Comunicado de Grupo de Curas Casados con motivo de la censura al P. Nicolas Alessio

SOLO EN LA CARIDAD ES POSIBLE LA DIVERSIDAD

El arzobispo de Córdoba, Mons. Carlos José Ñáñez, inició juicio canónico al Pbro. José Nicolás Alessio, quien efectuó, y continúa efectuando declaraciones públicas en diversos medios de comunicación a favor del mal llamado “matrimonio” entre personas del mismo sexo. Como medida cautelar, el arzobispo le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal, lo que significa que no podrá celebrar públicamente la santa misa ni administrar los sacramentos de la Iglesia, y, por tanto, ejercer como párroco

No se puede traicionar la conciencias negando lo que con toda libertad y responsabilidad hemos afirmado a favor del matrimonio homosexual y más allá del tema puntual en cuestión, que se puede y debe seguir debatiendo, de ninguna manera se puede aceptar el intento de silenciar o censurar la libertad de expresión, la libertad de opinión, la libertad de pensar de acuerdo a las propias convicciones. No aceptamos un discurso único que debe ser acatado por todos. Nos parece una exageración la prohibición al Padre Nicolas Alessio de ejercer el ministerio sacerdotal por pensar diferente a la jerarquía eclesial. Ni siquiera al Padre Grassi, a Mons. Storni, condenados por abusos sexual ni al ex capellán policial Christian Von Wernich condenado por delitos de lesa humanidad se les ha prohibido celebrar los sacramentos. No podemos seguir censurando y expulsando a lo diverso y plural que emergen en nuestras Iglesias. La estructura canónica y eclesiológica,  monárquica y verticalita que sostiene la Iglesia anula toda posibilidad de comprensión y aceptación de la diversidad. Dios se revela sin agotarse en la diversidad de pensamientos, de culturas, de personas. El misterio y la riqueza de la diversidad será siempre un conflicto para todo intento hegemónico por uniformar, que no es mas que la unidad mal entendida. La Iglesia hoy más que nunca debe caminar hacia el diálogo, la colegialidad para asumir con respeto, seriamente los desafíos de las sociedades de hoy. Lo primero en la iglesia debe ser la caridad porque solo en este espíritu es posible la diversidad. La iglesia debe dejar el miedo a perder poder. La Autoridad está en la humildad para buscar la verdad con los hombres  y en el servicio, no en la imposición sin más de una Doctrina Moral estática, basada en una concepción antropológica inadecuada para nuestro tiempo.

Grupo de curas casados

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