Homilías Dominicales. Domingo  26 de junio – 13 durante el año Ciclo “C”. Por Guillermo “Quito” Mariani

 Tema (Lc.9, 51-62)

Sucedió que como se iban cumpliendo los días finales,Jesús se afirmó en su decisión de ir a Jerusalén. Envió por eso mensajeros  delante suyo que entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle alojamiento .Pero no lo recibieron porque viajaba a Jerusalén. Al  ver esto los discípulos Santiago y Juan dijeron “ Señor, quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma? Pero Jesús volviéndose, los reprendió. Y siguieron la marcha hacia otro pueblo.

Mientras iba caminando, uno le dijo “te seguiré a dondequiera que vayas” Jesús le sijo: Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo, nidos, pero este hijo de hombre, no tiene donde reposar su cabeza,

A otro, le dijo “sígueme” Éste respondió: Déjame primero ir a enterrar a mi padre. Pero él le respondió “Deja que los muertos entierren a sus  muertos, pero tú ven a anunciar el reinado de Dios. Otro le dijo: Te seguiré Señor pero deja que vaya a despedirme de mis parientes. Pero Jesús le dijo: nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el reinado de Dios”

 

Síntesis de la homilía

Jesús adivinaba la eficacia de los manejos de sus perseguidores y sabía que no podía salvarse de su vigilancia y sus deseos de eliminarlo. Pero conserva su decisión de no andar escondiéndose,  sino aparecer directamente en Jerusalén, con una actitud entre valiente y desafiante. Muy pronto aparecen las dificultades,

Los samaritanos que odiaban a muerte a los judíos, se niegan a recibir a Jesús marchando hacia Jerusalén. Y Santiago y Juan, sus primos se indignan y recordando el pecado de Sodoma que no admitió a los peregrinos de Dios y el castigo que le sobrevino, pensaron ganarse una condecoración con la propuesta de  hacer bajar fuego del cielo para consumir  esa población. En muchas oportunidades nos encontramos vacilantes ante decisiones que son exigencia de una realidad que las pide como cumplimiento de principios de vida o valores Y vacilamos. Es absolutamente natural. El heroísmo de arriesgar la vida por defender un valor fundamental  debe enfrentar muchos obstáculos que contrarían las propias aspiraciones y derechos. Procurar superar esos obstáculos  es el ideal. Pero no podemos juzgar negativamente a quienes no pueden realizarlo plenamente.

La segunda parte del relato propone tres invitaciones a seguirlo en su viaje definitivo. El entusiasmo del primero  se atenúa con la austeridad de vida que le presenta Jesús. Las respuestas a los otros aparecen muy duras para nosotros que defendemos por encima de muchos valores, el de los afectos familiares como sostén de la vida y la sociedad.                 No hay por qué tomar a la letra (como lamentablemente se ha acostumbrado en la Iglesia) estas actitudes que podemos familiar como “antifamiliares”,

Interpretado en el contexto de su tiempo estas negativas a respetar los vínculos familiares no indispensables, están ligados a cuestiones de herencia más que a vínculos afectivos. Y ese apego hace difícil la generosidad exigida por la propagación del reinado de Dios. Y a esto se añade que la familia, en el pueblo judío era el baluarte de los valores nacionales y religiosos  frente a los cuales el  mensaje de Jesús constituía un peligro y ataque insoportable.

Nosotros en muchas oportunidades hemos tenido que tolerar en nombre de la familia y usándola como escudo,  posiciones conservadoras dañosas para toda la sociedad.

 

Homilías Dominicales. Domingo 19 de junio 2016 – 12mo. Durante el año Ciclo “C” Por Guillermo “Quito” Mariani

Tema (Lc. 9,18-24)

Un día que Jesús oraba a solas y sus discípulos llegaron a él, les preguntó ¿Quién dice la gente que soy yo?. Ellos respondieron : Para algunos eres Juan bautista y para otros alguno de los antiguos profetas que ha resucitado.

Pero, para ustedes, les dijo ¿quién soy yo? Pedro, tomando la palabra, respondió: Tú erea el mesías de Dios. Y él les ordenó severamente que no dijera eso a nadie. El hijo del hombre, les dijo debe sufrir mucho, será rechazado por los ancianos los sumos sacerdotes y los escribas y condenado a muerte para resucitar al tercer día  Después, dijo a todos: El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga, porque les digo que el quiera salvar su vida la perderá y el que la pierda por mí, se salvará-.

 

Síntesis de la homilía

El centro de este relato es, sin duda Pedro. Ya están funcionando las primeras comunidades y, además de las opiniones de la gente de fuera sobre este maestro itinerante tan original en muchos de sus actos y palabras, es necesario recordar que no se trata simplemente  de un Juan para vengar  la muerte del bautizador, ni de la repetición de los personajes proféticos que había tenido la historia de Israel.

Los judíos convertidos y los paganos que habían aceptado el cristianismo debían tener claro que se daba un quiebre en la historia, un giro fundamental  en la `presentación de Dios en su relación con el hombre para producir  también un cambio fundamental en las relaciones humanas.  El diálogo armado por Lucas y extraído de Mateo lleva ese primer objetivo. Jesús es el mesías: el enviado para cambiar.  Pero además las nacientes comunidades en peligro constante de desviaciones ideológicas o conductuales, debían tener claro que había una conducción  ejercida por mandato de Jesús (de acuerdo al texto de Mateo) por la persona de Pedro. A eso se debe que Pedro tome la palabra en nombre de todos.

Pero también es válida la advertencia: no lo anden proclamando por allí.  En la circunstancia vivida por Jesús, la advertencia valía porque hacer  esa  manifestación que podía llegar a oídos de las autoridades judías o romanas traía grave compromiso para seguridad y la vida de Jesús y del grupo. Y se trata de una convicción que tiene que acompañar el compromiso de entregarse al logro de una realidad mejor en el contexto humano.

Junto con esos objetivos, en un contexto de persecución, Lucas advierte que la convicción de que las comunidades son gestoras de un cambio radical en la sociedad de entonces, no puede prescindir de la advertencia de que estar comprometido con la causa de Jesús siguiéndolo como el enviado, es definitivamente riesgoso.

No obstante, como nos suele suceder cuando estamos entusiasmados por una causa que creemos justa y beneficiosa, nos cuesta aceptar que suscite oposición, enfrentamiento y mucho menos, odio a muerte” como lo que describe Jesús, los discípulos no daban demasiado importancia a las previsiones del maestro, al quw  ya habían visto ·”escaparse” en varias oportunidades.

Por eso el evangelista cierra este breve relato con una advertencia general, aplicable al seguimiento de Jesús y a lo que nosotros llamamos el compromiso cristiano que no sólo se asume con la pertenencia a la iglesia o el cumplimiento de  diversas devociones o ritos sino que exige una búsqueda constante de los valores auténticamente humanos y sociales para estar alertas en su defensa y promoción con perseverancia obstaculizada por intereses y sistema sociales, armados para ocurecer o suprimir la vigencia de esos valores.

Homilías Dominicales. Domingo 12 de junio de 2016 – 11mo durante el año ciclo “C” Por Guillermo “Quito” Mariani

Tema (Lc. 7,36 a 8,3)

Un fariseo invita a Jesús a comer. Durante la comida una mujer pecadora entra y se pone a los pies del maestro llorando y secando sus lágrimas de los pies de Jesús con sus cabellos. Simón piensa “Si éste conoce quién es la mujer no se dejaría tocar” Jesús le propone esta parábola: Un hombre tenía dos deudores uno de 500 monedas y otro de 50. Decidió perdonar a los dos. ¿Cuál te parece que lo amará más?  Al que le perdonó más, contestó Simón. Y Jesús replicó ¿ves a esta mujer? Entré a tu casa y n derramaste agua sobre mis pies. Y ella los lavó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. No me besaste y ella no dejó de besar constantemente mis pies. No ungiste mi cabeza y ella derramó perfume sobre mis pies. Por eso te digo que ella ha demostrado mucho amor, porque sus muchos pecados han sido perdonados. Luego dijo a la mujer ·”Tus pecados están perdonados”  Ellos dijeron ¡quié es éste que también perdona los pecados? Pero Jesús dijo a la mujer: “Véte tranquila, Ti fe te ha salvado. Siguió recorriendo ciudades y pueblos anunciando la buena noticia del reino de Dios. Lo acompañaban los doce y también algunas mujeres que habían sido sanadas, María magdalena de la cual habían salido siete demonios, Juan, esposa de Cusa, lugarteniente de Herodes, Susana y muchas otras que lo ayudaban con sus bienes

 

Síntesis de la homilía

Lucas es llamado el evangelista de la mujer, porque la incluye en barios relatos y remedia así el triste secundario papel que cumplía en la estructura paternalista de la cultura judía. En el pasaje que hoy nos ocupa aparece una afirmación que ha subsistido a pesar de las “borratinas” que a juicio de los biblistas se han realizado para descartar que entre los discípulos de Jesús estaban como “apóstoles” varias mujeres. Aparecen incluso los nombres concretos y se renueva llí la actitud indiscriminante de Jesús ya que aparece entre sus seguidoras Juana la mujer del lugarteniente de Herodes-

El Jesús de Lucas hace gala en este pasaje de su criterio  absolutamente indiscriminante Primero aceptando ir a comer con un fariseo. Luego, expresando la bondad absoluta del Padre que perdona cualquier clase y cantidad de pecados, Es una verdad que aparece bastante en los evangelios pero no se ha encarnado suficientemente en nosotros, influenciados por una prédica catequística muy fuerte en exigencia de la confesión.

Lucas tiene dos pasaje muy elocuentes para mostrar  la universalidad y amor del Padre. Los pecados del dinero acaparado y  esclavizante y los sexuales que son los más tenidos en cuenta en la consideración general. La parábola llamada del hijo pródigo que expresa las dos dimensiones: de la esclavitud del dinero (en el hijo que pide anticipo de herencia y en el que reprocha a su padre no haberles dado suficiente.(15) y éste de la mujer prostituta a la que reconoce como ejemplo del amor liberador.

Por otra parte, no acepta la actitud  soberbia de los que se consideran justos porque inculpan a los que los rodean. Cosa que muchas veces hacemos nosotros, Cuando por ejemplo nos entretenemos con condenar los errores o fallas de los demás y con ello pretendemos construir  nuestra buena fama ocultando lo mismo en que nosotros hemos incurrido.

Simón, no ha tenido conciencia de omitir las señales comunes de la cortesía y amor humano. Y Jesús se lo hace notar. Porque aunque ellas  pueden transformarse en apariencia o hipocresía, tienen mucho valor en el mantenimiento y crecimiento de la relación de amor.

El centro del mensaje está constituido por la renovación de un concepto del amor del  Padre Dios que nunca se agota.

Los pecados por ingentes que parezcan  no agotan la bondad de ese Padre. Nunca dejamos de ser sus hijos queridos. Uno sólo el del egoísmo, que cierra el corazón, nos separa de su amor. Los demás pecados pueden ocasionarnos y ocasionar males a nuestra alrededor pero sólo el egoísmo (la cerrazón al amor) queda enquistado en el corazón que tiene una puerta con picaporte sólo en el interior. Nadie puede abrirla si la mantenemos cerrada ¡Ni Dios!

Homilías Dominicales. Domingo 5 de junio de 2016 – 10 domingo durante el año (ciclo”C”)  Por Guillermo “Quito” Mariani

Tema (Lucas 7,11-17)

Jesús se dirigía a una ciudad llamada Naim. Lo seguía mucha gente. Justamente al llegar a las puertas de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda y mucha gente del lugar la acompañaba. Al verla, el Señor se conmovió y le dijo: No llores. Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo ”Joven yo te lo ordeno ¡levántate!  Y  el muerto se incorporó y comenzó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre.

 

Síntesis de la homilía

Lucas es el único relator de este acontecimiento. Y lo hace preparando lo que afirmará acerca de Jesús de acuerdo a la profecía de Isaías, unos versículos más adelante.(22)

Los anuncios de este profeta acerca de la resurrección de los muertos del pueblo, aplicables al resurgimiento de Israel después de las derrotas y deportaciones habían difundido la idea de que se trataba de una resurrección corporal. No llamaba demasiado la atención ni parecía inverosímil un relato de resurrección. Como Juan que es el único que relata la resurrección de Lázaro, el objetivo de Lucas es trasmitir el profundo convencimiento de que Jesús no quedó prisionero de la muerte sino continuó obrando como viviente en la fuerza que les siguió comunicando y la claridad con que fueron comprendiendo la profundidad e importancia de su mensaje y su causa

No es lo más importante entonces, detenerse a establecer si los detalles de la resurrección: incorporarse y recobrar la comunicación con el medio, son auténticos,  sino ayudarnos a interpretar la resurrección de Cristo y por lo tanto nuestra propia resurrección como una prolongación de la vida corporal sino como una vida absolutamente distinta en su apariencia y en su dinamismo o actividad.            Para tomar en cuenta están además  los detalles aportados por el relato de Lucas A nosotros no nos resulta demasiado llamativo que Jesús se detenga y se conmueva ante la mujer afligida por la muerte de su hijo. Porque no tenemos en cuenta la fuerza de la cultura paternalista con la primacía absoluta del varón sobre la mujer en lo personal, lo familiar y lo social. No merece la pena, con esa degradación de la dignidad femenina, detener la marcha frente a la situación personal de una mujer. Pero Jesús, no solamente se fija en ella, se conmueve con su dolor. Con esa intensificación de la soledad que le ha producido la muerte de su hijo único. Hay gestos que, en determinados momentos tienen una significación insospechada. Eso pudo significar este detener su camino atendiendo a la gente que lo seguía, para fijarse en ella y su dolor, Gesto que, seguramente, conmovió también a la viuda acercándole de un nuevo modo a su hijo muerto.

Absorbidos casi completamente por la afirmación de la divinidad de Jesús que parece comprobarse con el poder de devolver la vida, solemos perder la importancia de muchos otros pequeños gestos a favorecen la vida, la hacen más agradable, le dan sentido más profundo y, en el fondo,  hacen que merezca ser vivida a pesar de las luchas y dificultades.

Homilías Dominicales. Domingo 29 de mayo de 2016 (Festividad del Cuerpo y Sangre de Cristo) Por Guillermo “Quito” Mariani

 Tema (Lucas 9, 11-17)

Jesús estaba hablando a la gente sobre el reinado de Dios y había curado a varios enfermos. Al atardecer se acercaron los Doce y le dijeron: Nos parece que ya es tiempo de despedir a la gente para que vayan a descansar y buscar comida a los lugares vecinos, porque aquí donde estamos no hay nada. Dénles de comer ustedes mismos, les respondió Jesús No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados, dijeron ellos, para dar de comer a tanta gente.  Tendríamos nosotros que ir a buscar alimentos. Los que estaban allí eran unos cinco mil hombres. Entonces,  Jesús les dijo :Háganlos sentar en grupos de cincuenta. Luego, tomó los cinco panes y los dos pescados y pronunció sobre ellos la bendición, alzando los ojos al cielo. Partió los panes y los fue entregando a los discípulos para que os repartieran. Todos comieron hasta saciarse y de las sobras recogieron doce canastas.

 

Síntesis de la homilía

El relato de Lucas presenta varios detalles objetivos, como el alerta de los discípulos por el hambre de la gente, el horario del atardecer, la cantidad de alimentos que llevaban en su morral los discípulos (la porción habitual de quien salía de casa por un día) la configuración desértica del lugar. Otros detalles no son verosímiles. Constituyen la configuración escenográfica para dar sentido de señal al acontecimiento. El recurso de agruparlos de a cincuenta es una imitación del estacionamiento de las legiones romana cuando se detenían para alimentar a las cinco mil personas que las constituían. La primera respuesta de Jesús “dénles ustedes de comer”, indica claramente que no basta con diagnosticar una situación sino que hay que hacerse cargo de lo que ella exige o sugiere. Así como  la dificultad presentada por los discípulos es absolutamente razonable.  La bendición, una invocación al Padre del cielo contenida en la oración enseñada por Jesús inspira el gesto de Jesús que, tomando lo de los discípulos, empieza a partir y repartir entre ellos para que lleven a la gente sentada. Doce hombres repartiendo un pedazo de pan y pescado a cinco mil tampoco resulta verosímil, pero esto es lo que convierte el relato en un mensaje importante. Hay un alimento que puede saciar al hombre y es la palabra. La palabra enseñada, aprendida y convertida en modo de conducta y acción.  Esa es la “palabra” la EDUCACIÓN, diríamos nosotros que hace que los dones de este mundo para alcanzar para todos deben ser compartidos y que el milagro no es que unos cuantos lleguen a la saciedad de los bienes materiales dejando a los otros morirse en el hambre y la miseria, como sucede muchas veces muy ostensiblemente entre nosotros, sino abrirse para compartir que, muchas veces puede llevar a la convicción de que lo que parecía  poco alcance y sobre, gracias a esa “educación” esa actitud interior de no dejar vacías las manos extendidas.

Así, la orden de Jesús no es una ridiculez sino una lección para que esos hombres seguidores suyos y su mensaje de un reinado de Dios que cambie las relaciones humanas, desde la mezquindad a la generosidad, desde el acaparamiento a la distribución, desde la exclusión a la incorporación, desde la miseria y abandono al acceso a los derechos esenciales.

Un ideal propuesto, acariciado y a veces tomado en serio con variables resultados, pero desechado por un sistema globalizado de injusticia y cultivo de las desigualdades irritantes que es el capitalismo descarnado y deshumanizante.

 

                                                                                      

Homilías Dominicales. Domingo 28 de febrero de 2916 – 3ro. de Cuaresma Ciclo “C”. Por Guillermo “Quito” Mariani

Tema :(Lc.13,1-9)

Unos galileos cuentan a Jesús lo sucedido con sus compañeros cuya sangre hizo mezclar Pilatos con la de su ofrenda en el templo. Jesús descarta que ellos hayan sido más culpables que otros. Y se refiere a las víctimas del derrumbe de la torre de Siloé de quienes afirma lo mismo. Enseguida brota la lección: si uds. no se corrigen les sucederá peor.  Luego habla  de que un hortelano fue a buscar frutos a su plantación y no encontró los higos que buscaba. Dijo entonces al cuidador que arrancara ese árbol inútil porque ya había venido repetidas veces a buscar sus frutos sin lograrlos. El jardinero pidió que lo dejara un año más antes de cortarlo.

 

Síntesis de la homilía

Acostumbrados a pensar desde una catequesis proselitista que todo lo malo es castigo divino y lo bueno es premio el juicio de los galileos que contradice Jesús parece lo más normal ¿Quién sino Dios puede disponer arbitrariamente de la vida de tanta gente, ya sea permitiendo la impunidad de la maldad y el poder humano o provocando accidentes impensados? En realidad la profundidad del problema de la coexistencia del bien y del mal supera los razonamientos humanos y religiosos que de uno u otro modo recurren a disfrazar la realidad. La dualidad de la creación que indujo a muchas teorías de un doble principio y se trasladó al cristianismo confiriendo a la  figura  del demonio o tentador una categoría próxima a lo divino en cuanto a poder de posesión o manejo del hombre y el universo.  Los maniqueos (religión de origen iraní) llamaban a esos dos principios soberanos Ormuz (luz) y Ahriman(tinieblas) y así explicaban como trataba de hacerlo la mujer cartaginesa de San Agustín a su marido, la coexistencia del mal y el bien que tenía a los humanos como simples instrumentos ciegos de sus designios. Así, el mismo Agustín se enredó con dos  herejías: el pelagianismo y el mismo maniqueísmo.  Pensar en un Dios soberano de todo, autor del bien del que el mal es sólo reverso de la moneda, un principio de todo bien identificado totalmente con el amor en lo que nosotros imaginamos como tal actitud, resulta insuficiente para explicar todos los males que acontecen en el mundo, si bien muchos de ellos pueden ser atribuidos a la malicia humana, al pecado. Un Dios que “permite” como suele arguírse ya sería bastante cruel si su poder fuera suficiente para impedir esos males para sus “hijos muy queridos”.                                                                      Que Dios es una presencia indudable, de acuerdo a la intuición revelación del hombre primitivo, dado el hecho de la creación, de lo que existe, nos rodea y nos integra, parece una afirmación fundamental. Las religiones se fundan en ella y arman cada una su escenografía de intereses, poder, política, riquezas y superación  de los demás.

Pero se trata  de una presencia que nos incluye. Es lo que llamamos su Voluntad, su designio, del que formamos parte con todo el cosmos. En esto tropezamos con una vieja dificultad, la de los pensadores griegos: Un ser perfecto no puede mantener contacto con sus creaturas ni Dios con su mundo. La perfección divina ha sido establecida como fijación, como cosa terminada, como falta de variante y dinamismo, por más que las imágenes bíblicas (siempre antropomórficas) afirman lo contrario. Muy en contra del gran concepto bíblico del Dios viviente, del Dios de la vida, del Dios vivo, en lo que para nosotros sería constante dinamismo. Y allí entra también la “ausencia”. Porque lo que no se orienta de acuerdo a la gran y única ley del amor proclamada  hasta la  muerte por Jesús de Nazaret (desde la perspectiva cristiana) no  acepta su Presencia y  concluye en diversas tragedias.

 

P.D El razonamiento que además de novedoso parece complicado es como una respuesta a las preguntas ocasionadas por las últimas tragedias de nuestro mundo, sin explicación, sin justicia, sin reparación.

 

 

 

 

 

 

Homilías Dominicales. Domingo 21 de febrero 2016 – 2do domingo de cuaresma. Por Guillermo “Quito” Mariani

Tema( Lc. 9,28-36)

Unos ocho días después de este discurso, Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan y subió a la montaña a orar. Mientras lo hacía, su rostro cambió y sus vestidos se volvieron blancos y resplandecientes. De pronto hubo dos hombres conversando con él. Eran Moisés y Elías, que también resplandecía y hablaban de su éxodo, que iba a completar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño pero alcanzaron a despertar y vieron su aspecto glorioso y el de  los hombres que estaban con él. Mientras ellos se alejaban, Pedro dijo a Jesús. Maestro, nos viene muy bien estar aquí. Podríamos hacer tres chozas, una para ti y otras para Moisés y Elías. No sabía lo que decía. Mientras él hablaba se formó una nube que los cubría y de ella salió una voz que decía: éste es mi hijo amado, escúchenlo. Calló la voz, se disipó  la nube y ellos estaban solos con Jesús y por el momento, no contaron a nadie lo que habían vivido.

 

Síntesis de la homilía

Un hecho maravilloso e impresionante para los tres discípulos más cercanos a Jesús. El que fueran tres los que lo compartieron, explica en cierto modo, la fuerza con que se fijó en sus mentes. Esa que aparece en Pedro que, en su segunda carta, hace cálida alusión a la voz escuchada en la montaña santa como argumento para sostener la fe de su comunidad. No importa fijarse en los detalles escenográficos tan caros a Lucas para fortalecer los mensajes trasmitidos.

Desde luego que la cuestión más importante no es averiguar cómo pudo darse esa transformación mágica del rostro y las vestiduras de Jesús y esa visión tan concreta de los líderes del pueblo judío Moisés y Elías, conversando con él y anticipándole el resultado de su camino a Jerusalén.  Pero el mensaje está claro: se avecina un tiempo difícil. Lo van a vivir con mayor intensidad los más cercanos y comprometidos con Jesús, afectiva y vivencialmente. Entre la seguridad religiosa del templo y la ley que se abalanzarán sobre el maestro y la inseguridad de un amigo perseguido y rechazado hasta un final trágico, tiene que haber algún elemento fortaleciente. La visión de la gloria de Jesús que implica un triunfo y la palabra desde la nube que lo señala como el elegido (palabra muy cargada de sentido para un israelita) aparece aquí como ese elemento fortaleciente.

El poder de la mente es tremendamente anticipador. En especial bajo la influencia emocional, se producen muchos casos de anticipación previsora o preparatoria. El fenómeno muchas veces vivido por muchos de participar de un acontecimiento y creer que lo mismo ha sido vivido con anterioridad es explicado por la psicología afirmando que hay detalles no incluidos conscientemente que, sin embargo, han sido objeto de percepción inconsciente y de este modo causan la impresión de repetidos. Pero aun sin esa experiencia, en cuántas oportunidades no damos cuenta de que algo que sucedió nos estaba preparando para algo imprevisto. De que un sueño o un presentimiento resultaron como un aviso. Y en esta línea entran también las proyecciones de nuestra intimidad que se transforman en visiones.

La sabiduría de la naturaleza que encierra para nosotros la sabiduría del creador nos permite admirar y tener en  cuenta estos fenómenos como una presencia que induce seguridad y fortaleza.

 

 

 

Homilías Dominicales. Domingo 14 de febrero de 2016 – 1ro de cuaresma ciclo “C”) Por Guillermo “Quito” Mariani

Tema (Lc,4,13)

Volviendo del Jordán el Espíritu llevó a Jesús al desierto Allí permaneció durante cuarenta días y satanás lo puso a prueba. No comió durante esos días así que al final tuvo hambre El diablo entonces le dijo: Si de veras eres hijo de Dios, día esta  piedra que se convierta en pan. Jesús le contesto: La Escritura dice: “no sólo de pan vivirá e hombre” Luego el Maligno lo levantó y mostrándoles en un momento todos los países del mundo le dijo : Yo te daré todo el poder y las riquezas de esos países porque lo he recibido y se los doy a quien quiera, si te arrodillas y me adoras. Jesús le contestó:  La Escritura die: Adora al Señor tu Dios y sírvele sólo a él. Después el diablo lo llevó a la ciudad de Jerusalén y lo subió a lo más alto del Templo y le dijo “Si de veras eres hijo de Dios, tírate abajo desde aquí, porque la Escritura dice “”Dios mandará que sus ángeles te cuiden y te protejan, te levantarán con sus manos para que tu pie no tropiece con piedra alguna”. Jesús le contestó: También dice la Escritura: No pongas a prueba al Señor tu Dios. Cuando e diablo vio que no tenía resultados se alejó de él por algún tiempo.

Síntesis de la homilía

Jesús marcha al desierto llevado por el espíritu que  ha infundido en su interior la seguridad de ser elegido por Dios para una misión muy especial. Debe profundizar esa convicción que puede se sólo fruto de un juicio equivocado sobre los signos de la realidad. El desierto fue durante cuarenta  años la escuela de maduración del pueblo de Israel marchando hacia la tierra de la promesa. Como el relato de la peregrinación de Israel se somete a las austeridades del desierto entre ellas el ayuno y la sed con todas las consecuencias de perder el funcionamiento normal de su organismo y tener que afrontar los argumentos que contraría lo que él piensa que es su vocación. El protagonismo que da Lucas al diablo personificado es, claramente un recurso imaginativo. Si su vocación es de Dios, no será legitimo requerir una señal maravillosa. Allí hay una piedra ¿no podría ella se el alimento que necesita? Luego reflexiona que aunque eso fuera posible, no tendría seguridad de que provenía de Dios ya que hay una afirmación de la Escritura que  habla de un alimento más profundo y espiritual. Pero la imaginación vuela hacia todo lo que es a realidad del poder y el dinero en el mundo que él conoce. ¿No estará allí el secreto del cambio para el que Dios lo llama? No tarda en darse cuenta de que hay de por medio una opción: o la vocación de las riquezas y el poder o la vocación del reino. Y finalmente se imagina en el templo en esa gigantesca construcción que constituye el orgullo de Israel y es el centro de su relación con Yahvé. Considerarse más arriba que todo el trabajo de la construcción durante más de 40 años y de todo lo que el pueblo realiza como homenaje a su Dios en su interior, sería un acto de soberbia que él cambia por el método de caminar entre dificultades y polémicas que concluyen no con el triunfo de no haber tropezado,  sino con la condena de la crucifixión. La historia de Jesús está reflejada en las pruebas a que se sujetó en el desierto, identificadas con las de Israel y también cn las nuestras que, en medio de las vicisitudes de la vida diaria, muchas veces aprovechamos nuestras cualidades y capacidades sólo para resultados individuales o cedemos a las oportunidades que nos ofrecen el poder o el dinero para abandonar los principios de vida que supuestamente tenemos elegidos, o frente a las instituciones o costumbres establecidas por cultura o consenso en el clima social las enfrentamos con afán destructivo en lugar de acomodarnos al paso lento y sin interrupciones de las decisiones pequeñas que aún en el caso de renuncias importantes, se convierten en aceptables como medios de no renunciar a logros superiores

Homilías Dominicales. Domingo 7 de Febrero de 2016 – 5to. Durante el año litúrgico (ciclo “C”) Por Guillermo “Quito” Mariani

Tema Lucas (5,1-11)

Mucha gente se había  reunido un día, alrededor de Jesús que estaba de pie a orillas del mar de Galilea. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla. Los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas que era de Simón y le pidió que la apartara  un poco de la orilla. Se sentó en ella y empezó  a enseñar  a la gente.  Cuando acabó de hablar dijo a Simón: ”navega mar adentro”. Ustedes, echen las redes. Simón respondió: Maestro hemos estado toda la noche trabajando y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes Lo hicieron así y  fue  tal la cantidad de peces que sacaron, que tuvieron que llamar a los compañeros de la otra barca para que les ayudaran. Ellos fueron  y cuando los sacaron llenaron tanto las dos barcas , que se hundían. Al ver esto Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: Aléjate de mí Señor porque soy  un  pecador. La pesca lo había llenado de asombro como a sus compañeros Santiago y Juan los hijos de Zebedeo. Jesús dijo entonces a Simón: No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres. Ellos atracaron las barcas a la orilla y dejándolo todo le siguieron.

 

Síntesis de la homilía

O subido a una prominencia, o utilizando la cualidad de buena trasmisora de sonido del agua, o hablando a pequeños grupos que se comunican el mensaje, Jesús  abarcaba a  mucha gente con su enseñanza   El cuadro está perfectamente armado para que Lucas cumpla el propósito de recalcar  lo que aparece en las palabras finales de Jesús. De ahora en adelante será pescador de hombres. El cuadro está perfectamente organizado por el evangelista para que todos los detalles colaboren a convencer a los evangelizadores y las comunidades  de la actitud de coraje que hay que cultivar y mantener para internarse en el mar con todos los riesgos y posibilidades que esto implica.

En realidad la consigna  dada por Jesús: ”navega  mar adentro” configura un desafío para quienes son conocedores expertos de la características del mar de Galilea. En distintas oportunidades Jesús aprovechará el mar para dar lecciones importantes  a sus discípulos conociendo la incidencia que esto tendría en conservarlas en la memoria e imaginación. Y para concretar el coraje necesario ara acepar el desafío, Jesús que sabe del trabajo durante toda la noche, del pequeño grupo de pescadores, manda tirar las redes.

El fruto maravilloso impresiona a todos por igual y queda asociado para siempre a la indicación de Jesús “Desde ahora serán pescadores de hombres”. Para no quedarse en la orilla con la indiferencia de mirar hacia otro lado. Para vivir definiéndose frente a cada nueva situación. Para tener coraje frente a las situaciones difíciles que exigen jugarse. Los resultados con mucha frecuencia no serán inmediatamente perceptibles pero la importancia debe darse a la conciencia de la dirección hacia la que hay que marchar, y el convencimiento de que el trabajo y el resultado trascienden los limites de lo personalmente realizado o esperado .

Es notable habitualmente cuando se da esta disposición de optimismo a pesar de las dificultades, cómo lo resultados ni enorgullecen demasiado ni desaniman absolutamente, una sensación que está alimentada por una opción fundamental por principios de vida y valores permanentes.

Asistimos en estos tiempos a una abundancia de ofertas de especialista en pescadores de hombres. En quienes con excelentes anzuelos engañosos pescan, alienan de modo definitivo las mentes infantiles, juveniles y adultas. Inhibiendo el espíritu crítico, oprimiendo la expresión de disconformidades y sobre todo acostumbrando a no pensar por cuenta propia.

 

 

 

 

 

 

Homilías Dominicales. Domingo 31 de enero de 2016 – 4to. Durante el año  (ciclo “C”) Por Guillermo “Quito” Mariani

Tema (Lucas 4,21-30)

Cuando Jesús concluida la lectura dijo “Esto se ha cumplido hoy” todos lo elogiaban por las palabras que habían salido de su boca Y comentaban ¿No es éste el hijo de José? Pero Jesús les contestó: Sin duda ustedes me citarán el refrán “médico cúrate a tí mismo” Realiza aquí en tu patria todo lo que hemos  oído que sucedió en Cafarnaúm. Después agregó: les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Y les digo que había muchas viudas en Israel en tiempo de Elías cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia sobre la tierra y el hambre azotó al país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta en el país de Sidón. Y también había mucho leprosos en Israel en tiempos de Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado sino Naamán  el sirio. Al oir estas palabras, todos los que  estaban en la Sinagoga se enfurecieron y  levantándose  lo empujaron  fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina, para despeñarlo, Pero Jesús, pasando en medio de ellos continuó su camino.

 

Síntesis de la homilía

La pregunta de los asistentes a la Sinagoga que se admiraban de las palabras de Jesús esconde una descalificación. “Ser el hijo de José” significaba que no podía ser más que un humilde obrero manual, con una formación  intelectual muy precaria. A eso responde Jesús con la advertencia de algo probad o por la experiencia, y además confirmado con hechos muy presentes de la historia sagrada de Israel referidos a acciones de los grandes profetas Elías y Eliseo.

La admiración y el juicio humillante de “hijo de José” insinúan también un juicio  que los fariseos expresarán muy  orondos: “este obra por el poder del príncipe de los demonios”  Un profeta es difícilmente aceptado en su tierra y entre sus parientes. Sucedía entonces y sucede actualmente en que personas con valores de  toda índole son menospreciadas  en sus ambientes naturales y sólo adquieren  brillo y reconocimiento de sus méritos cuando han sido reconocidas en el extranjero. El orgullo  judío de ser pueblo elegido, se muestra también en este episodio en que se desafía a Jesús para que realice en Nazaret los mismos prodigios que la gente cuenta que ha realizado en la ciudad pagana de Cafarnaúm.  Una actitud muy común de quienes atribuyen  sus cualidades a un origen sagrado. Si provienen  de Dios nadie las puede superar ni negar.

Es curioso y aleccionador cómo esas circunstancias desatan una ira comunitaria que pierde todo control y llega a planear la muerte de Jesús. En realidad se trata de una indignación que podríamos calificar como “política”, en primer lugar porque se aumenta y descontrola por la acción y la influencia de los más poderosos presentes en el culto sabatino y en segundo término porque la soberbia egoísta no mide ni la  licitud ni las consecuencias desfavorable del  uso de medios de cualquier naturaleza para obtener  la satisfacción de la venganza.

No vamos a pretender estar ausentes de estas posibilidades, cuando nuestro mundo ya parece haber perdido en gran escala el aprecio y observancia de los valores de la convivencia que incluye en primer término la valoración de la vida propia y ajena que con demasiado frecuencia resultan olímpicamente despreciadas. Y mucho menos si pensando en posibles remedios no entramos a desarmarnos interiormente para planear en contra, y a rearmarnos para buscar modos  de poder mirarnos sin odios. Porque los odios,  nunca se satisfacen con el logro de la justicia sino que pugnan por lograr la venganza, que desata irremediablemente una cantidad de reacciones dolorosas por una parte, de impunidad por otra, pero también finamente de daño para los mismos actores que la ejecutaron.   Cuando sentimos que nos superan  males sociales como la exclusión de muchos de los derechos esenciales para toda dignidad humana, cuando las palabras ensayan toda clase de descalificaciones sobre todo para quienes no pueden defenderse, cuando nos acostumbramos, aun en la circulación vehicular, a mirarnos como enemigos, ..aunque las estructuras violentas no terminen de desterrarse, al menos tenemos que  luchar por lograr nuestro desarme interior.