Aunque se cuide bastante señalarlo, la iglesia católica y sus seguidores “archifieles” por no llamarlos fanáticos, son los que presentan una posición más agresiva en contra de la despenalización del aborto. La ley que comenzó a discutirse en Diputados y fue frenada inesperadamente no pudiendo pasar a la Comisión de Familia, deberá superar otros obstáculos y posiblemente se postergue su tratamiento hasta el próximo período legislativo. No obstante, ya ese primer paso, de iniciar las deliberaciones, enfurece a quienes sostienen que de eso no hay que hablar porque es decirle ¡ NO! A LA VIDA.
Por eso en esta segunda reflexión voy a señalar simplemente cómo y por qué la iglesia católica oficial es cómplice de la proliferación irrefrenable de abortos.
1ro. Siempre se negó y se niega pertinazmente a una educación sexual completa y precoz. Aguer calificó la experiencia en un colegio secundario como incitación a la promiscuidad.
2do. Tradicionalmente ha demonizado el sexo, condenando en sí mismo el placer sexual a no ser que cargue con la obligación de un hijo (los que Dios manda)
3ro. hablando por un lado, de paternidad responsable, ha condenado explícitamente durante mucho tiempo todo proceder anticonceptivo, Recién a comienzos del siglo pasado admitió la regulación por la continencia periódica presentada como ley natural aunque es lo más artificial y antinatural puesto que decreta la falta de espontaneidad del acto sexual que tiene que ser regido por el almanaque.
4to. Olvidando absolutamente a las madres que mueren por abortos clandestinos y calificando esas muertes como castigo de su pecado
5to. Rechazando obstinadamente las investigaciones científicas que admiten casi unánimemente un período (de 14 primeros días, antes de la aparición de la cresta primitiva) en que seguramente hay una vida pero no todavía una vida humana, y la discusión vigente con argumentos muy serios, de que esto no es seguro hasta las doce semanas.
6to, Admitiendo todavía en labios y libros tradicionales que los padres engendran sólo lo corporal y el alma la infunde Dios. Nunca hubo acuerdo sobre cuándo se daba esta infusión del alma que constituiría al ser humano.
7mo. Usando para negar el bautismo de los niños, el argumento de que los padres no estén casados por iglesia. Con lo cual afirman, sin decirlo expresamente, que esos niños no son hijos de Dios, porque el bautismo es nada más que eso, la celebración de que todos somos hijos de Dios. Así los marginan de toda posibilidad de la salvación en que dicen creer.
8vo.-Porque para usar el argumento esgrimido de “Sí a la vida” esta iglesia carece de autoridad histórica ya que ha sido cómplice por acción o silencio, de torturas, muertes y desapariciones de los considerados culpables por la represión dictatorial y también de muchos inocentes. El “ SI A LA VIDA” en algunas oportunidades y el “NO A LA VIDA” en otras, es hipocresía.
9no. Animando la resistencia de profesionales y jueces, con la posibilidad de objeción de conciencia para cumplir con la ley referida a la concepción por violación, la iglesia ha hecho postergar el tiempo de la expulsión hasta que se convirtiera en eliminación de una vida humana
10mo. Provocando que los padres que descubrían a sus hijas embarazadas antes del matrimonio las expulsaran de la familia y consideraran que hubiera sido mejor que se murieran a que quedaran “deshonradas”
Muchos abortos y muertes se deben indudablemente, a estos principios y conductas severamente inculcados