector está dispuesto a trabajar por el bien común.

Convencerse de que el modo legítimo y democrático de reunir votos es el trabajo que cada partido hace en bien de la comunidad en todo el plazo mediante entre una y otra elección. Cuatro años son mucho tiempo y hay mucho para planear, además de corregir, criticar negativamente o mejorar las realizaciones y proyectos del gobierno, tanto en los ámbitos provinciales como en el nacional.

El gobierno nacional no reconoce haber propuesto de ninguna manera una reforma constitucional tendiente a posibilitar una rerelección de Cristina. Y sin embargo una de las críticas más  mordaces de algunos opositores se basa en esa afirmación inventada para rechazarla. Lo que sí constituye una responsabilidad del  kirchnerismo en general, es la visualización de personas con las cualidades y la claridad del proyecto oficial para reemplazar al actual equipo en el 2015.

Lo demás, si se continúa el estilo que caracterizó las actuales campañas, deberá reducirse a juntar mucho dinero para volcarlo en la publicidad abundante y conflictiva, que, indudablemente, recoge algunos frutos. Pero eso no es democracia.

Una presencia, dos realidades. Por Guillermo “Quito” Mariani

Los “indignados” están por todas partes. Llenando los espacios  de la Puerta  del Sol y también negándose a terminar con la toma de la catedral de San  Pablo en Londres, pasando por más de 700 capitales y ciudades importantes, abarcadas por este fenómeno de las protestas juveniles, contra la alteración impune de los valores más importantes de la sociedad, que tiene como responsables a los banqueros y políticos del sistema.

A nuestro lado, en la nación hermana, los universitarios y secundarios acompañados por gran parte del pueblo y con la bandera de “la educación para todos” no cesan en sus movilizaciones. Están hiriendo el talón de Aquiles del capitalismo liberal que, para imponerse globalmente, ha debido recurrir a todos los medios, como la represión y las dictaduras  de derecha,  tratando de impedir que la gente “piense” con libertad y acierto. Porque la racionalidad es su peor enemigo.

Se multiplican las reuniones y las consultas a nivel internacional para ayudarse a solucionar este tembladeral, originado no sólo por la descomunal crisis financiera sino porque esa circunstancia ha destapado, sin ninguna delicadeza, las falencias del capitalismo y su manera progresiva y agresiva de imponerse en el mundo.

Es indudable que los recursos para desvirtuar los valores realmente democráticos, han sido variadísimos y eficaces. Ningún reparo en arrasar culturas, aludiendo a terrorismos como en el caso de Irak, ni a inventar conspiraciones como en el de Irán, ni mucho menos en la apariencia cruel de restablecer “su” democracia como en Libia, matando impunemente a civiles de todas las edades y asesinando e un líder carismático como Kadhafi, con ensañamiento que infunda temor a quienes pretendan en el futuro negarse a la entrega de sus tierras, su petróleo y su oro. Quieren, indudablemente, dar un aviso atemorizante. Y ojalá que no sea también un anuncio de los planes que se alimentan para más adelante, con respecto a las riquezas naturales de los países más cercanos, en los que ya tienen establecidas sus bases, que aparentan ayudar a la explotación de las riquezas locales, cuando la verdad es que las roban, con la complicidad de muchos de los de adentro.

Pero los ya millones de jóvenes que llenan las calles de los países más poderosos

y sus reclamos irrefutables no les  dejarán reposar los oídos, ni los bolsillos.

Y aquí, ya no al lado, sino entre nosotros, como una continuidad, pero por otro camino, la avalancha optimista de una juventud no de indignados sino de entusiasta aprobación de un proyecto nacional, que a pesar de imperfecciones y lentitud, inevitables por las fuertes resistencias, va avanzando con soluciones, admiradas incluso por muchos  países y organismos internacionales.

Una juventud que, con toda la fuerza que puede tener la indignación frente a lo que se descubre como injusticia social excluyente, se entusiasma, grita y baila aclamando los logros y las esperanzas puestas en el futuro para un proyecto en el que ya se han dado pasos gigantescos, hacia la justicia, la inclusión igualitaria y la restauración parcial de los derechos de los más pobres. Es la particularidad actual de la juventud argentina.

Promesas, descrédito, maniobras engañosas de los medios y las corporaciones, no han sido suficientes para detener la fuerza arrolladora de esta generación que ya aprendió a descubrir el engaño y la mentira de las promesas y las críticas desestabilizantes y a creer en las realizaciones paulatinas y concretas de los grandes objetivos del bien común.

Resistencia y paso atrás. Por Guillermo “Quito” Mariani

Creo que las dos realidades enunciadas en este título son ejemplarizadoras. La resistencia de los pueblos indígenas amazónicos, en una  caminata comenzada en Trinidad el 15 de Agosto incluyendo familias completas, con el objetivo que el gobierno de Evo Morales volviera atrás con el proyecto de construcción de una carretera atravesando el TIPNIS. La sigla significa territorio indígena parque nacional Isíboro- Sícore, nombre de dos ríos que atraviesan la región.

Sesenta y seis días de caminata ininterrumpida para llegar a La Paz, sede del palacio del Quemado y residencia presidencial. El primer intento fue apersonarse allí antes de las elecciones judiciales. En ellas los votos favorables fueron de un 40% y los en  blanco o inexistentes llegaron al 60%. Primera disminución notable eleccionaria para Evo Morales. Postergaron la llegada, por dos motivos: para que no fuera utilizada políticamente, desvirtuando el objetivo principal que era detener la construcción de la carretera; y a causa de haber sufrido una violenta represión policial en el paraje de Yucumbo el 25 de setiembre para detenerlos. Como resultado de ese ataque, perpetrado en el momento en que todos estaban iniciando la frugal cena  con sus comidas típicas y de camino, resultó muerto un niño, más de 30 indígenas desaparecidos en la selva y 150 heridos.

Aunque Morales negó haber ordenado la acción policial, oficiales de alto rango fueron dados de baja por este proceder, que indignó a los aguerridos caminantes, que retrasaron pero no desistieron de su marcha hacia La Paz, atravesando alturas de hasta 4.000 metros. Finalmente el Jueves 20 llegaron y fueron recibidos y aclamados por millares  de personas que  colapsaron el centro de la ciudad hasta impedir que se realizara la programada ceremonia religiosa de recepción.

Habían recorrido  650 kilómetros, llevando a los heridos y ancianos en ambulancias. Su declaración a los medios fue que estaban decididos a no abandonar la ciudad, hasta que no se satisficieran sus pedidos de audiencia con el presidente para obtener la supresión definitiva del proyecto de la carretera que atravesaría  su territorio con la consiguiente contaminación ambiental y la incidencia en su estilo de vida. Y, al mismo tiempo, exigir severa investigación de los que ordenaron la violenta represión de Yucumbo.

La aceptación de Evo Morales y su Legislatura de la construcción de la carretera que uniera el altiplano y oriente  por  contrato con la Empresa brasilera OAS, no era novedad en la historia boliviana. Ya desde 1914, uno de los barones del estaño, llamado Patiño había proyectado un ferrocarril que atravesara desde Cochabamba hasta el TIPNIS. Circunstancias políticas de aquel momento impidieron que los planes pasaran de los papeles a la obra, que iba a ser realizada por una empresa alemana. La facilitación del pase de la producción cocalera y  cerealera en general uniendo esas distancias que prácticamente dividen a Bolivia en dos partes, no sólo geográfica sino también ideológicamente, constituía un recurso progresista para ese país, siempre cercado por la pobreza gracias a su aislamiento portuario y las dificultades de transporte provocadas por lo accidentado del terreno. La decisión gubernamental se apoyaba en razones valederas económicamente. Pero la tierra empujó a sus “dueños”, los nativos indígenas , a defender su selva, su salud y su estilo de vida, arriesgándose a una caminata heroica que logró finalmente de la sabiduría y sensibilidad de Morales la ley que ordena suspender la construcción  de la carretera prefiriendo una vez más al hombre por sobre el capital. Y al reclamo indígena por encima de las dificultades económicas.

Insignificancias. Por Guillermo “Quito” Mariani

Hay personas y grupos que, a veces, repentinamente, se dan cuenta que son insignificantes, que no tienen peso social, que no están haciendo o no han hecho nada en la vida. Con frecuencia esto puede ser indicio de un cuadro depresivo o de falta de autoestima y, cuando se trata de grupo, de divergencias calladas que crecen en silencio y finalmente ahogan.

Pero otras veces se trata de que algún acontecimiento inesperado desnuda de apariencias, y se descubre una realidad insignificante. Caben diversas reacciones en estos casos. La más eficaz consiste en aceptar la disminución experimentada y buscar remediarla fijándose alrededor para encontrar solidaridad y ayuda, al menos compañía, para fortalecer cualquier acción encaminada a devolverle sentido a la vida y autovalorarse como grupo o persona, emprendiendo una tarea común, o compartiendo la lucha por una causa noble.

Lo peor consiste en arrojar culpas alrededor, sin respeto a la objetividad ni al factor humano, porque esta actitud aliena de la realidad y no puede conducir nada  más que a nuevos errores decepcionantes. Cuando este proceder se adopta metódicamente, obstaculiza esa inagotable posibilidad de rehabilitación que tenemos los seres humanos, y la inseguridad e insatisfacción personal se desquitan buscando enemigos. El resultado es que esta conducta, irremediablemente, aumenta la sensación de soledad y falta de sentido.

El acontecimiento, para muchos inesperado en base a fuertes y empeñosas influencias mediáticas, fue el resultado de las elecciones primarias. Quedaron objetivamente sumidos en la insignificancia todos los partidos de la oposición. Algunos de sus dirigentes, en primera instancia, golpeados hasta perder su capacidad para reaccionar, recurrieron al argumento del fraude, de la trampa o también a la humildad de reconocerse rechazados por las mayorías en las que les habían hecho confiar los medios. Y entraron en el desprecio de esas mayorías. En el descreimiento de la democracia. En la descalificación de la gente, de ese pueblo que se manifestó con fuerza insospechada.

¿Cuál fue la reacción, pasado el primer machucón? Culpar a otros. Y lo peor, culparse entre ellos.  Cada uno atribuyó la situación, no a sus propias falencias sino a los errores cometidos por los otros.  Muchos resolvieron cambiar de táctica, de la moderación a la exaltación en posiciones y discursos desgañitados, del reconocimiento de la ineficacia de actitudes destructivas al anuncio tremendista del peligro de la democracia y la estrategia de lograr un Congreso opositor que logre anular las posibilidades de un gobierno aceptable, con un proyecto de aprobación popular.

Y así se produjo eso que en  uno de los capítulos de mi último libro “Iglesia y política sin tapujos” (desde el 2009 al 2011) anunciaba allá por  febrero del 2010 con el tñitulo: “problema grave ¡no hay oposición!”

La gravedad consistía en que, habiendo muchos opositores al gobierno, como se expresaba en multitud de manifestaciones públicas y privadas, no hubiera una oposición organizada, con un programa definido para contrarrestar o mejorar el del oficialismo. Porque  eso altera el equilibrio del juego democrático. Desaparece la bandera de peligro en los caminos equivocados que se toman  o se insinúan. Se multiplican las ofensas personales  descalificantes y se induce a la crítica  de detalles insignificantes que  nada tienen que ver con las decisiones importantes para el bien común.

La solución tan simple de que hay que unirse en base a las coincidencias, para salir de la insignificancia, se cambió por la complicada de mostrarse de nuevo fuertes y capaces de una transformación total en contra de la ineficiencia de los demás. Y es casi vergonzosa la descalificación que produce, de todo lo que no sea el propio sector.

Es una lástima que se haya recurrido a esta reacción que no resulta provechosa para nadie.  Y además, que los hará seguir siendo insignificantes.

Personas o grupos que de repente se dan cuenta que son insignificantes. Que no tienen peso social, que no han realizado nada valioso en la vida. Puede tratarse de un estado depresivo, falta de autoestima, descalificación del medio y con grupos, divergencias calladas que crecen en silencio y ahogan.

Diversas reacciones: la más eficaz: examinar causas reconocer errores y unirse a  otro para clarificar la visión y cambiar d proceder.

La peor arrojar culpas alrededor, señalar defectos de otros, agredir con ínfulas de superioridad descalificando a los demás.

El acontecimiento que convirtió  en insignificantes las propuestas políticas de muchos partidos fue el de las elecciones primarias-

Sorprendidos por el golparrón algunos reconocieron su insignificancia. Pero pasado el primer momento recurrieron a culpar  otros y a erigirse en la única opción desacreditando a los de adentro y  los de fuera. Febrero de 2010 “un problema grave. No hay oposición.  No hay acuerdos con superación de ambiciones personales.Para superar o mejorar los proyectos y realizaciones que son un hecho

Whiskerías. Por Guillermo “Quito” Mariani

El caso de Marita Verón desaparecida en el 2002,  “ha levantado la perdiz”, como dice  el refrán. La ruta 19 que se distingue por la abundancia sojera de los campos limitantes, es residencia de familias adineradas y  ofrece una abundante variación de estos locales llamados  eufemísticamente whiskerías, en donde realmente las personas son explotadas sexualmente recibiendo, no ellas sino los propietarios, compensaciones muy abundantes.

Pueden hacerse muchos argumentos sobre lo que el escritor Leandro Gutiérrez presenta en su libro la mala vida, como “una profesión aborrecible pero necesaria”. Entre ellos, los supuestos beneficios sociales remediando los males que produce el desahogo sexual compulsivo, en la desunión familiar por exigencias exageradas, las violaciones ,  las enfermedades de transmisión sexual o las represiones en la educación e iniciación sexual de los jóvenes.

Lo cierto es que la prostitución definida por la OMS como el trato  sexual comercial con recepción de compensación de bienes de cualquier índole, no es ejercida de este modo simple y hasta cierto punto razonable, sino que se complica con trata de personas, explotación esclavizante, abuso de menores de edad, pagos precarios sin ningún beneficio social, y de manera especial, disminución de la dignidad de las personas adiestradas en este trabajo que habitualmente deben aceptar la explotación por parte de los contratantes, sin ninguna posibilidad de defensa de sus derechos.

Adriana Domínguez, titular de las delegación local del INADI, expresó con mucha crudeza la reprobación a estas actividades que se han convertido directamente en delictivas, no tanto por lo referido a la sexualidad sino por los abusos de la libertad personal, el  ocultamiento de sus verdaderos objetivos en la recolección de  “material humano”, el aprovechamiento de menores, la trata de personas de toda edad y condición, y un enriquecimiento  exagerado que las convierte en impunes frente a una cantidad de funcionarios comprometidos con sus ofertas.

Aunque muy pocos tienen en cuenta otro aspecto que quiero destacar, creo que ha de ser considerado con toda honestidad. Las prohibiciones morales provenientes de la iglesia católica particularmente, (mayoritaria en   nuestro país) con respecto a la sexualidad, son un elemento a tener en cuenta para una visión global del problema.

Que en el criterio de muchos, los prostíbulos sean el ambiente propicio para la iniciación sexual de los adolescentes, cuando se continúa en el empecinamiento de negar los derechos a una educación sexual en todos los aspectos por parte de todos los institutos educacionales, además de la familia, y desde lo primeros años, no parece lógico ni honesto.

Que la comunicación sexual prematrimonial sea considerada una degeneración y se prefiera cualquier otro desahogo sexual, al que pueda comenzar como comunicación amorosa en las parejas jóvenes, concientes del valor de la sexualidad corporal como la expresión plena del amor, es otro prejuicio que impulsa con frecuencia a opciones mucho más dañosas: el “con cualquiera menos con ella” es aceptado como viveza y  honestidad

La continencia perfecta, cuando no es objeto de opción libre motivada por algo que se considera más importante, lleva muchas veces a situaciones extremas de desahogo, venciendo la represión, y es origen, al mismo tiempo, de   situaciones de culpabilidad  por un lado o de  hipocresía por otro.

Todos estos elementos están impulsando desde un  enfoque insospechado, por el prestigio de la institución, a agravar el problema de la explotación sexual.

Unos quieren y no pueden. Otros pueden y no quieren. Por Guillermo “Quito” Mariani

La respuesta del presidente Obama a las críticas que se oponen a su plan reinsistir en el aumento del impuesto a los más ricos, como medio para disminuir la intensidad de la crisis, me parece digna de comentario. Acusado de querer introducir la lucha de clases, método netamente marxista que produce impacto nauseabundo en el electorado norteamericano, la respuesta es ingeniosa: No se trata de lucha de clases. Se trata simplemente de Matemáticas.

Y lo destaco porque hay cierta similitud con lo que nos pasa. Ya se ha hecho muy frecuente entre nosotros una objeción que tiende a rechazar e incluso ridiculizar las distintas decisiones oficiales para mejorar la distribución de ingresos, acudiendo a diversos planes para restablecer la equidad o remediar las carencias  o dificultades de acceso por parte de los más pobres a un trabajo y una vida digna.

Hacer estadísticas en base a números supone una honestidad “matemática” que pocos valoran. Las instituciones privadas y las nacionales se entrecruzan en contradicciones consigo mismas y enfrentamiento con las demás.

Añadido a eso, los números se olvidan. Por eso acudo a las razones que se oponen a una cantidad de argumentaciones de uso corriente con las que se produce una discriminación hiriente y una patente injusticia y desvalorización de los pobres.

Una actitud que hipócritamente se disfraza muchas veces de compasión y hasta de ayudas ocasionales y abundantemente publicitadas.

Después de las afirmaciones de un competidor resentido por sus porcentajes en las elecciones primarias, explicando el por qué del 50 por ciento: Es que los argentinos son perezosos y vagos y por eso votan a quienes les dan dinero sin trabajar, muchos han vuelto a argumentar lo que el Gral. Videla afirmó desenfadadamente, durante una visita oficial a Uruguay en 1977 junto al presidente Méndez: “En Argentina el que no trabaja es porque no quiere”

1)La desocupación (o el “paro” en Europa) no es un problema nacional solamente, sino mundial, característico y esencial en el sistema capitalista. Entonces hay que saber que muchos no trabajan porque realmente no “hay trabajo”. No porque sean perezosos y vagos. Y no hay que desconocer  la explotación, el trabajo ilegal y las amenazas, que permanecen impunes.

2)La razón de ser fundamental del estado es proveer a la dignidad elemental de todos los ciudadanos en los asuntos de educación, salud, vivienda y alimentación.

Cumple esta función fomentando el establecimiento de empresas oficiales

3)Las empresas en loby, es decir asociadas en forma corporativa, constituyen un bunker prácticamente inexpugnable , enfrentando las leyes establecidas. Tenemos el cruel ejemplo de tantos peones cerealeros eclavizados. Aquí¡en nuestro Campo!

5)Por lo general esas grandes corporaciones, con apoyo de los medios de difusión a los que aportan, suelen adoptar la táctica de culpar al estado por no cumplir con su misión de distribución equitativa, debido a que roba el dinero de los contribuyentes. Así se convierten en víctimas siendo victimarios.

6)No queda entonces otro camino para el Estado, que los subsidios para situaciones de desempleo, o deficiencias en salud, educación y vivienda, que son derechos inalienables de todo ciudadano y de todo ser humano. Sólo así se puede llegar a la condición de igualdad de oportunidades para todos, sin lo cual no hay solución que valga,

7)A quienes, con suficiencia orgullosa, afirman que son los verdaderos artífices del progreso de una nación porque han llegado a la posesión de ingentes capitales en base al trabajo y utilización de su capacidad administrativa, explotando a los menos dotados,  inmigrantes,  menores de edad y capaces de ejercer oficios considerados denigrantes, no hay más que  ponerlos frente a la crisis actual, fruto de la globalización económica junto con la desvalorización de la vida y la dignidad humanas.

No es cuestión entonces  ni de lucha de clases, ni de matemáticas, sino de respeto y consideración a la dignidad de cada ser humano.

 

 

Táctica Repetida. Por Guillermo “Quito” Mariani

Sucedió ya después de la muerte del expresidentes Néstor Kirchner. Con indomable actitud machista los grandes empresarios del campo y con ellos muchos de los que son el verdadero poder económico en Argentina, diagnosticaron cambios importantes en el rumbo y el proyecto del gobierno de Cristina.

Una mujer dolorida por la inesperada muerte de su esposo, el compañero de toda la vida, y una protagonista política debilitada al carecer del sostén tan enérgico y decidido de su antecesor y acompañante en el proyecto popular, no podría mantenerse firme, como lo había hecho en los anteriores gravísimos enfrentamientos  que tuvo que desafiar. Entonces llegaron a compararla con Isabel Martínez desorientada ante el panorama nacional con la muerte de Perón. Aseguraron que cambiaría los enfrentamientos por concertación; que se desprendería de Guillermo Moreno cuestionado seriamente; que prescindiría de Moyano sobre quien se articula el movimiento obrero. Nada se dio. Cristina emergió como la gran conductora también en esos momentos, tan difíciles personalmente. Afrontó con serenidad los mitos chismosos que hasta tuvieron trascendencia internacional, de que la muerte de su esposo era un toque escénico para recuperar poder. Y demostró que se equivocaban prediciendo que su gobierno no tenía otro camino que la concertación a cualquier costo.

Ahora, ante la contundencia de las elecciones primarias, los desorientados son esos mismos grandes señores y  optan sin dificultad, por el camino contrario al que llevaron hasta el presente.  Halagar a la presidenta y sus proyectos, acudiendo a su convocatoria con aprobación y aplauso. Astutamente han elegido ellos,  el único camino que les quedaba para lograr imponer la supremacía de sus intereses. Y allí estuvieron, en diferentes oportunidades,  la Unión Industrial, la Cámara argentina de comercio, la Fundación Mediterránea, la Federación Agraria y las multinacionales distribuidoras de fertilizantes, agrotóxicos, semillas transgénicas y otros productos aprobados por las costumbres y no por las leyes. A otras corporaciones les faltó coraje para esta presencia hipócrita en el día de La Industria y en de lanzamiento en Tecnópolis, del Plan  Estratégico Agroalimentario nacional. La actitud oficial fue de aceptación de estas presencias y aprobaciones desacostumbradas, y hasta se expresó con palabras que hicieron estremecer de alegría las vísceras de los que volvieron a considerarse imprescindibles, y de temerosa desilusión a sus víctimas, los movimientos provincianos del campesinado pobre, en Santiago, Córdoba, Formosa, Chaco, MOCASE, Trabajadores rurales sin tierra o Frente nacional del campesinado indígena-

Estas sonrisas brindadas a las grandes corporaciones ¿significan un volver atrás en el proyecto social popular e igualitario que viene llevando a cabo dificultosamente el gobierno nacional? Otra vez digo lo que dije en otra oportunidad. No  conocen a Cristina,  ni conocen la sinceridad profunda de su compromiso con el pueblo. Que haya que procurar quitarles o atenuar los efectos de las armas mortíferas que ellos manejan contra la democracia, no quiere decir que vayamos a fomentar su eficacia destructora. Lula en Brasil y Mujica en Uruguay, previeron la necesidad de no echarse encima todo el empresariado y afrontaron con éxito relativo y paulatino llevar adelante sus planes de una sociedad más justa. También lo podemos nosotros.